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9 de agosto de 2002
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A medida que se acercan las elecciones de noviembre, 2002 en los Estados Unidos, comenzamos a ver el debate sobre el status de Puerto Rico apareciendo en los escenarios de las distintas campañas alrededor del país. Como la isla depende tanto de la influencia del Congreso de los Estados Unidos, los proponentes de los distintos partidos están ansiosos por dejar sentado desde ya sus posiciones, asegurándose que sus visiones en torno al futuro del territorio queda claro a los futuros integrantes de ese cuerpo legislativo. Incluso los candidatos de puestos estatales se han convertido en el objetivo de los cabilderos de la isla, especialmente en estados donde existen grandes concentraciones de puertorriqueños. Las contiendas por la gobernación en Nueva York y Florida son dos ejemplos.

El Gobernador Jeb Bush, que se ha postulado nuevamente para ocupar el puesto de primer ejecutivo de la Florida, está siendo cortejado por distintos grupos de activistas del status político de Puerto Rico. Por un lado están los que promueven la estadidad, que incluyen republicanos de la isla a funcionarios electos del Partido Nuevo Progresista (PNP); y por otro, la Gobernadora Sila Calderón que promueve el Estado Libre Asociado y sus ejércitos en las calles de Florida registrando votantes puertorriqueños en un esfuerzo nacional de $6 millones que lanzó unas semanas atrás en la ciudad de Nueva York.

Varios artículos en el Herald de esta semana describen lo más reciente en la competencia por lograr el afecto de Jeb Bush. Durante una actividad política en Kissimmee, Florida, varios proponentes de la estadidad de alto rango en la isla anunciaron su apoyo a la re-elección del Gobernador Bush, que con seguridad se enfrentará a la ex-Procuradora General durante el gobierno de Clinton, Janet Reno. En mayo de este año, la Gobernadora Sila Calderó anunció su apoyo al Gobernador Bush, tal como lo ha hecho para la re-elección de otros republicanos, incluyendo el Gobernador de Nueva York, George Pataki, y el Alcalde de esa ciudad, Michael Bloomberg. (Refiérase al Volumen 6, No. 21 "Calderón apoya a Jeb Bush")

Tal como indican los informes periodísticos mencionados, el Gobernador Jeb Bush es un candidato muy atractivo para muchos puertorriqueños, tanto en Florida como en la isla. Conoce bien los asuntos que atañen a Puerto Rico, tiene afinidad con la comunidad hispana, y cuenta con importantes números telefónicos de Washington en el sistema de discado rápido sobre su escritorio. Hasta ahora se ha mostrado reservado respecto a su posición en relación con el status de Puerto Rico, pero la preferencia de la familia Bush por el 51 estado de la nación en la región del Caribe es motivo de muchos rumores.