A simple vista, la decisión de la administración Bush de nombrar a un mejicano-americano del este de Tejas para ocupar el cargo de Fiscal de los EE.UU. en San Juan parece ser un gran error especialmente para un presidente que ya se prepara para hacer la corte al voto hispano cuando pida su reelección.
"¿Es que Bush no sabe cual es la diferencia entre un puertorriqueño y un mejicano?" fue la reacción de un veterano observador de la escena política local.
"¿No pueden encontrar a un fiscal cualificado de entre los casi 4 millones de puertorriqueños de la isla y los casi 3,5 millones de puertorriqueños que viven en los estados?" fue otra.
Hay que tener en cuenta el creciente número de puertorriqueños que viven en Florida central y la importancia del voto hispano en la carrera para la presidencial del año 2000 en ese estado al calibrar las posibles repercusiones del aparente error.
No se trata tan solo de que Puerto Rico cuente con que un puertorriqueño sea el principal fiscal federal de la isla. Salvo pocas excepciones, los Fiscales de los EE.UU. son del estado EN EL CUAL son elegidos para prestar sus servicios.
No obstante, viéndolo con más detenimiento, el paso dado por Bush parece puramente maquiavélico una forma brutalmente eficaz de soslayar las feas luchas internas de la política local.
En principio, este paso logró en cierta medida evitar la lluvia de críticas que eran de esperar en San Juan. Pero esta semana, se están alzando las críticas que incluso pudieran ir en aumento en contra de la decisión.
El cargo de Puerto Rico es uno de los últimos 20 que todavía están vacantes de los 93 cargos a lo largo y ancho de la nación, según el New York Times. El Departamento de Justicia de los EE.UU. recomendó el nombramiento de Humberto "Bert" García, un Fiscal de los EE.UU. del este de Tejas. Se supone que Bush deberá nombrar oficialmente a García este mes, en cuyo momento el fiscal comenzará sus nuevas funciones en San Juan.
Este paso va precedido por meses de especulaciones sobre quien sustituiría al Fiscal de los EE.UU. en funciones, Guillermo Gil, cuyo equipo de fiscales se ha convertido en algo parecido a "Los Intocables" en Puerto Rico por su actuación como parte acusadora en los casos de corrupción en el sector público, en muchos de los cuales se hallan involucrados funcionarios identificados con la administración del Partido Nuevo Progresista del anterior Gobernador Pedro Rosselló.
La gran noticia sobre la sustitución de Gil no es quien es el nuevo tipo, si no el hecho de que Gil permanecerá en San Juan como ayudante del Fiscal de Distrito de los EE.UU. y como numero 2 de la oficina de San Juan un motivo para no ofenderse porque un no-puertorriqueño logre el puesto.
La permanencia de Gil en San Juan resulta muy tranquilizadora para aquellos que desean que las investigaciones sobre la corrupción en el sector público continúen después de que un nuevo fiscal sea escogido para dirigir la oficina de San Juan.
Supuestamente, la Gobernadora Calderón y su Partido Popular Democrático han estado cabildeando a escondidas para hacer que Bush mantuviese a Gil en el cargo, pero los responsables de la administración han negado dicha información. No obstante, la Gobernadora ha alabado públicamente los esfuerzos de Gil, y no cabe duda de que sus continuos procesos contra personalidades públicas supuestamente relacionadas con el PNP es bueno para su futuro político y el del PPD.
De tal modo que los funcionarios de la administración no han protestado abiertamente por el anuncio, quizás contentos con que Gil se quede.
La mayoría de los políticos del PNP han rendido de mala gana tributo a Gil por la serie de éxitos conseguidos en sus procedimientos fiscales, pero también se han quejado de algunas de sus actuaciones, como por ejemplo la famosa ocasión en que nombró al PNP como el receptor de fondos obtenidos ilegalmente a través de la trama de extorsión de la Central de Cobro de Ingresos Municipales.
Pero los altos cargos del PNP Republicano se han tomado hasta ahora la noticia con calma. "Es un americano. Todos somos americanos. Es todo lo que tengo que decir," Dijo el Miembro del Comité Nacional Republicano, Luis Fortuño, al STAR de San Juan cuando le pidieron su reacción.
La razón principal por la cual los Republicanos locales no se estén quejando es probablemente porque la decisión de Bush les ha dejado en ridículo. Generalmente se consulta al liderazgo local del partido nacional en el poder cuando hay que ocupar tales cargos federales.
La persona que ellos habían elegido para el puesto, Gary Montilla, había retirado con anterioridad su candidatura a principios de año tras largas demoras en su nominación. Aparentemente, Bush estaba dispuesto a nombrar a Montilla a finales del año pasado, pero entonces se pilló al anterior Portavoz de la Cámara, Edison Misla Aldarondo, acusado en una trama de tráfico de influencias, alardeando en una cinta de investigación del FBI de que Montilla desviaría la investigación de sus asuntos.
Nadie creyó a Misla, pero los comentarios que fueron escuchados durante la vista para la fianza del anterior legislador, fueron suficientes para hundir el nombramiento de Montilla. Y, aparentemente, los Republicanos locales no pudieron encontrar ningún otro nombre que presentar.
No obstante, una fuente de información de los Republicanos en Washington, dijo a la prensa local que la administración Bush puede haber buscado fuera de Puerto Rico al fiscal federal intencionadamente debido a las investigaciones sobre casos de corrupción en el sector público que todavía continúan.
Pero el hecho de que ni el PNP ni el PPD se hayan quejado demasiado como consecuencia inmediata del nombramiento, parece indicar que el paso dado por Bush ha sido una forma inteligente de salir de un asunto problemático.
Pero esta semana, los descontentos se están dejando oír. Juan Torruella, un juez del 1er Tribunal de Apelaciones de Circuito en Boston dijo en una entrevista que "Hablando como ciudadano, estoy indignado."
"Este tipo de colonialismo político no podría ocurrir en ningún otro sitio bajo la jurisdicción de los EE.UU.," escribió el juez puertorriqueño en una columna de prensa. "Pueden estar seguros de que ni en Tejas ni en ningún otro lugar de os Estados Unidos se atreverían a imponer a la población local un fiscal lanzado en paracaídas desde Puerto Rico u otro sitio cualquiera."
El Senador del PPD, Eudaldo Báez Galib, que encabeza el Partido Demócrata de la isla, escribió una carta a Bush pidiendo que nombrase a un puertorriqueño para ocupar el cargo. Argumentó que "no hay una necesidad lógica para buscar fuera de Puerto Rico" a un fiscal general federal.
Queda por ver si estas voces de protesta lograrán tener la fuerza suficiente para frenar el previsto nombramiento de García.
Después de todo, Bush ni siquiera ha presentado oficialmente el nombramiento de García para el cargo.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |