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Puerto Rico Herald

Los puertorriqueños comparan con los mejores en el beisbol


12 de abril de 2002
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Al comienzo de cada temporada del beisbol, los 30 equipos de las grandes ligas publican la lista oficial de sus jugadores. Por lo general este no es un anuncio que se recibe con gran pompa. Después de todo, la temporada de biesbol dura seis meses y en ese plazo los jugadores van y vienen en una constante rotación entre las listas de jugadores activos, los que se han incapacitado y las ligas menores.

Sin embargo, en los últimos años, el día de apertura oficial de la temporada de las grandes ligas han estado llamando más la atención ya que un simple vistazo revela una explosión de jugadores internacionales. Ya es rutina encontrar superestrellas de Japón y Cuba, ex-jugadores de "cricket" australianos y una reserva aparentemente sin fin de nuevos talentos provenientes de la República Dominicana.

Este año la tendencia continúa. Casi 200 jugadores, representando 15 países extranjeros, vistieron los uniformes oficiales de los equipos el día de apertura oficial de la temporada. Con sólo unos 850 jugadores en las grandes ligas, el gran "pasatiempo norteamericano" está decididamente adquiriendo una imagen cada vez más diversa, multilingue y multicultural.

¿Qué papel juegan los jugadores puertorriqueños en estas estadísticas? Los puertorriqueños no son recién llegados al mundo de las estrellas del beisbol. Hace 30 años, Roberto Clemente, que abrió las puertas para el ingreso de muchos otros puertorriqueños, jugó su última temporada. Desde entonces, Clemente y Orlando Cepeda han sido incorporados a la Sala de la Fama y una generación de estrellas como Juan González, Iván Rodríguez, Roberto Alomar y Bernie Williams se encuentran en fila para unirse a la lista de galardonados en Cooperstown. Ya éste año, Carlos Delgado y Sandy Alomar han tenido un impresionante comienzo.

Sin embargo, pesar de eso, los puertorriqueños a menudo se ven relegados a posiciones de menor prominencia en los medios de comunicación que cubren los deportes. Sin falla, son agrupados con los jugadores "extranjeros" en los informes de prensa del beisbol a nivel internacional. Aunque, a raiz de quejas hace algunos años, estos informes ahora hacen referencia a los jugadores que provienen "de fuera de los 50 estados". No obstante, Puerto Rico, con 39 jugadores en las grandes ligas, es más o menos un caso aislado cuando se trata de territorios de los Estados Unidos que contribuyen jugadores profesionales de beisbol a la nación (con excepción de Calvin Pickering de las Islas Vírgenes).

El hecho que tantos puertorriqueños participan en ese desfile de apertura hace que la isla a menudo señale como uno de los principales "países" que envian jugadores a los Estados Unidos y Canadá a jugar beisbol. Entre esos países, sólo la República Dominicana (con 79 jugadores en las grandes ligas) cuenta con una representación más numerosa que la de Puerto Rico. Los otros que le siguen son Venezuela (38), México (18), Cuba (11) y Japón (11).

Pero Puerto Rico no es otro país y los jugadores nacidos en Puerto Rico no son extranjeros sino ciudadanos norteamericanos. Tal vez tendría más sentido comparar a los puertorriqueños en las grandes ligas con sus compañeros norteamericanos procedentes de los 50 estados.

El Herald ha analizado las biografías de los jugadores nacidos en Estados Unidos para determinar el estado de origen de cada atleta. Los resultados del estudio sugieren que los puertorriqueños son más que una simple representación de jugadores "internacionales"; también comparan con los estados más poblados y aficionados al beisbol en la nacion.

Analizando la participación puertorriqueña desde ese punto de vista, sólo cuatro estados han contribuido más jugadores este año que Puerto Rico a la lista de los equipos de las grandes ligas. California se vanagloria con 175 jugadores, seguida de Tejas (53), Illinois (42) y Florida (41). Cada uno de esos estados cuenta con poblaciones al menos tres veces más numerosas que Puerto Rico (California es nueve veces mayor). Cada uno de esos estados también sirve de sede a, por lo menos, dos equipos de las grandes ligas — en California son cuatro.

Si se toman en cuenta los otros cuatro estados con mayor número de jugadores en las grandes ligas, el patrón se torna incluso más significativo: Nueva York (33), Ohio (27), Georgia (26) y Pennsylvania (23), todos mucho más poblados que Puerto Rico y con las más prominentes franquicias de beisbol. No obstante ninguno de ellos cuenta con un número mayor de jugadores en las grandes ligas que Puerto Rico.

En último análisis, extranjeros y nacionales, nadie cuenta con una mayor proporción en la actualidad de jugadores en las grandes ligas que Puerto Rico. 39 de una población de 3.9 millones significa que hoy, 1 persona entre cada 100,000 en Puerto Rico es un jugador de beisbol en las grandes ligas (eso ni siquiera toma en cuenta los jugadores retirados o potenciales ingresantes a las pequeñas ligas). Sólo la República Dominicana se acerca a esas estadísticas.

En fin de cuentas, todos estos cálculos no son importantes. Los 39 jugadores puertorriqueños en las grandes ligas no necesitan una designación especial para demostrar cuán buenos jugadores son. No necesitan periódicos que les digan que son especiales, o que comparan de manera favorable con otros grupos de jugadores de los estados o cualquier otro país. Ellos demuestran su valor cada vez que ocupan sus posiciones en el campo de juego.

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