Jugadores puertorriqueños ayudan a animar a los neoyorquinos y al equipo de los Yankees rumbo a la Serie Mundial

25 de octubre de 2001
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La algarabía de la multitud se tornó en el sonido de fondo en medio las decoraciones de blanco, azul y rojo en el Yankee Stadium el lunes en la noche. Para los residentes de la ciudad de Nueva York, lugar que se encuentra acongojado a raiz de los ataques del 11 de septiembre, el ambiente generó una oportunidad terapeutica para gritos y vitoreos. Estaban celebrando sus favoritos, los Bommers del Bronx. Por otro lado, no cabe duda que los Yankees proveyeron también gran desahogo para ese entusiasmo.

La fanaticada se unió a los jugadores cantando "New York, New York", haciendo eco a la famosa grabación de Frank Sinatra, en un despliegue de orgullo por una ciudad que ha triunfado antre imponente adversidad -- tanto en el campo de juego como en la propia ciudad. Los Yankees celebrabaron su cuarto campeonato consecutivo en la Liga Americana el lunes en la noche con una victoria de 12-3 en el quinto juego y sus pensamientos nunca se alejaron del sentir del pueblo de la ciudad que se merecía ese triunfo. Los Yankees se disputaron el Campeonato de la Serie de la Liga Americana haciendo frente a los Mariners de Seattle en lo que parecía ser una situación sin esperanza ya que fue el equipo que más victorias logró durante la temporada regular. Pero, más importante, estaban jugando buscando ayudar a sanar una ciudad que ha tenido que lidiar con una tragedia inimaginable.

La serie fue un gran desafío. Los Yankees, defendiendo el título, tuvieron que jugar contra los favoritos, los Mariners, que completaron la temporada regular con 116 victorias. Ambos equipos tuvieron que luchar con gran determinación desde la primera ronda del campeonato de la serie. Los Yankees tuvieron que vencer a los Oakland A’s después de perder los primeros dos juegos en la serie en que se designa campeón al primero que gana 3 de 5 juegos. Por su parte, el equipo de Seattle tuvo que derrotar a los Cleveland Indians. La calidad de los jugadores de primera línea de los Yankees permitió lograr una rápida victoria contra los Mariners. Dos destacados jugadores en ese grupo fueron los puertorriqueños Bernie Williams y Jorge Posada, ambos favoritos entre la fanaticada.

Además de sus antecedentes y reputación como un jugador que se destaca cuando se ve bajo presión, Bernie Williams se convirtió en el primer jugador en la historia en lograr un cadragunlar en cada uno de tres juegos consecutivos en la serie final de la Liga Americana. "Es agradable haberlo logrado, pero para mí, es infinitamente más importante que ganamos el juego", comentó Williams. "Logramos el campeonato y ahora nos preparamos con gran anticipación para la Serie Mundial".

Como el jugador de más edad en la primera fila de los Yankees, habiendo hecho su debut en el deporte en 1991, Williams demostró su gran talento en cada uno de los juegos de la serie, consistentemente logrando carreras que resultaron vitales en la victoria de su equipo. Su persistencia en el tercer juego contra los Mariners dieron a su equipo la ventaja inicial en la victoria de 12-3. El lance tan oportuno de Williams en la octava entrada del cuarto juego empató el partido y sirvió de piedra angular para la victoria final. Williams terminó la serie con un doble que llevó a los Yankees a otro galardón (su 38vo), alcanzando el gran total de 16 carreras en su carrera en juegos después de la temporada regular. Esa cifra ubica a Williams en cuarto lugar en la historia del deporte, superado sólo por Reggie Jackson, Mickey Mantle y Jim Thome. Cuenta con una carrera más que el legendario Babe Ruth, aferrándose así a su posicion de favorito entre la fanaticada de Nueva York que lo vitoreaban retumbando por todo el estadio: "¡Bernie! ¡Bernie!".

Complementando esos gritos se escuchaba también "Hip, hip Jor-ge" para el receptor Jorge Posada. Posada comenzó la serie de la división contra Oakland logrando una carrera desde segunda base cuando Chuch Knoblaugh bateó un sencillo en el primer juego. Ayudó a los Yankees a resucitar después de la temporada regular al proveerles su única carrera en el tercer juego de la serie. Ese cuadrangular dio a los Yankees su primera ventaja en 81 entradas consecutivas contra los A’s y les ayudó a lanzarlos en su histórica recuperación que culminó en el campeonato.

Sin embargo, igual que con los esfuerzos de recuperación de la ciudad herida, lo que más afectó a Posada fue saber que entre la fanaticada de Nueva York en el cuarto juego, se encontraba su esposa y su hijo de 23 meses, Jorge IV, recuperándose de una operación del cráneo debido a una enfermedad que hace que los huesos de cráneo se cierren antes de que el cerebro termine de crecer. La recuperación de Jorge, así como el resurgimiento victorioso de los Yankees, ha renovado el espíritu de todos los neuyorquinos y millones de persoanas alrededor del mundo.

La labor no ha terminado aún. Los Yankees ahora se preparan a disputar su título de campeones mundiales en Phoenix cuando se enfrenten a los Arizona Diamondbacks. Ironicamente, son los neuyorquinos y su equipo de beisbol los que han actuado igual que el mitológico fénix que resucita entre sus propias cenizas.