REPORTE DE PUERTO RICO

La agridulce victoria de Vieques

por John Marino

17 de enero de 2003
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. JOHN MARINOPuerto Rico puede haber "ganado" una gran batalla la semana pasado cuando la Marina garantizó que había encontrado alternativas para reemplazar su disputado campo de bombardeo en Vieques después del 1 de mayo.

Pero ante la posibilidad de que la enorme Estación Naval de Roosevelt Roads en Ceiba se enfrente a un posible cierre, y el hecho de que el gobierno federal sigua manteniendo sus títulos de propiedad sobre casi la mitad del terreno de Vieques, hace que esta victoria tenga esta semana un sabor agridulce como mucho.

No se confundan al respecto. La decisión tomada por la Marina de dejar de utilizar su campo de bombardeo en Vieques debe considerarse una gran victoria -- Puerto Rico ha logrado que la marina cierre la "joya de la corona" de sus campos de tiro de entrenamiento, a pesar de todas las desventajas.

Pero como dice el dicho "hay que tener cuidado con lo que se desea."

Aunque la Marina ha dejado de bombardear en Vieques, persisten las dudas sobre el alcance de la limpieza prevista para el campo de tiro de munición viva en la isla costera, donde toneladas de bombas han sido lanzadas en el transcurso de seis décadas.

Se dispondrá de poco terreno adicional para el desarrollo de la isla costera, ya que el gobierno federal sigue siendo el propietario de 16.000 acres, casi la mitad de la isla. Lo cual es importante ya que su falta de desarrollo económico se ha achacado reiteradamente al control por parte de la Marina de los terrenos de la isla.

La mayor parte de la isla está destinada a convertirse en una reserva natural por parte del Departamento del Interior, una medida que claramente impide su desarrollo. Solo una pequeña parte del extremo occidental de la isla, cedida a la municipalidad, puede desarrollarse conforme a las actuales leyes federales.

Y la designación como " reserva natural" aplicada a gran parte del terreno puede sonar a favor del medioambiente, pero en realidad requiere un nivel inferior de limpieza que si el terreno fuera a ser usado a efectos del desarrollo.

Sin el uso de Vieques, la necesidad de la base naval de Roosevelt Roads ha sido cuestionada.

El Almirante Robert Natter, comandante de la Flota del Atlántico, dejó esto muy claro el día en que la Marina dijo que disponía de alternativas de entrenamiento que podría utilizar después del 1 de mayo.

"Sin Vieques, no hay ninguna razón para que yo necesite las instalaciones de la Marina en Roosevelt Roads. Es un gasto innecesario para el Departamento de Defensa y de los dólares de los contribuyentes," dijo a la Associated Press.

La carta del Secretario de la Marina, Gordon England, a la Gobernadora Calderón, informándola de la acreditación de la Marina de lugares de entrenamiento alternativos a Vieques, decía "pondremos fin a las operaciones en la Estación Naval de Roosevelt Roads relacionadas con los entrenamientos en Vieques."

La base aporta importantes cantidades de dinero a la isla, de vital importancia para la costa occidental subdesarrollada, donde se halla ubicada.

La marina dice que la base aporta más de $300 millones a la economía de la isla. Las últimas cifras, según la Marina, muestran 2.394 miembros del personal militar en la base, 1.374 civiles trabajando allí y 4.634 familiares que viven allí. Otras 995 personas están empleadas en la base como contratistas independientes.

Debido a que gran parte del personal vive en la base, su cierre podría hacer caer en picado el mercado de la propiedad inmobiliaria local.

"Mi casa de $120.000 vale ahora $80.000," dijo un residente de Fajardo tras leer los comentarios de Natter.

En vista de los difíciles momentos por los que pasa la economía de Puerto Rico, el cierre de la base está despertando incluso mayores temores entre muchos propietarios de viviendas y negocios, especialmente a lo largo de la costa oriental de la isla.

Y seguro que el Partido Nuevo Progresista se abalanzará sobre el espectro del cierre y lo convertirá en un tema para la campaña de las elecciones del 2004. No se trata solo la pérdida económica que representa el cierre de la base, si no el hecho de que una de las últimas e importantes instalaciones militares de los EE.UU. en la isla desaparecerá, lo cual llenará de temor a muchos defensores de la estadidad y populares conservadores ante el hecho de que los americanos estén arriando su bandera en Puerto Rico.

Esta es una de las razones por las cuales Calderón, en su primera aparición publica desde que la Marina hizo público que dejará Vieques, dijo que su administración cabildearía para mantener a la Marina en Roosevelt Roads.

"El pueblo de Puerto Rico no está interesado en el cierre de la base de Roosevelt Roads. El gobierno de Puerto Rico está interesado en que su base permanezca en Puerto Rico, por todos sus beneficios económicos," dijo la Gobernadora.

Pero la Gobernadora debería saber que no puedes cocinar el pastel y comértelo también.

Desde que el gobierno de Puerto Rico comenzase a presionar sobre los entrenamientos de la Marina en Vieques, la amenaza del cierre de Roosevelt Roads siempre fue una realidad.

Pero el anterior Gobernador, Pedro Rosselló, al decir que la situación de Vieques era una cuestión de derechos humanos, dijo que el fin de los bombardeos de la Marina tenía que tener prioridad sobre cualquier consideración económica.

Cuando Calderón asumió el cargo, pintó el tema de Vieques como un tema prioritariamente de salud, también por encima de consideraciones económicas.

¿Se marchará la Marina de Roosevelt Roads tras su retirada de Vieques? La decisión no tendrá lugar hasta el 2005, cuando está previsto que se celebre la siguiente ronda de Reajuste Y Cierre de Bases.

La pérdida de los campos de entrenamiento de Vieques sin duda reduce la utilidad de la base. Pero la Marina sigue disponiendo de un "campo de tiro exterior" consistente en 200.000 millas cuadradas de océano abierto en la zona, que ha sido utilizado para probar armas, maniobras de la flota y entrenamiento de submarinos. También hay instalada una amplia red de radar y comunicaciones. Y la base también es utilizada por otras entidades federales, pasando por unidades de Operaciones Especiales del Ejército, la Guardia Costera hasta la Agencia para la Lucha Contra la Droga.

No obstante, si la Marina zarpa de Roosevelt Roads o nó, solo se sabrá después de las siguientes elecciones gubernamentales.

Esto dejará libre al PNP y a su candidato — sea el que sea — para atacar a Calderón por alimentar el fuego creado por el asunto de Vieques por tratar de finalizar los entrenamientos de la Marina antes de la fecha del 1 de mayo, 2003 prevista en primer lugar por su predecesor. Lo hizo presentando demandas legales, desarrollando una agresiva campaña de relaciones publicas contra la Marina, y tomando otras medidas que pueden haber empeorado innecesariamente las relaciones entre Puerto Rico y el gobierno federal.

Si la Marina se va, Calderón será vulnerable a las acusaciones de que ella es la responsable de la pérdida de Roosevelt Roads — incluso si la decisión final de la Marina probablemente sea el resultado de sus propias necesidades internas más que de lo que cualquiera en San Juan haya podido hacer o decir.

En cuanto a su declarada intención de cabildear para que la Marina permanezca en la base por motivos económicos suena a intentos por agradar, tras la importancia que ella dio a poner fin a los bombardeos en Vieques.

Debería aceptar un consejo práctico de la Marina, que siempre vio a Vieques y a los terrenos de entrenamiento adyacentes como una parte integral del complejo de Roosevelt Roads.

El gobierno de Puerto Rico todavía tiene mucho trabajo que hacer respecto a Vieques, y debe equilibrar lo que hace falta hacer allí con los efectos negativos que la perdida del campo de bombardeo tendrá sobre Roosevelt Roads.

Pudiera ser que una menor presencia de la Marina en la base significase que lo mejor para Puerto Rico fuera luchar por unos términos equitativos del cierre en lugar de tratar de mantener abierta la base con una menor aportación a la economía local.

Es una nueva lección extraída de Vieques que todavía no se ha asimilado.


John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net

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