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Después de todo, iba a ser un "coliseo", un edificio cuya designación se deriva de la raíz latina "colosseus" que significa "coloso". Iba a continuar la tradición del Coliseo Romano donde los desafortunados cristianos se enfrentaban a bestias salvajes y los emperadores reinaban supremos. Iba a ser, para esta isla caribeña, igual que el "coloso" de la antigua Rodas; un dios de bronce enmarcado en la entrada de su bahía. Se cuajó el cemento y erigieron las columnas, pero nunca se pusieron letreros anunciando el nombre de tan estelar construcción para los visitantes a la isla. La sede de futuras competencias, reuniones, celebraciones y arte sigue siendo una no-entidad... un simple Sr. X. "¿Cómo puede ser esto?", piensa para sí. ¿Cómo puede esta joya arquitectónica, palacio de hermosas líneas, acogedoras salas y espaciosos interiores, quedar sin nombre? ¡Despierta amigo! Esto es Puerto Rico. Los nombres todos tienen status político. Tus espirales están elevándose en una isla que todavía no sabe lo que es. Roma sabía. Las islas estados de Rodas lo sabían. Pero Puerto Rico juega-juegos y nombra-nombres como una excusa para decidir lo que es. Algunos piensan que, como territorio de los Estados Unidos y ciudadanos estadounidenses, Puerto Rico debería ser el estado 51 de la nación. Otros apenas unos pocos quieren que la isla se convierta en nación independiente. Y luego está el grupo de los creyentes en "lo mejor de los dos mundos". Quieren todo lo que tienen los estados y todo lo que tienen las naciones soberanas... y quieren que el Congreso se los dé. ¡Cuando las vacas vuelen! Pero no te desanimes Sr. X, a la larga recibirás un nombre. Ya varios se están considerando. El Presidente del Senado de la isla, Antonio Fas Alzamora, piensa que Puerto Rico es una nación y quiere que te llames el "Coliseo Nacional de Puerto Rico". La Gobernadora, Sila Calderón, a veces concuerda con él en cuanto a lo de nación, pero ha pasado ultimamente mucho tiempo en Washington proclamando su lealtad a los Estados Unidos y le preocupa cómo se recibirá en el Potomac eso de "nacional". Además, piensa que un nombre más corto sería más fácil de proyectar y mercadear a nivel internacional. Si se busca un nombre de compromiso, podrías convertirte en monumento a la fallecida Felisa Rincón de Gautier, o "Doña Fela" como se la conocía popularmente cuando era la legendaria Alcaldesa de San Juan en la década de los años 50 y 60. Puertorriqueños de toda convicción política la recuerdan con ternura. La mayoría de los demás íconos políticos de la isla ya cuentan con edificios y aeropuertos que llevan sus nombres. Uno de los que todavía esperan su monumento es Pedro Rosselló, bajo cuyo gobierno se dio inicio a tu construcción. Pero te sugiero que te olvides de ese nombre. Mientras la Sra. Calderón sea la que firme tu certificado de nacimiento, Pedro no será el que aparecerá como tu Papá. Luego está también la posibilidad de que sufras la misma suerte que muchos de tus hermanos en los Estados Unidos que llevan el nombre de una corporación auspiciante. ¿Cómo te suena algo así como el "Coliseo Bacardí"? Sin duda se consumirá mucho de su producto entre tus paredes. ¿Qué tal "Sala Pfizer", el fabricante de Viagra y otros fármacos que salvan vidas? Las posibilidades en ese campo son infinitas. Sólo tienes que fijarte en todos los nombres de empresas que aparecen en los camiones que transitan frente a tu inconclusa fachada. Cualquiera de ellas podría adoptarte y darte nombre y apellido. Mientras, no te desesperes y des por perdida la situacion. El gobierno de la isla donde te encuentras no está todavía en sus plenos cabales cuando de nombres se trata. Su nombre significa una cosa en español y otro totalmente diferente en inglés. De esa manera todo el mundo está contento. Antes de 1932 la isla se conocía como "Porto Rico" y, antes de eso, los viejos mapas la designaban como San Juan de Porto Rico. Esta semana hemos pedido a los lectores del Herald que te ayuden seleccionando entre varias alternativas para tu futuro nombre. Esperamos que quedes satisfecho con los resultados. De no ser así, no te preocupes. Es posible que en el plazo de tu vida te confieran varios nombres, es todo cuestión de chequera y política. ¡Lectores del Herald! Seleccionen un nombre para el "Sr. X"
(Residentes de EE.UU., favor de votar a la izquierda; residentes de Puerto Rico voten a la derecha)
Por favor, oprima aquí para sugerir sus ideas para futuras encuestas o "Temas Candentes" a tratarse.
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