 Incluso en Puerto Rico, de gran intensidad política, la carrera gubernatorial del año 2004 se está convirtiendo en una rareza.
Cuando aun faltan tres años para las votaciones, los candidatos que la encabezarán y las principales cuestiones ya han ocupado el centro de atención.
Existe un desacuerdo entre los veteranos observadores políticos sobre la razón de la campaña haya florecido tan pronto, pero están de acuerdo en que es la primera vez que esto ocurre.
Y a menos que se produzca un cambio dramático - lo que siempre es posible en la política de Puerto Rico - las elecciones del año 2004 se están convirtiendo en una réplica exacta de las elecciones del año 2000, con la gobernadora Calderón enfrentándose al presidente del Partido Nuevo Progresista, Carlos Pesquera, y a quienquiera que se presente por el Partido Independentista Puertorriqueño ocupando un lejano tercer puesto.
Lo que resulta interesante, muchas de las cuestiones que van a dominar el debate del año 2004 son las mismas cuestiones que formaron parte de las elecciones del año 2000 - el siempre candente tema de Vieques, la economía y el crimen y la corrupción.
De esos temas, la economía será la que probablemente decida las elecciones. Ni Calderón ni Pesquera pueden atribuirse una victoria sobre Vieques, y en tanto que el PNP da una imagen de mayor dureza en la lucha contra el crimen, el PPD ha mostrado una mayor resolución en perseguir a los delincuentes que roban al gobierno.
Independientemente, las bufonadas propias de un año electoral que han estado produciéndose últimamente han hecho que inluso los sanjuaneros menos entusiastas comprobasen sus calendarios para ver si las elecciones estaban más cerca de lo que pensaban.
Un sábado del mes pasado, se celebró una concentración del PPD para recaudar fonodos y otra del PNP a favor de Estados Unidos, dando a la ciudad - con caravanas de coches haciendo sonar sus bocinas y calles cortadas por el fervor político - la sensación de presenciar el duelo del cierre de campaña tres años antes.
Este mes, la Fortaleza publicó un grueso informe de los "logros" de la administración Calderón durante su primer año en poder. Un año y un día después de haber jurado su cargo, la gobernadora esbozó su agenda para el año 2002, resaltando su labor para eliminar la corrupción en el sector público y estimular una economía en recesión.
Pesquera, entretanto, condenó la "ineficacia, parálisis e inseguridad" de la administración Calderón y dijo que la "falta de capacidad" de la gobernadora era el denominador común de sus errores.
Echándole la culpa de todo a la gobernadora, desde el declive de la producción industrial hasta el hecho de que el Congreso eliminase partes del acuerdo Vieques de 2000, dijo que no podía encontrar nada positivo que la administración hubiera hecho en su primer año.
Calderón replicó a Pesquera que su PNP había sido negligente en la lucha contra la corrupción, "tanto si se trata de robar, de no cumplir con el trabajo o de cobrar servicios que deberían ser facilitados como servicio público". "Posiblemente Pesquera no comprende lo que significa gobernar un país," dijo.
Queda por ver si los ataques políticos entre ambos van a continuar durante tres años y si los cuidadanos de Puerto Rico podrán soportar este constante ruido.
Pero tanto Calderón como Pesquera ocupan el primer puesto de sus partidos en este momento - y los candidatos oportunistas tendrán muchas dificultades para desbancarles.
El regreso de Pesquera a la vida política - dimitío de la presidencia poco después de su derrota gubernatorial - puede tener su origen en su aparición en julio en una reunión pública pro-estadadidad en Bayamón celebrando el nacimiento del Dr. José Celso Barbosa.
Preocupado por la atención que recibía Pesquera, el antiguo Presidente del PNP Leo Díaz ordenó las primarias del partido para elegir un líder nuevo, y nadie retó a Pesquera cuando se presentó como candidato.
Pero Pesquera fue un paso más allá, no solo al anunciar que asumiría la presidencia del partido, sino que también pretendía ser el candidato del PNP en el año 2004. Lanzarse tan pronto a la arena supone un riesgo para Pesquera. Sus razones para presentarse tan pronto son dos. Creía firmemente que con una economía estancada y la administración Calderón cometiendo errores de novatos a lo largo de su primer año, la persona que el PNP presentase como candidato tendría una buena oportunidad de recuperar la Fortaleza.
La segunda razón para anticipar este anuncio se debe a que, con todos los miembros del PNP pensando de modo similar, quería tomar la delantera a los rivales dentro de su propio partido.
Nadie puso jamás en duda que Calderón se presentaría a la reelección, pero la razón de que lo anunciase en noviembre después de una reunión de la junta del PPD sorprendió a muchos. Los aliados políticos señalan a su reciente divorcio y a su empeño por demostrar al público que los acontecimientos de su vida privada no la distraerían de sus metas políticas.
Pesquera, claro, está más expuesto a ser retado que Calderón, ya que ésta ha vencido a la oposición de dentro de su partido y está segura de presentarse a la reelección.
Pero si el actual debate político continúa sin tregua y los candidatos se queman ante los votantes de Puerto Rico, lo que puede ser malo para Pesquera podría ser bueno para el partido.
El Vocero comenzó a publicar esta semana una serie de artículos citando fuentes no identificadas, criticando el liderazgo de Pesquera - señal segura que ya se planea un golpe potencial.
La mayoría señala al alcalde de San Juan, Jorge Santini, que ocupa el segundo lugar en el PNP, como el principal candidato como rival de Pesquera para la nominacón del partido.
Pero tras prestar los servicios durante siete años como secretario de transportes y supervisar algunos de los principales proyectos de infraestructura de Puerto Rico, Pesquera sigue siendo el más firme candidato que tiene el PNP en este momento.
Y aunque en el año 2000 era un novato en política, está dando muestras de adquirir nuevas habilidades políticas y los reporteros especializados en la política han observado que se le ve más cómodo en público y hablando ante multitudes, que durante su campaña.
Pero Pesquera necesita mantener su candidatura viable durante tres años sin la ventaja de ocupar un cargo público.
Parece muy decidido, y falta le hace, porque se trata de una hazaña que nunca se ha logrado antes en la política puertorriqueña.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |
