A un año de entrar en funciones, la administración de la gobernadora Calderón todavía es un trabajo por realizar.
Esto tiene que ver tanto con el enfoque de micro administración que Calderón tiene del gobierno como con eventos externos que afectan a Puerto Rico.
Calderón, la primera mujer que asume la tarea de gobernar la isla, se tomó su tiempo para nombrar el gabinete, ignorando las críticas por su lentitud en el proceso y afirmando que quería asegurarse de conseguir la persona adecuada para cada cargo.
Pero no ha parado de hacer ajustes. En el mes en curso, reemplazó a los titulares de Calidad Ambiental y de la Agencia de Administración de Emergencias del Estado.
Otros cambios importantes incluyen al nuevo superintendente de policía y al nuevo responsable del Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente.
Esto ha perjudicado a la gobernadora, dando la apariencia de ejercer un "gobierno improvisado", expresión tomada de uno de sus oponentes políticos. El hecho de que uno de estos puestos no cubiertos sea el de secretario de prensa con dedicación exclusiva, vacante durante todo el primer año de mandato de Calderón, contribuye a que su administración proyecte una apariencia caótica.
Calderón también gastó muchas energías durante su primer medio año de gobierno en el tema de Vieques. Buscando obtener una rápida retirada de la Marina, presionó en el campo de las relaciones públicas, políticas, legales y en el frente de la salud y del medio ambiente.
A pesar de que fue criticada como un derroche de dinero, su convocatoria a un referéndum en Vieques sirvió para un propósito concreto: decirle al mundo cómo se sentían verdaderamente los residentes de Vieques acerca de la presencia de la Marina. La consulta acabó con los argumentos de aquellos que sostenían que las protestas eran organizadas por agitadores externos y que la mayoría de los residentes realmente apreciaba a su poderoso vecino.
Pero justo cuando parecía que Calderón instalaría a Vieques como un tema de debate nacional, los ataques terroristas del 11 de septiembre convirtieron sus intentos en un esfuerzo fútil. Ahora, la fecha más cercana posible para la retirada de la Marina es el 1º de mayo de 2003, y sin más garantías que la palabra del presidente.
Y a pesar de sus esfuerzos, el movimiento "paz para Vieques" parece estar desilusionado con su manejo de la cuestión. Esta semana, Calderón enfureció a los líderes de Vieques una vez más al anunciar que no reducirá la presencia policial adicional, a pesar de el Congreso aniquiló el acuerdo Rosselló-Clinton, que requería que el ELA custodiara el perímetro de Campamento García.
Otro tema importante en su victoriosa campaña para la gobernación fue la lucha contra la corrupción pública. Su administración se ha mostrado dispuesta a atacar el problema, y el Departamento de Justicia local se ha lanzado a la caza de supuestos delincuentes de todas las banderías políticas.
Pero en esto también padeció contratiempos, una corte federal sentenció que su Comisión Blue Ribbon violaba el derecho al debido proceso de las personas sometidas a investigación. Si la decisión judicial termina protegiendo a los investigados de futuras acciones legales, tendría resultados desastrosos, menoscabando el celo con el cual la administración a prometido barrer la corrupción.
Calderón se hizo cargo de La Fortaleza en un momento en el cual la economía nacional y la local comenzaban a enfriarse y se anunciaba una serie de cierres de plantas entre fines de 2000 y el primer semestre de 2001.
Como resultado, Sila ha sido muy criticada en lo económico. Pero Calderón, conocida como una recia administradora de negocios, también hizo algunas cosas.
Se embarcó en una nueva estrategia -enmiendas a la Sección 956- a fin de conseguir nuevos incentivos fiscales federales para que las empresas se establezcan en Puerto Rico. También convirtió en ley una serie de nuevos incentivos locales, que van desde tasas preferenciales para utilidades hasta el arancel cero para negocios "estratégicos" que abran en Puerto Rico y que puedan generar una actividad económica significativa.
También prometió avanzar a todo vapor con un puerto de transbordo que ha estado en discusión durante años y que podría representar una nueva actividad económica.
Aunque todavía es criticada por hacer lo suficiente en este frente -algo común en la política de Puerto Rico- los ambientalistas no piensan lo mismo, horrorizados por la extensa revisión de regulaciones que afectan a los negocios, efectuadas por agencias del gobierno
Calderón también ha adelantado ciertos proyectos por los que tiene especial interés, tales como una oficina de Comunidades Especiales que supervisará la erogación de $ 100 millones durante dos años en las comunidades más pobres de la isla. Otra programa, con gastos adicionales para los cofres del gobierno, extiende los horarios de las agencias gubernamentales que atienden al público. El éxito o el fracaso de tales iniciativas permitirá en buena manera definir a la administración Calderón.
Pero ha dejado de prestar atención a todos los temas vinculados con el status, una estrategia que sólo puede durar hasta el próximo verano, cuando el ELA cumpla su 50 aniversario y una prometida comisión formada por miembros de todas las extracciones políticas comience sus deliberaciones sobre la mejor manera de resolver el dilema del status de la isla.
Calderón ya se ha enfrentado con el presidente del Senado Antonio Fas Alzamora y con el orador de la Cámara de Representantes, Carlos Vizcarrando y otros dirigentes del PPD sobre temas relacionados con privatizaciónes, la imposición del español como lengua oficial y otras materias. Pero la gran batalla con los líderes legislativos y los miembros del ala autónoma del PPD, que apoya la libre asociación con los Estados Unidos, podría producirse este verano, cuando comiencen las discusiones programadas.
Calderón, que insiste en que el ELA es un "pacto bilateral" entre los Estados Unidos y Puerto Rico, tiene diferencias reales con el ala autónoma acerca de hacia dónde debe ir Puerto Rico en lo que respecta al status. Pero no podrá posponer la discusión más allá del próximo verano.
En consecuencia, podría resultar dificultoso para Calderón balancear la cuestión del status, para no mencionar el siempre candente tema de Vieques, con prioridades como la economía.
Calderón llegó al poder diciendo que traería un nuevo estilo de gobierno a Puerto Rico, en lugar de prometer la realización de grandes reformas como su predecesor Pedro Rosselló, que emprendió proyectos de infraestructura de gran escala, radicales privatizaciones y reformuló el sistema de salud de la isla.
El nuevo estilo prometido por Calderón buscó gobernar por consenso, puso sobriedad en las finanzas del gobierno y tomó una posición principista contra la corrupción. Y ha demostrado ser flexible en temas como Vieques y la economía.
Sin embargo, buena parte de los primeros meses de su administración se gastaron en denunciar el fuerte endeudamiento y los supuestos errores contables cometidos por la previa administración.
Su decisión de derogar la anulación de un tributo al matrimonio, que debía entrar en vigor este año, podría convertirse en su Waterloo político. Tomó la medida basándose en el inestable estado de las finanzas heredado del gobierno anterior.
Demasiado a menudo durante su primer año en el poder, la Administración Calderón ha dado la impresión de mirar más hacia atrás que hacia delante, y sectores del electorado ya se han dado cuenta de ello.
No obstante, si parte de sus iniciativas económicas da fruto, si el sistema de salud se mantiene a flote, si se implementan las reducciones impositivas y son completados los grandes proyectos de infraestructura, como el Tren Urbano, la Administración Calderón será juzgada como un éxito.
Pero la transición de Calderón de candidata a gobernadora ha terminado. Si sus planes en diversas áreas demuestran ser exitosos, los votantes de Puerto Rico sabrán quién es el responsable y emitirán sus votos en consecuencia en la próximas elecciones.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |