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11 de abril de 2003
Copyright © 2003 PUERTO RICO HERALD. Todos los derechos reservados. 
¿Quién encabezará la reconstrucción de Irak después de la guerra?

Ahora que las unidades militares de la "coalición de los dispuestos" (Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y Polonia) han sacado del poder en Irak al gobierno de Saddam Hussein y su Partido Baath, la atención se ha re-enfocado hacia la cuestión de quién controlará la reconstrucción de ese país. Esta semana los lectores del Herald pueden expresar su opinión al respecto. Las opciones que ofrecemos están extraídas de varios escenarios, desde la más extrema con los estadounidenses y británicos administrando el proceso, a una administración de las Naciones Unidas para asumir control tan pronto como se pacifique el país. Todo el mundo concuerda que las Naciones Unidas deben desempeñar un papel. La pregunta es: ¿qué papel y cuánto?

El gobierno de Bush admite que el establecimiento de la ley y el orden, junto con instituciones democráticas en Irak, tomará tiempo. Algunos calculan que podría ser hasta unos dos años. En la actualidad se mantiene que existen iraquíes capaces que pueden asumir posiciones de liderazgo rápidamente y ganarse la confianza del pueblo. Los críticos dicen que estos candidatos no contarán con credibilidad alguna y serán vistos como marionetas de las fuerzas ocupantes. Sólo el gobierno de Irak después de la guerra en manos de una entidad internacional, continúan los argumentos, podrá convencer a la opinión pública que la incursión militar de la coalición no fue otra cosa que la ocupación colonial de un país rico en petróleo. Ya la nueva entidad establecida por los Estados Unidos, la Administración de Reconstrucción y Asistencia Humanitaria, cuenta con un equipo de personas en el sur de Irak, esperando la oportunidad de comenzar a desempeñar sus labores.

El gobierno de Bush, consciente de la opinión pública internacional que podría tornarse desagradable si las políticas después de la guerra de los Estados Unidos asumen una naturaleza colonial, no está sin embargo dispuesto a darle a las Naciones Unidas una posición de prominencia en el proceso de reconstrucción. Esta actitud es el resultado de la oposición enfrentada en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, encabezada por Francia, Rusia y China, contra la resolución conjunta de Gran Bretaña -Estados Unidos para autorizar el uso de fuerza en Irak. También, importantes elementos de la base política conservadora del Presidente Bush ven a las Naciones Unidas con desdén. Por éstas y otras razones, el Presidente ha puesto énfasis en la importancia de retener estricto control, por parte de los Estados Unidos y Gran Bretaña, del proceso de reconstrucción después de la guerra. A la inversa, Tony Blair, asociado con los Estados Unidos en el conflicto, enfrenta serios riesgos políticos en su país si el proceso se percibe como una ocupación estadounidense.

Como la opinión pública en Gran Bretaña está fuertemente en contra de la participación que tuvo el país en la guerra, Blair y sus diplomáticos gestionaron con gran ahínco en el Consejo de Seguridad para que se aprobara la resolución. Cuando sus esfuerzos fallaron, Estados Unidos y Gran Bretaña se retiraron y abrieron sus planes de batalla. Los miembros opositores en las Naciones Unidas tildaron la acción contra Irak de violación a la Carta de las Naciones Unidas. Este es el dilema que enfrenta ahora la coalición encabezada por los Estados Unidos. No importa cuál haya sido la verdadera motivación tras la confrontación militar a Saddam, la coalición se percibirá en el mundo árabe y musulmán como un nuevo colonialismo si la ocupación militar dura mucho tiempo.

Es obvio que George W. Bush quiere dar a Tony Blair toda la proteccion política que sea posible. Se ha mantenido un decidido aliado de los Estados Unidos en la coalición y los dos se han reunido en repetidas ocasiones para acordar estrategias en la campaña contra Saddam, la más reciente en Belfast, Irlanda del Norte. La razón por la cual Belfast fue seleccionada como la sede de esa cumbre fue para poner de manifiesto los heróicos esfuerzos de Blair por reunir las facciones religiosas del conflicto en ese protectorado británico. También, los dos jefes de estado quería llamar atención a asuntos más allá de Irak y hacer pública su determinación de apoyar el proceso de paz para poner fin a la violencia entre israelitas y palestinos.

A medida que el Presidente George W. Bush y el Primer Ministro Tony Blair enfrentaron a los medios de comunicación después de su reunión de dos días en Belfast, el dilema sobre el grado de participación que habrá de tener las Naciones Unidas en Irak después de la guerra se convirtió en un asunto clasificado como "vital". Ambos jefes de estado dijeron que la cooperación de esa entidad sería "vital", pero ante las insistentes preguntas de los reporteros sobre qué exactamente significa el adjetivo en ese contexto, resultó obvio que Blair se siente mucho más cómodo con la probabilidad de un importante papel de las Naciones Unidas en la reconstrución de Irak que su invitado de Washington. Los observadores concluyeron que este asunto está muy lejos de haberse resuelto todavía.

Con los símbolos de poder de Saddam reducidos a escombros o pedazos de cartón incendiados y con el liderazgo en Irak en virtual caos civil, es evidente que, a corto plazo, los comandantes de la coalición comenzarán a imponer disciplina en los pueblos y ciudades de Irak. A medida que esto ocurre, podemos estar seguros de que se intensificará la participación internacional en la estabilización de Irak. Los proponentes de una participación más extensa de las Naciones Unidas argumentarán que previos gobiernos de los Estados Unidos han recurrido a las Naciones Unidas para mantener la paz y establecer instituciones democráticas, como recientemente en el caso de Kosovo. Los que se oponen a tal estrategia insistirán en que las Naciones Unidas mostró impotencia en sus esfuerzos durante 12 años en desarmar a Saddam y que sería igualmente ineficiente en el establecimiento de un sistema democrático en el Irak multi-étnico.

¿Qué piensa usted al respecto?

Asumiendo que la coalición desempeñe algún papel en la reconstrucción de Irak, ¿cuál preferiría usted que fuera el papel de las Naciones Unidas?

Pregunta de esta semana:
Asumiendo que la coalición desempeñe algún papel en la reconstrucción de Irak, ¿cuál preferiría usted que fuera el papel de las Naciones Unidas?

(Residentes de EE.UU., favor de votar a la izquierda; residentes de Puerto Rico voten a la derecha)

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E.U. . Residentes
<---->
. PR
31%
Las Naciones Unidas en un papel predominante 33%
51% Las Naciones Unidas en un papel secundario 48%
18% Sin participación alguna de las Naciones Unidas 19%
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