 Si algo demostró el anterior Gobernador Pedro Rosselló con su regreso a la isla la semana pasada, fue esto: sigue siendo una fuerza política a tener en cuenta.
Miles de seguidores — muchas estimaciones elevan la cifra a más de 50.000 —se presentaron el sábado para dar la bienvenida a casa al antiguo Gobernador.
Se agolpaban en las calles a lo largo de la zona metropolitana de San Juan — desde el aeropuerto internacional en Isla Verde hasta el estadio de baseball Hiram Bithorn en Hato Rey. Fue, según palabras de un comentarista político, la mayor concentración política en la historia de Puerto Rico, sin tratarse de un año electoral.
El anterior Gobernador demostró que durante su permanencia de dos años fuera de Puerto Rico no había perdido ninguna de las habilidades políticas que le catapultaron a La Fortaleza hace una década y le llevaron a una arrolladora victoria en la reelección de 1996 — convirtiéndose en el único Gobernador en la historia de Puerto Rico que ganaba unas elecciones con más de 1 millón de votos.
Rosselló sigue mostrándose como un orador directo, claro y con la habilidad de saber llegar a un amplio espectro del público. Y sigue siendo un maestro de los gestos sencillos, con la habilidad de animar a la multitud agitando el puño en el aire o levantando el pulgar en señal de victoria. Cuando bailó la macarena, la multitud deliraba.
Rosselló, además, también mostró no haber perdido su arrogancia — un rasgo que provoca los vítores de sus seguidores y los gritos de protesta de sus oponentes.
"Aquí estoy," Rosselló retó a sus oponentes y a los responsables del cumplimiento de la ley. "Si quieren detenerme, pueden detenerme."
El antiguo Gobernador no podía haber esperado un mejor recibimiento, y algunos próximos a él dicen que este desbordamiento de apoyo popular verdaderamente le emocionó. La reunión trajo a la mente las importantes convocatorias de la campaña de 1996, cuando el anterior Gobernador estaba en la cima de su popularidad.
Tras el regreso a casa de Rosselló, no debería quedar duda de que logrará ganar la nominación del Partido Nuevo Progresista y se convertirá en su candidato a Gobernador, aunque no está previsto celebrar unas primarias hasta noviembre entre el anterior Gobernador y el Presidente del PNP, Carlos Pesquera.
Pesquera persiste en continuar en la carrera, pero es poco probable que continúe en la contienda hasta noviembre. La mayoría de los líderes del partido han dado su respaldo a Rosselló. Lo que es aún más importante, el sábado fue una demostración de que los principales miembros de las filas del partido de la estadidad poyan al anterior Gobernador.
El poder político de Rosselló también se hizo evidente en la reacción de su principal rival político — la Gobernadora Calderón.
Cuando Rosselló anunció por primera vez su intención de volver a la escena política de la isla, Calderón dijo que sería una "aberración", dado el hecho de que él había supervisado "la administración más corrupta en la historia de Puerto Rico." Pero conforme la fecha del regreso de Rosselló se aproximaba, Calderón se negaba reiteradamente a hacer comentarios sobre el anterior Gobernador — una postura que sigue manteniendo hasta el día de hoy.
Su Partido Popular Democrático, no obstante, lanzó una serie de anuncios atacando la corrupción en la administración Rosselló. "Todo el mundo lo sabía excepto Rosselló," decían sus titulares. La fulminante campaña era un claro indicio de que el PPD se está tomando en serio a Rosselló.
La Gobernadora también hizo referencia esta semana a un informe redactado por su comité anticorrupción ‘Blue Ribbon’ al Departamento de Justicia sobre un posible procesamiento. El informe acusaba a responsables de la administración Rosselló de infringir la ley fiscal del ELA y usurpar el poder de la Legislatura al conceder millones de dólares en exenciones fiscales a compañías de la Sección 936 a cambio de aportaciones en efectivo a un fondo de desarrollo económico local.
No todo el mundo estaba contento con el regreso de Rosselló la semana pasada. Muchos personajes públicos y ciudadanos de a pie están horrorizados por la corrupción descubierta procedente de los años de Rosselló. Un grupo publicó un anuncio de campaña – que básicamente decía "Rosselló, vete a paseo" – que se centraba en los casos de corrupción entre los anteriores miembros de su administración.
De hecho, el sábado demostró que hay dos puntos de vista dispares sobre Pedro Rosselló. Sus seguidores le ven como un hombre de acción, que fue capaz de llevar a cabo enormes proyectos de infraestructura al tiempo que emprendía amplias reformas del gobierno, que vendía operaciones que perdían dinero, y rehizo la manera en que el gobierno prestaba los servicios esenciales, tales como la asistencia.
Los detractores, entretanto, ven al antiguo Gobernador como alguien que se había vuelto cada vez más autoritario e inflexible en el cargo. Aún peor, dicen que Rosselló, o bien hizo a sabiendas la vista gorda ante la corrupción que tenía lugar entre los miembros de su administración, o que era tan mal administrador que no tenía idea de lo que estaba pasando.
Después del sábado, parece como si el publico estuviera bastante equitativamente dividido entre estos puntos de vista contrapuestos sobre Rosselló. Serán unas elecciones reñidas y brutales. Calderón y su predecesor parecen realmente desagradarse mutuamente.
Calderón culpa a Rosselló de haber dejado intencionadamente el gobierno del ELA en un caos fiscal, sin mencionar su intento de ampliar su autoridad haciendo un montón de nombramientos para importantes entidades del gobierno en los días finales de su administración.
Rosselló, entretanto, cree que desde que asumió el poder, Calderón ha tratado sin necesidad de manchar su legado y destruir su reputación.
Los observadores políticos ya están preparándose para lo que dicen podría ser la más sucia de las elecciones hasta el momento.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |
