La Comisión Blue Ribbon de la gobernadora Calderón dejó caer una bomba esta semana al recomendar la posible demolición de un edifico de pisos de lujo recién construido en Puerta de Tierra, debido a supuestas irregularidades en la adquisición de los terrenos por parte del gobierno y la subsiguiente tramitación de permisos. Los hallazgos del grupo podrían dar lugar a una investigación más a fondo, pero la solución propuesta es un ejemplo patente de las interminables luchas políticas entre los partidos en Puerto Rico, y que adquieren prioridad ante el bienestar público.
El Comité Independiente de Ciudadanos para Investigar las Transacciones Gubernamentales, nombrado por la gobernadora Calderón, ha estado investigando las transacciones efectuadas durante la anterior administración del Gobernador Pedro Rosselló. Hasta el momento, este es su séptimo informe.
La gobernadora Calderón remitió los hallazgos del grupo sobre el proyecto del edificio de pisos Millennium al Departamento de Justicia para que fuera investigado. Al anunciar la medida, el presidente de Blue Ribbon David Noriega, que se presentó contra Rosselló bajo la bandera del Partido Independentista Puertorriqueño en el año 1996, dijo que si el departamento de Justicia encuentra que el proyecto viola la normativa de zonificación o presenta evidencia de tráfico de influencias en la obtención de permisos para el proyecto, el panel recomienda echar abajo el edificio y responsabilizar al propietario de los gastos de su demolición.
El panel no tiene reparos ante el hecho de que se está centrando en transacciones efectuadas bajo la anterior administración; dice que durante el mandato de Rosselló, valiosas propiedades del gobierno "fueron vendidas violando las leyes y reglamentos aplicables, causando graves perjuicios a las arcas públicas."
El panel, que también incluye a la anterior Interventora General Ileana Colón Carlo y a la antigua juez y secretaria de Justicia Carmen Rita Vélez Borrás, ha dado con interesantes hallazgos, buenas pistas para el Departamento de Justicia. Y ha sobrevivido a los retos que han presentado los tribunales federales a su existencia, habiendo encontrado el Tribunal de Apelaciones del 1er Circuito de Boston que Calderón tenía derecho a nombrar un comité y que por tratarse de un panel privado no se estaba privando a nadie de sus derechos procesales.
Pero aún así no puede desembarazarse totalmente de los viejos cargos de oportunismo político en sus investigaciones. El hecho de que el promotor inmobiliario de Millennium sea César Cabrera, un destacado defensor de la estadidad que es director ejecutivo del Partido Republicano en Puerto Rico, solo contribuye a esta sensación.
"Esto es una caza de brujas política" dijo Cabrera a los reporteros del informe, diciendo que solo se están centrando en él por estar relacionado con el Presidente del Partido Nuevo Progresista, Carlos Pesquera.
"Sería una locura por su parte echar abajo el edificio," dijo. Tiene razón en que sería una "locura" echar abajo el edificio. Pero lo que Cabrera no dice es que los viajeros suburbanos que pasaban a diario por el lugar de la construcción pensaban que era una "locura" construir un edificio de pisos de 16 plantas en lo que básicamente era una zona divisoria de la autopista.
Uno de los hallazgos de la comisión menos conocidos, y uno de los más importantes, se refiere a las cuestiones sobre la seguridad del acceso al edificio, construido entre dos carreteras de mucho tráfico que van a Old San Juan. Si esto se comprueba, habrá que abordar este tema.
En el informe también se incluía la acusación de que la propiedad tenía un valor real de $2 millones, $800,000 por encima del precio de compra de $1,2 millones. La discrepancia en el precio se hizo aún más evidente por el hecho de que el publico hubiera pagado la mayor parte de las carreteras de acceso al edificio. Entretanto, Cabrera dijo que su empresa inmobiliaria ganaría unos $64 millones en ventas por lo menos, antes de que se hicieran públicos los hallazgos del informe.
Pero el argumento central del informe es que el edificio es una "burda" violación de la normativa local de zonificación, que exige que los terrenos públicos se utilicen para edificios del gobierno proyectos de viviendas en la zona. El terreno había sido considerado anteriormente tanto como una estación de Tren Urbano como una ampliación del Tribunal Supremo. El informe también defiende que el área de zonificación exige edificios de no más de ocho plantas; el Millennium tiene 16. la senadora del PNP Norma Burgos, anterior presidenta de la Junta de Planificación, rebate esto diciendo que el edificio está dentro de los límites de altura establecidos en 140 pies sobre el suelo y en 170 pies sobre el mar.
No obstante, el verdadero problema es que el ELA de Puerto Rico ha estado violando "descaradamente" sus propias reglas de zonificación, por todas partes. Es un tema que necesita ser afrontado. Pero más de la mitad del problema podría resolverse mediante un cambio total en los reglamentos gubernamentales y en las agencias responsables de las mismas, tales como la Junta de Planificación y la Administración de Permisos y Reglamentos. Procesar a los promotores inmobiliarios por trabajar dentro de dicho marco parece ser casi irrelevante. Después de todo, el promotor inmobiliario del Millennium tiene todos los permisos correspondientes.
Si se demuestra que ha habido un verdadero delito, deberá procesarse a los que estén involucrados. Existen múltiples remedios además de echar abajo el edificio, lo cual solo perjudicaría a innumerables victimas inocentes, incluidas las familias que ya han adquirido uno de los pisos.
Y recuerden, el ELA adjudica todos los días a los empresarios negocios que parecen un verdadero robo, y ha estado haciéndolo desde los primeros días de la Operación Bootstrap. Esto por si solo no es motivo para entablar un proceso legal, pero sí debería ser objeto de un intenso debate público. Como crítico del proyecto que fui al principio, debo decir que me he dejado ganar por el elegante Millennium, que ha sabido encontrar su lugar en el perfil de Puerta de Tierra, un bello contrapunto al Caribe Hilton.
Echarlo abajo sería una estupidez. Especialmente cuando resulta tan inocuo comparado con los otros edificios de muchas plantas que amenazan con ser construidos, contra las objeciones de los residentes y las normativas de zonificación locales, junto a la línea costera de San Juan, que ya se encuentra oculto tras una muralla de edificios de pisos y hoteles en Condado e Isla Verde.
Quizá sea demasiado tarde para cumplir el sueño de un verdadero malecón en San Juan, una vista del mar a lo largo de la costa desde Old San Juan hasta Boca de Cangrejos una vista que el Millennium no afearía pero ya seria hora de que se impidiera a los responsables del gobierno conceder permisos que no estén de acuerdo con las normativas de zonificación.
Esta es la verdadera historia sobre el informe del Blue Ribbon, aunque sus miembros nunca lo han admitido.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |