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PUERTO RICO HERALD

Base Naval de EE.UU. de nuevo en las noticias —y no es Vieques


18 de enero de 2002
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En 1494 cuando Cristobal Colón pasó la noche del 30 de abril anclado en una amplia bahía en la costa sureste de Cuba la llamó "Puerto Grande". Las decenas de miles de soldados y marinos de los Estados Unidos que han pasado por sus orillas en el último siglo han llamado la base el "Gitmo". Pero, no importa el nombre, la Base Naval de los Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo, Cuba, ha sido un lugar controvertido durante décadas y ahora se encuentra nuevamente en los noticieros porque se está convirtiendo en un centro en encarlamiento e interrogamiento para prisioneros Al Qaeda y Talibán capturados durante las operaciones militares en Afganistán.

El gobierno de los Estados Unidos está preparando una parte de la instalacion de 45 millas cuadradas como lugar para detener individuos que se consideran entre los más peligrosos de los "detenidos en batalla". Cuando The Herald preguntó a un funcionario del Pentágono por qué se había escogido la Base de Guantánamo, repitió lo que el Secretario de Defensa Donald Runsfeld dijo a la prensa, que es el "menos malo de los lugares". En la actualidad hay mas de 100 detenidos temporalmente en celdas abiertas de 6 pies por 8 pies, pero más de 300 detenidos llegarán en las próximas semanas. La instalación permanente que se está construyendo en la base podrá recibir hasta 2000 detenidos.

Según el New York Times, soldados de bases militares en los Estados Unidos están llegando a la instalación, conocida como "Camp X-Ray", para ayudar en la construcción de las celdas y aumentar la fuerza de seguridad en el área. Entre los grupos de nuevas tropas que ya se encuentran ahí, o están prontos a llegar, hay personal de la policía militar proveniente de la Base Naval de Estados Unidos en Roosevelt Roads, Puerto Rico.

La Base de Guantánamo en Cuba es una anomalía en el inventario de las bases militares de los Estados Unidos en el extranjero porque se encuentra dentro del territorio soberano de un país con el cual Estados Unidos no tiene en la actualidad relaciones diplomáticas y, desde 1959 cuando Fidel Castro asumió el poder en La Habana, ha tenido una relación conflictiva con su liderazgo, en varias ocasiones llevando tanto al país huéspede como al invitado al borde de conflictos armados. Desde que Castro asumió el poder ha manifestado su oposición a una base militar de los Estados Unidos en territorio cubano, especialmente una que se encuentra en el entorno de lo que podría argumentarse que es la mejor bahía natural en las Antillas Mayores. Fidel se ha referido a la base como "una daga apuntando al corazón de Cuba" y a menudo ha tomado medidas para dificultar la vida de los norteamericanos sirviendo ahí. En el pasado, ha amedrentado a los empleados cubanos contratados en la base e interferido con el abastecimiento de agua para algunas de las 7 mil personas que viven en la base.

Después de la guerra Hispano-norteamericana se le entregó soberanía a los Estados Unidos sobre Cuba, Puerto Rico y otras ex-colonias españolas que fueron cedidas mediante el Tratado de París. Cuba se convirtió en un país soberano cuando dejó de ser territorio de los Estados Unidos convirtiéndose en una nación independiente. Subsiguientemente, cedió la jurisdicción de la Base Naval en la Bahía de Guantánamo mediante tratados que se describen más adelante en este artículo.

El líder cubano no ha expresado objeción alguna contra el actual uso de la base como área para el detenimiento de los prisioneros, pero en realidad, su oposición con toda seguridad no habría alterado los planes norteamericanos ya que, mediante tratado, los Estados Unidos tienen jurisdicción total sobre la base y todas las actividades que se realizan en ella. El gobierno de los Estados Unidos si proveyó detalles de la operación a las autoridades cubanas antes de la llegada de los primeros detenidos, aun cuando no tenía obligación alguna de hacerlo.

La Sección de Intereses Cubanos en la Embajada de Suiza en Washington hizo entrega de una declaración a The Herald reiterando la constante objección cubana a la presencia de la base en su territorio, pero añadiendo que "no podremos obstáculos al desarrollo de la presente operación". También dice que Cuba está dispuesta a cooperar de cualquier manera "útil, constructiva y humana que pueda surgir". A raíz de ese gesto de cooperación el Departamento de Estado de Estados Unidos informó que Estados Unidos agradeció a Cuba su oferta de asistencia médica indicando que se encuentran "plenamente capacitados para lidiar con la situación".

¿Cómo puede existir una relación tan poco común? La respuesta es a la vez simple y compleja. La respuesta simple es que Estados Unidos cuenta con derechos, por tratado, y esos derechos no pueden ser unilateralmente anulados por Cuba. Se torna compleja porque la versión final de ese tratado fue firmada cuando las relaciones entre los dos países eran mucho mejores y, desde que se rompieron relaciones al comienzo del régimen de Castro, la Naval de los Estados Unidos continúa su presencia en la base que se ha tornado estratégicamente importante y un gesto de desafío al gobierno de izquierda y comunista tan cerca al territorio norteamericano. Cuando la rivalidad de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética se encontraba en su punto máximo, Cuba contó con la presencia de bases militares de ambas potencias dentro de su territorio.

El tratado original entre los dos países fue firmado en La Habana y Washington en febrero de 1903 designando un territorio mayor al que actualmente ocupa la Base de Guantánamo para usarse para la "extracción de carbón o estación naval". De hecho, el acuerdo permíta a los Estados Unidos hacer "todo lo que fuera necesario" para operar la instalación como una base naval. El tratado fue anulado en mayo de 1934 mediante un nuevo acuerdo que reducía la cantidad de tierra que otorgaba el tratado original y contenía la siguiente declaración: "Mientras los Estados Unidos de América no abandonen dicha estación naval de Guantánamo, o los dos gobiernos no puedan llegar a un acuerdo respecto a la modificación de los límites actuales, la estación continuará estando en el área territorial que ahora tiene..."

El Artículo III del tratado se refiere a la soberanía y asuntos de jurisdicción acordados mutuamente. Mientras se reconoce la soberanía cubana sobre la tierra y aguas de la base, a los Estados Unidos se les confiere "completa jurisdicción y control" sobre toda actividad que se lleva a caba dentro de sus límites. El Pentágono ha indicado que no se descarta la posibilidad de tribunales militares para procesar a algunos de los detenidos, pero según las estipulaciones del tratado de 1934, los acusados se encuentran en un tipo de limbo jurídico donde, ni los tribunales federales de los Estados Unidos o los jueces cubanos, pueden intervenir en esos casos. El Sistema Federal de Tribunales de los Estados Unidos sólo tiene jurisdicción en áreas soberanas de los Estados Unidos, tales como los 50 estados, Puerto Rico y otros territorios norteamericanos, mientras que los tribunales cubanos deben, según el tratado, ceder jurisdicción al gobierno de los Estados Unidos en cualquier asunto que se desenvuelva dentro de la base.

Un dato curioso de la tensa relación actual entre "dueño y arrendatario" es que Cuba se rehusa aceptar el alquiler que se le debe. El tratado originalmente estipuló que los Estados Unidos tenían que pagar anualmente $2,000 "en monedas de oro" por el uso de la base. Eso luego se duplicó y el método de pago se cambió a cheques emitidos a nombre del "Tesorero General de la República de Cuba" (una posición que ya no existe). Pero desde 1959, el gobierno de Cuba se ha rehusado a hacer efectivos los cheques. Su posición es que la base es un "territorio ocupado ilegalmente" y debe ser revertido a Cuba. A la vez, es obvio que no se busca crear una situación difícil en torno a la Base de Guantánamo en estos momentos en que existen "diferencias tan graves entre las dos naciones". Mientras, el gobierno de los Estados Unidos está asumiendo una posición de "operaciones normales" en lo que respecta a los detenidos y se rehusa a involucrarse en discusión alguna sobre el tratado de noventa y nueve años con Cuba que rige el control de "Gitmo".

Las tensiones entre Cuba y los Estados Unidos asociadas con las instalaciones en la Bahía de Guantánamo contrastan con el debate sobre el uso de las instalaciones militares de los Estados Unidos en Puerto Rico, particularmente la base de capacitación de la Naval en la isla de Vieques. La jurisdicción de los Estados Unidos sobre la Bahía de Guantánamo se rige por una relación de tratado entre dos naciones soberanas, mientras que Puerto Rico se ubica bajo la Cláusula Territorial de la Constitución de los Estados Unidos. Contrario a la situación actual de la base en Guantánamo que sólo puede alterarse mediante mutuo consentimiento de las partes del tratado, Cuba y los Estados Unidos, el status de Puerto Rico está sujeto a poder pleno del Congreso de los Estados Unidos que puede actuar unilateralmente en todos los asuntos relacionados con Puerto Rico.

En mejores épocas, los diplomáticos cubanos y norteamericanos que firmaron los tratados que rigen la Base Naval en Guantánamo, no pudieron imaginar que habrían cheques sin cobrar, la construcción de una prisión de máxima seguridad y el encarcelamiento de sospechosos terroristas en el Puerto Grande de Cristobal Colón. La actual tensión entre las partes del tratado se deben a otros asuntos no resueltos que se remontan a la entrega a los Estados Unidos, por parte de España, de sus colonias en el Caribe y el Pacífico al concluir la guerra Hispano-Norteamericana en 1898.

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