 Anibal Acevedo Vilá se convirtió en el primer Comisionado residente en la historia de Puerto Rico en dirigirse a la Asamblea Legislativa el pasado Miércoles por la noche.
Pero utilizó este momento histórico para dar un repaso a los logros de su primer año en el cargo y no anunció nuevas iniciativas.
El discurso programado fue atacado por los oponentes políticos de los partidos Nuevo Progresista e Independentista Puertorriqueño como un despilfarro de fondos públicos en lo que sería fundamentalmente un discurso político, y la mayoría boicoteó el acto que costaba $30.000.
Tenían razón.
Acevedo Vilá comenzó su discurso criticando los antecedentes de su predecesor, Carlos Romero Barceló, por haber apoyado la estadidad y revocado los incentivos industriales para la isla tales como la Sección 936 y la Sección 30-A.
También acusó a sus predecesores de "mala administración y corrupción" lo cual fue motivo de que el Congreso congelara los fondos federales para el Tren Urbano así como millones de dólares para el Departamento de la Vivienda.
Entretanto, el Comisionado residente se atribuyó el mérito de todo lo bueno que había ocurrido en Washington durante el pasado año, tal como el hecho de que Puerto Rico esté siendo tratado de forma igualitaria con los otros 50 estados en el reparto de los fondos ‘Título 1’ para la educación, que supondrá millones de dólares adicionales para el sistema escolar de la isla.
En general, la asignación de fondos federales a Puerto Rico, aumentó durante el primer año en que Acevedo Vila ocupó el cargo. Pero atribuirse el mérito, en lugar de atribuirlo a la inflación, es como mínimo engañoso.
Entretanto, la lucha por la igualdad en los fondos para la educación se remonta al menos a hace una década y tanto Romero Barceló como su predecesor Antonio Colorado, estuvieron muy involucrados en la lucha.
No había nada que objetar al contenido en sí del discurso de Acevedo Vilá. Fue típico del giro político que los Comisionados residentes han estado dando durante años a los acontecimientos en la capital de la nación — atribuyéndose lo bueno y minimizando lo malo.
Pero debería haber prestado oídos a sus críticos y no haber pronunciado el discurso en el Capitolio.
"Si quieren jugar a la política, deberían montar un estrado delante de la sede del partido Popular Democrático en Puerta de Tierra y hacerlo desde allí," dijo el Senador del PIP Fernando Martín.
El Secretario del PIP para Relaciones con Norteamérica, Manuel Rodríguez Orellana, añadió: "Me imagino a un futuro Comisionado residente del Partido Nuevo Progresista haciendo lo mismo que tan duramente critican hoy sus líderes, citando el precedente de Acevedo Vilá."
La crítica más dura provino del Senador del PNP, Orlando Parga, que dijo que el cargo de Comisionado residente es una "vergüenza colonial" y debería ser eliminado.
"El discurso de Acevedo Vilá no sólo es ridículo, si no que desdora la Asamblea Legislativa y ofrece una actitud de sumisión colonial," añadió.
Incluso los legisladores del PPD prestaron un tímido apoyo. El Senador Eudaldo Baéz Galib dejo que no veía ningún problema en el discurso ya que "incluso los cantantes y los artistas van al Capitolio y hablan."
Resulta muy significativo que Acevedo Vilá tomase la iniciativa de ser el primer Comisionado residente en dirigirse a la Asamblea Legislativa, ya que se trata del primer puertorriqueño que ocupa este cargo que no ha instalado su residencia permanente en Washington.
Sus oponentes le han dado el apodo del "Comisionado no residente" ya que generalmente pasa en Washington de Martes a Jueves y el resto de su tiempo en San Juan.
Acevedo Vilá ha defendido su postura respecto al puesto, diciendo que la mayoría de los Representantes del Congreso viajan a sus distritos cada fin de semana.
Pero los críticos argumentan en su contra que la mayor parte de los representantes no representan a Puerto Rico, que no tiene noto en el Congreso y, por lo tanto, debe aprovechar toda la influencia que pueda recabar en la capital de la nación.
Por el contrario, Romero Barceló residía todo el tiempo en Washington, y utilizaba las horas fuera del trabajo para congraciarse con los otros miembros del Congreso. El mismo ha dicho que a menudo conseguía más en una cena con otros miembros que en reuniones formales en el Congreso.
Las diferentes posturas respecto al cargo de Comisionado residente adoptadas por Acevedo Vilá y Romero Barceló pueden explicarse, en parte, por sus ideologías políticas ya que Romero, al estar a favor de la estadidad, está mas dispuesto a participar plenamente en el sistema político de EE.UU. que Acevedo Vilá, más a favor del ELA.
Esta actitud se hace extensiva a la administración Calderón en su totalidad. Por ejemplo, no habrá ninguna resolución relacionada con Puerto Rico en la agenda de la reunión de invierno de la Asociación Nacional de Gobernadores que se celebrará este fin de semana.
Desde que Romero Barceló ocupó el cargo de Gobernador, y durante las sucesivas administraciones de Hernández Colón y Rosselló, el grupo de los gobernadores ha respaldado resoluciones apoyando que el gobierno federal permita al pueblo de Puerto Rico elegir su status político. Pero la resolución anual fue borrada de la agenda cuando la Gobernadora Calderón ocupó el cargo.
Romero Barceló fue justamente criticado por dedicarse demasiado a menudo a su propia agenda — que a veces parecía ser la estadidad a toda costa — durante sus ocho años en Washington, pero Acevedo Vilá podría aprender una o dos cosas de su habilidad para establecer alianzas políticas. Se podría argumentar que, como partidario del Estado Libre Asociado, debería haber aprovechado al máximo su calidad de representante en el Congreso para obtener los máximos logros para la isla.
Durante su primer año se produjeron algunos hechos positivos (paridad ‘Título 1’) y algunas cosas malas (la actuación demoledora del Congreso sobre el acuerdo de Vieques). Al final, el historial político de Acevedo Vila dependerá de lo que ocurra durante los próximos tres años de mandato — a pesar del control que pueda ejercer sobre los acontecimientos.
Pero las críticas lanzadas contra Acevedo Vilá esta semana son independientes del desempeño de su trabajo. Precisamente, debido a su condición de miembro del Congreso, no tiene porqué dirigirse al poder legislativo de Puerto Rico.
Al hacer esto, Acevedo Vilá sacó a la luz el extraño híbrido que resulta ser el cargo de Comisionado residente: en parte Congresista de los EE.UU. y en parte camarada en la carrera gubernamental.
Un hecho positivo que podría resultar es que Puerto Rico se empiece a replantear la forma de elegir a su único representante en el Congreso.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |
