El momento que definió la boda celebrada el miércoles de la Gobernadora Calderón y su anterior jefe de Desarrollo Económico, Ramón Cantero Frau, fue cuando la pareja bajó a la fiesta del pueblo en los jardines de La Fortaleza y repartieron pastel.
Tanto si fue visto como el toque final con estilo de una boda pública de buen gusto, o si encontraron excesivos los simbolismos de Maria Antonieta y una prueba de las tendencias aristocráticas de la pareja, resultó ser la imagen que la mayor parte de Puerto Rico sintonizó.
Fue el momento en que realmente las cámaras empezaron a disparar, captando a una radiante gobernadora ante un mar de rostros sonrientes, quizás en una de las últimas ocasiones. Y fue el momento en el cual la pareja encantó a Puerto Rico, codeándose con el público y la gente de la prensa.
La mayor parte de Puerto Rico aplaudió unos como señal de apoyo a su administración, otros contentos de que la gobernadora dejara el cargo. Los medios de comunicación estuvieron alimentando las ansias del público por conocer detalles sobre su vestido y el pastel, la lista de invitados y la celebración durante toda una semana antes del acontecimiento.
Podría haber sido el día perfecto para Calderón la mujer, y Puerto Rico, incluidos los oponentes políticos, es casi unánime en sus deseos de un brillante futuro para la pareja. Pero el día no dejó de tener sus reveses para Calderón la gobernadora.
Las críticas sobre la boda se han visto silenciadas por la percepción de que se trata de un asunto algo privado. Aunque esto podría ser cierto sobre la ceremonia en sí, al invitar al público a compartir el pastel, ser casados por el presidente del Tribuna Supremo e invitar a la ceremonia a todos los destacados miembros del gobierno y políticos del Partido Popular Democrático, Calderón y Cantero Frau crearon las condiciones para que el matrimonio quedara abierto al comentario del público.
Muchos críticos mujeres y hombres de todos los partidos políticos dijeron que el asunto tenía un poco demasiada pompa y boato para una pareja donde para ambos se trataba de su tercer matrimonio. Aunque la pareja se haya hecho cargo de los gastos, el Interventor General Manuel Díaz Saldaña dijo que investigaría si se habían malgastado fondos públicos debido a estas actividades principalmente a través del aumento en las medidas de seguridad necesarias para el acontecimiento y la masiva ausencia del trabajo ocasionada por la boda de un pequeño ejercito de cargos públicos.
A los oponentes políticos les preocupaba que la boda diera a Cantero Frau demasiada influencia en el gobierno y pidió a la gobernadora que cancelara su luna de miel debido al crecimiento del índice de criminalidad.
También surgieron evidencias de los fallos en la administración Calderón cuando se distribuyó a los reporteros copias de las fotos oficiales de la boda en un CD, supuestamente hechas por la oficina de prensa de La Fortaleza, que llevaba el titulo: "Matrimonio: Sila M. Calderón y Ramón Cantero Fraud."
Lo que es más importante, la boda de la gobernadora saca a la luz las motivaciones detrás del asombroso anuncio de Calderón el pasado mayo de que no se presentaría para un segundo mandato.
Cuando la gobernadora dijo que no se presentaría, "pero en su lugar, espero una vida mucho más equilibrada en los años que me queden, Dios mediante," nadie realmente creyó que abandonaba por lo que eran razones esencialmente personales.
Su elección de palabras -- el " Dios mediante " en particular hizo que muchos sospecharan que su decisión de retirarse de la política en el 2004 tenía que ver con problemas de salud. Sus oponentes políticos, apuntando al descontento general sobre la economía y el creciente índice de criminalidad, simplemente dijeron que la medida demostraba que Calderón sabia que no podía ganar la reelección.
Pera dado que la gobernadora se ha casado esta semana y se prepara para una luna de miel de dos semanas en Italia y Francia a finales de este mes, es más probable que las razones personales que ella citó en su discurso de retirada política se estimen en su valor aparente.
Lo cual apunta a un gran problema dentro del PPD. Muchas de sus mejores personalidades han estado abandonando la vida pública por razones personales; un problema que no ha aquejado al Partido Nuevo Progresista en tan gran medida.
Al final de los ocho años de mandato del anterior Gobernador Pedro Rosselló, muchos puestos clave habían visto dos o tres rostros diferentes, pero la administración Calderón se ha visto golpeada por tales cambios de personal tras dos años en el cargo. La gobernadora ha hecho algunas buenas elecciones el Secretario de Educación César Rey y la Secretaria de Familia Yolanda Zayas vienen inmediatamente a la mente pero ha tenido problemas para cubrir los cargos casi desde el momento en que resultó elegida.
Puestos clave como relaciones públicas, seguridad pública y otros han quedado sin cubrir, en ocasiones durante meses, o han visto un perjudicial número de cambios, incluso en el fundamental Departamento de Policía, que ha visto tres diferentes superintendentes y con ellos una constante oleada de traslados de sus principales oficiales.
La tendencia simplemente se ha acelerado desde el anuncio de la Gobernadora Calderón de que no se presentaría a la reelección, perdiendo la administración rostros tan fundamentales como el Secretario de Trabajo Víctor Rivera. Un día después de oficiar el casamiento de la gobernadora, el presidente del Tribunal Supremo Andréu García anunció su retirada para finales de mes, dejando un hueco en la corte suprema para Ferdinand Mercado, confidente de Calderón y Secretario de Estado. Se espera que el Superintendente de Policía Víctor Rivera regrese a los tribunales antes de que finalice el mandato de la gobernadora y se ha hablado del Jefe de Personal del Gabinete César Miranda como nuevo director de la Junta Regulatoria de Telecomunicaciones.
Lo mejor y más destacado del PPD hizo acto de presencia en la boda, con amplias sonrisas y felicitaciones para la gobernadora y Cantero Frau. Pero daba la sensación de que hubieran sido mucho más felices si la reunión hubiera prometido algún provecho político para el partido, lo cual no hacía, ya que el más firme líder político de que dispone en la actualidad no se presenta a la reelección en el 2004. Y su boda era probablemente la mayor razón para ello.
La gobernadora calculó mal al orquestar que el PPD respaldase al hijo del antiguo gobernador José Alfredo Hernández Mayoral como candidato gubernamental, justo para ver como se retiraba de la carrera. (Es digno de destacar que ni un solo miembro del clan Hernández Colón asistió a la boda.)
El Comisionado Residente Aníbal Acevedo Vilá, que a continuación ganó la nominación del PPD, se vio seriamente perjudicado por ese desaire inicial y ahora no puede deshacerse de la etiqueta de ser una segunda opción.
Calderón tendrá que compensar al compañero de campaña escogido por ella en el 2000 haciendo campaña de manera feroz por Acevedo Vilá, o su boda de cuento de hadas se vería algo deslucida por las elecciones de noviembre del 2004.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |