PUERTO RICO REPORT

Científicos refutan la teoría de la enfermedad vibroacústica

por Robert Becker

26 de octubre de 2001
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Un comité internacional de expertos médicos reveló que la teoría de la enfermedad vibroacústica sostenida por la gobernadora Calderón es poco científica.

El martes, el comité entregó su largamente esperado informe sobre la llamada enfermedad vibroacústica, dolencia fantasma que Calderón ha estado esgrimiendo como un arma en su campaña para expulsar a la Marina de Vieques. Calderón y los doctores de la Escuela de Medicina de Ponce atemorizaron a la población de Vieques haciéndole creer que los cañonazos de la Marina -que se producen a 10 millas de distancia- dañan los corazones de los pescadores de Vieques.

Calderón y el arquitecto de su teoría de la enfermedad vibroacústica, Richard Copaken, cotizado abogado de Washington D.C., convencieron a la población de Vieques de que las ondas sonoras de los bombardeos de la Marina viajan grandes distancias bajo el agua provocando en todas las personas que se encuentran en el agua un efecto tipo jacuzzi, que habría dañado sus órganos internos. En medio de un ambiente hostil a la Marina, la escuela médica de Ponce revisó a un grupo de 53 pescadores profesionales de Vieques y a un grupo de control de 42 pescadores de Ponce.

Los doctores de Ponce, en un informe de enero de 2001 que tuvo amplia difusión, dijeron que los pescadores de Vieques mostraban anormalidades en el corazón vinculadas con los cañoneos mar-tierra de la Marina. Los doctores compararon ecocardiogramas de los dos grupos y llegaron a la conclusión de que los pescadores de Vieques presentaban anormalidades valvulares sustanciales y engrosamiento de la membrana del pericardio.

El estudio encendió una furiosa respuesta en Vieques y también en Puerto Rico. Calderón dirigió un vasto coro de críticos que afirmaban que la Marina estaba perjudicando la salud de los residentes de Vieques. Los desmentidos de la Marina fueron sofocados por la emoción del momento.

En respuesta, el saliente presidente Clinton le pidió el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU. que investigue las conclusiones del estudio. Ese pedido fue derivado a la Agencia federal para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades (ATSDR, sigla en inglés) , y a la sección de enfermedades cardiovasculares del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades.

Mientras tanto, la información de Ponce fue revisada por la Clínica Mayo, reconocida por su pericia en la lectura de ecocardiogramas.

La ATSDR reunió un panel de cardiólogos y epidemiologistas reconocidos internacionalmente para revisar los datos de la escuela médica de Ponce. Estos se reunieron con los doctores de Ponce el 12 y 13 de julio en San Juan y produjeron el informe que fue dado a conocer el martes, a sólo dos semanas de la realización del referéndum sobre el futuro de la Marina en Vieques.

El panel revisor estuvo integrado por ocho especialistas en cardiología, ecocardiología y epidemiología. Cuatro pertenecían a universidades estadounidenses, dos eran de México y dos de España.

Entre los descubrimientos del panel revisor, detallados en el resumen del informe, se establece que ni en la información aportada por Ponce ni en la revisión de la clínica Mayo se encontraron engrosamientos anormales del pericardio en los pescadores. Aunque el grupo de Ponce llegó a la conclusión de que los pescadores de Vieques tenían pericardios más gruesos, los investigadores de la clínica Mayo no encontraron una diferencia estadística significativa entre los dos grupos.

La principal conclusión del panel, de acuerdo con el resumen, fue "que ni las lecturas de Ponce ni las de Mayo contienen información que indique un problema cardíaco en los pescadores de ambas localidades".

Esa sucinta declaración echó por tierra la teoría de la enfermedad vibroacústica sostenida por Calderón. El informe atribuyó la diferencia en los hallazgos de los dos grupos a errores de medición en las máquinas usadas para realizar los ecocardiogramas.

Calderón ofreció su propia interpretación sobre una noticia que amenazaba con minar su credibilidad. La gobernadora manifestó estar complacida porque el estudio no encontró problemas cardíacos entre los pescadores de Vieques. "Con respecto al único aspecto evaluado por el panel, que es un aspecto parcial, parece ser positivo para los viequenses, lo que debería satisfacer a todos", expresó.

Calderón también declaró que no había provocado una alarma indebida con su difundida denuncia sobre la enfermedad vibroacústica supuestamente causada por la Marina. Sostuvo que simplemente actuó conforme a la información científica disponible en ese momento.

El anuncio de la revisión del estudio cardíaco no tendrá mayor impacto sobre la posible retirada de la Marina de Vieques, tema que ha sido totalmente opacado por los eventos del 11 de septiembre.

El verdadero daño lo sufrió la credibilidad personal de Calderón, quien apostó fuerte al resultado del estudio.

Robert Becker, Editor General de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Puede escribírsele directamente a la siguiente dirección: dkarle@coqui.net

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