REPORTE DE PUERTO RICO

Un nuevo anteproyecto para el desarrollo económico de Puerto Rico

por John Marino

8 de agosto de 2003
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. Un informe realizado por un grupo conservador de expertos de los EE.UU. hecho público este mes llega a la conclusión de que muchos en Puerto Rico han empezado a darse cuenta de que-- "el mito sobre la indispensable relación entre los incentivos fiscales de EE.UU. y la supervivencia económica de Puerto Rico ha perdido su realce."

El informe de 45 páginas preparado por el Instituto para la Innovación de Políticas, con base en Tejas, arremetió contra las reducciones tributarias que han servido como base del atractivo industrial de Puerto Rico durante los últimos 60 años. También critica la presión de la administración Calderón para seguir con ellos al reemplazar las dobles reducciones tributarias de la Sección 936 y la Sección 30-A, cuya caducidad está prevista para el 2006, con una nueva propuesta de la Sección 956.

"Incluso si la propuesta a la reforma de la Sección 956 se promulga como ley, existen pocas probabilidades de que produzca una prosperidad duradera en la isla para el pueblo de Puerto Rico," escribió el economista Lawrence Hunter, autor del informe. Hunter es el principal economista de Empower America, el instituto de política republicano dirigido por el antiguo representante de los EE.UU. Jack Kemp y el antiguo Secretario de Educación William Bennett. También ha sido el principal economista de la Cámara de Comercio de EE.UU..

"Los sucesores propuestos para el subsidio fiscal de la Sección 936 siempre fracasarán ya que perpetúan la miope política de subvencionar a unas pocas grandes empresas fuera de la isla, primordialmente itinerantes, y en gran parte determinadas industrias sin construir una vibrante economía local con negocios, empresarios y puestos de trabajo indígenas puertorriqueños," sigue el informe. "Los programas de subsidio fiscal acumulan los beneficios fiscales sobre un muy reducido grupo de negocios fuera de la isla que hacen negocios en Puerto Rico y que ni crean empleo de amplia base para los habitantes locales ni incrementan la riqueza de la isla."

Los políticos de la estadidad se han lanzado sobre el informe como evidencia de que el status político del ELA ha fracasado en hacer prosperar el desarrollo económico de Puerto Rico. Y es cierto que muchos de sus principales hallazgos — tales como conceder reducciones fiscales federales y otras ayudas directamente a los individuos con baja renta, ancianos y discapacitados — harían a Puerto Rico más parecido a un estado al integrar un poco más la isla en el sistema fiscal de EE.UU.

No obstante, el informe parece ser igualmente crítico respecto a las reducciones fiscales industriales tales como el crédito salarial de la Sección 30. Un crédito salarial que los responsables del Partido Nuevo Progresista han seguido alabando como la mejor alternativa a la propuesta fiscal de la Sección 956. Y mientras el informe sugiere que se deberían eliminar las estipulaciones que Puerto Rico parece disfrutar como "jurisdicción especial," tales como la transferencia de la devolución fiscal sobre el ron, pide otras estipulaciones especiales para Puerto Rico, tales como que quede exento del requisito de que el flete oceánico entre puertos de los EE.UU. se efectúe en buques de EE.UU.

Sigue persistiendo el hecho de que el Informe silencia en gran parte la jurisdicción fiscal separada de Puerto Rico, que es uno de los mayores beneficios del actual status político para el desarrollo económico de la isla. Por lo cual, es una lástima que la Gobernadora Calderón haya minimizado la importancia de sus hallazgos.

Después de todo, incluso el anterior Secretario de Desarrollo Económico y Comercio, Ramón Cantero Frau, ha reconocido que un incentivo industrial federal ni aumentará ni acabará con la economía local. Cuando dejó su cargo el pasado diciembre, Cantero Frau minimizó el fracaso de la administración en conseguir la aprobación del Congreso de su plan 956, argumentando que la mayoría de las empresas manufactureras de la isla se han vuelto a incorporar como corporaciones extranjeras controladas, permitiéndoles beneficiarse de las reducciones tributarias que Puerto Rico sigue ofreciendo a los inversores del exterior.

Indudablemente, la recomendación del informe de aplicar en la isla los programas de Rédito Suplementario de Garantía y Crédito sobre Ingresos Percibidos– que transferirían a los residentes de Puerto Rico unos $2 mil millones – haría que el ELA pareciera más un estado. Pero sin duda sería bueno para Puerto Rico. No aplaudir tal recomendación es tan ridículo como pedir el fin de la autonomía fiscal de Puerto Rico, que también es buena para Puerto Rico.

El principal hallazgo del informe es que el intento de Puerto Rico por lograr el respaldo de Congreso para un nuevo incentivo fiscal para la isla con respaldo a nivel federal, no es el modo más efectivo de dar auge a la economía local. Cada vez más, el argumento adicional contra semejante plan es que resulta altamente improbable que sea puesto en práctica, dada la oposición del Congreso a programas que puedan ser criticados como beneficencia corporativa. Uno de los más destacados defensores del plan 956, el Senador de los EE.UU. Orin Hatch, R-Utah, ha retirado su apoyo recientemente.

Queda por ver si hay muchas probabilidades de que las recomendaciones de este informe – tales como la exención del Acta Jones y la extensión del Crédito sobre Ingresos Percibidos y el SIS – sean puestas en práctica por el Congreso de los EE.UU.

La verdadera lección es que Puerto Rico debería trazar su rumbo económico concentrándose en los sustanciales poderes locales de que dispone y el poder sustancial que tiene para influir en el panorama del desarrollo económico mediante el recorte de los impuestos locales sobre la renta, racionalizando el gobierno y aumentando su eficacia, entre otras medidas.

Hay amplio espacio para el debate sobre la conveniencia de que Puerto Rico conceda a las empresas reducciones tributarias por millones de dólares, mientras los residentes locales se ven abrumados por los impuestos y escasos de prestaciones. Aquí es necesario remover el debate sobre el bienestar corporativo. Y existen otras muchas estrategias que el gobierno de Puerto Rico podría utilizar para tratar de mejorar el desarrollo económico y permitir que los residentes puedan abandonar la nómina de la beneficencia.

Resulta interesante ver que un grupo local de expertos, el no partidista Centro para una Nueva Economía, ha pedido que el gobierno del ELA instituya un Crédito criollo sobre Ingresos Percibidos, como una buen modo de estimular la economía local y animar a los que tienen un empleo escaso o carecen de trabajo a mejorar su condición de vida. Como el crédito fiscal federal, proporcionaría un suplemento de ingresos para los trabajadores con baja renta que compensara los impuestos sobre la renta que normalmente adeudarían.

Algunos incluso dicen que el plan de Calderón de mil millones de dólares para la lucha contra la pobreza, que tiene como objetivo dar un impulso al gasto en infraestructura, vivienda y formación profesional en 686 de las comunidades más pobres de la isla, sería más eficaz en eliminar la pobreza si se gastara en financiar dicho crédito fiscal.

Otro de los principales hallazgos del informe es que " la situación sin resolver del status [político] sigue siendo un obstáculo para el crecimiento económico" de Puerto Rico.

Mientras que los políticos de aquí citarán esta frase para apoyar una resolución final del status político de Puerto Rico, puede tratarse de un llamamiento para algo que es más fácil de lograr — impedir que el debate sobre el status influya en la política de desarrollo económico, así como las críticas de dicha política por parte de los que no están en el poder.

El informe niega que propugne una formula de status político para Puerto Rico o que promocione "una agenda oculta en beneficio del logro definitivo de cualquier status político en particular." Los políticos locales deberían tomar la palabra del autor del informe sobre esta cuestión y comenzar a discutir sus recomendaciones.


John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net

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