Los autos de procesamiento federales por corrupción contra el representante Edison Misla Aldarondo han sacudido la ya vapuleada imagen del Partido Nuevo Progresista y del Partido Republicano de Puerto Rico. Misla es la principal figura de ambas organizaciones, y la continua publicidad sobre sus problemas legales será difícil de sobrellevar en los meses venideros.
Misla y otras cuatro personas fueron arrestados el 26 de octubre bajo cargos federales relacionados con la venta de un hospital público de la localidad de Manatí, en la costa norte. Misla, que fue liberado con una fianza de $ 600 mil, fue acusado de extorsión, conspiración, lavado de dinero y manipulación de testimonios. También fueron procesados por la estafa, que supuestamente tuvo lugar durante la administración del gobernador Pedro Rosselló, el ex asesor legal del Departamento de Salud del Estado Libre Asociado y tres individuos que compraron las instalación de Manatí.
Los actos de procesamiento bosquejan el supuesto ardid por el cual Misla y el asesor legal recibieron un pago de $258.548 por facilitar la compra del hospital. Los problemas legales de Misla pueden empeorar, ya que un gran jurado federal está investigando por separado su supuesta participación en una maniobra de retorno similar en la adquisición del Hospital Regional de Arecibo.
La prensa puertorriqueña, conocida por su imparcialidad contra las figuras estadistas, espera poder regodearse con el juicio de Misla. Además, el sensacionalismo del caso aumenta por las grabaciones secretas del FBI, en las cuales Misla se jacta de que sus conexiones políticas le permitirán salir airoso de las investigaciones federales. En una grabación, Misla alardea de poder conseguir la ayuda de "el viejo" -Luis Ferré, el reverenciado patriarca del Partido Republicano de Puerto Rico- para interceder ante la administración Bush. La esperanza de Misla, que nunca se materializó, era que Ferré usara sus influencias para reemplazar al agresivo fiscal estadounidense Guillermo Gil, por un acusador mas complaciente.
Con su característico aplomo, Misla negó todos los cargos y afirmó a la prensa que los cargos federales eran simplemente versiones editadas de los "capítulos de una larga novela".
Durante años, Misla ha sido un hombre clave del pequeño Partido Republicano de Puerto Rico. Es uno de los tres miembros del comité nacional que tiene la isla, los otros son Zori Fanalledas, la mujer del acaudalado empresario Jaime Fonalledas, y Ferré, quien además es presidente del partido.
Misla alcanzó el pináculo de su carrera política con su ascenso a Orador de la Cámara de Representantes en 1997, al comienzo del segundo mandato de Rosselló. Misla se inició en la política como activista estadista en la Universidad de Puerto Rico en la década del 60, durante la cual los discursos políticos tomaban forma de bombas Molotov y disparos. El impredecible Misla sucedió a Zaida "Cucusa" Hernández Torres, quien renunció a su puesto como Orador para competir, infructuosamente, contra Sila María Calderón por la alcaldía de San Juan.
El procesamiento de Misla no contribuirá -en el corto plazo- al esfuerzo del PNP por limpiar su imagen, seriamente manchada ante los ojos del público. Una ininterrumpida cadena de escándalos de corrupción condujo a la apatía a los partidarios del PNP y probablemente le costó a Pesquera la elección del 2000 contra Calderón. El procesamiento de Misla es un nuevo recordatorio del problema de corrupción del partido.
Para Pesquera, el procesamiento de Misla representa una oportunidad favorable. Tras perder la elección contra Calderón, Pesquera ha trabajado para eliminar a Misla de su puesto como líder de la minoría en la Cámara, pero fue bloqueado por la vieja guardia del partido.
Ahora, Pesquera, que ha reaparecido para retomar las riendas del PNP, se encuentra en posición de decir "se los dije" a los recalcitrantes estadistas que bloquearon su acción contra Misla. Pesquera ya ha reemplazado a Misla como líder de la minoría con el representante Aníbal Vega Borges, y está presionando a Misla para que renuncie a su banca por San Juan en la Cámara. Es su oportunidad para mostrarse como un cruzado reformista dentro del PNP.
El Partido Republicano de la isla también se verá salpicado por el escándalo Misla. El partido tuvo su cuota de disgustos. El ex senador Freddie Valentín, otrora fiel seguidor de Misla y activista republicano, fue procesado por un gran jurado federal en junio de 2000 por traficar influencias cuando era miembro del Senado de Puerto Rico. Se cree que Valentín ahora coopera con los fiscales federales en el caso contra Misla, su ex colega del PNP y del Partido Republicano.
El ex alcalde de Ponce, José Dapena Thompson, era una estrella en ascenso dentro del Partido Republicano de la isla, pero su carrera fue interrumpida abruptamente tras haber sido calificado como coautor en un proceso federal por malversación de fondos del HUD.
Robert Becker, Editor General de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Puede escribírsele directamente a la siguiente dirección: dkarle@coqui.net |