REPORTE DE PUERTO RICO

Jugando a la República

por John Marino

19 de septiembre de 2003
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. Los contrarios al ELA se apuntaron una hiriente victoria política esta semana al filtrar a los medios de comunicación locales documentos federales reprendiendo a la administración Calderón por ofrecer una falsa representación de Puerto Rico al pretender que es capaz de alcanzar ciertos privilegios que son propiedad exclusiva de las naciones soberanas.

La revelación de los documentos añade fuego a los ataques por parte de las fuerzas pro estadidad de que la administración ha estado "jugando a la República" en sus relaciones internacionales y ha instado a los independentistas a retar a la administración para que pretenda obtener más poderes soberanos más reales.

Los documentos, incluido un comunicado de procedimiento del Secretario de Estado Colin Powell alertando a las embajadas de todo el Caribe, Latinoamérica y Europa de los intentos por parte de Puerto Rico por falsear la autonomía política de la isla, resultaron especialmente fuertes por un par de razones. Avergonzaron a la Gobernadora Calderón cuando los periódicos publicaron historias sobre su existencia en la mañana de su primer encuentro con el Presidente de Uruguay, Jorge Luis Batlle, quien se encontraba en visita oficial y que llevó a cabo un viaje de dos días esta semana en un intento por estimular el comercio entre Puerto Rico y la nación sudamericana. Y demostraron que muchos de los funcionarios de Calderón eran al menos culpables, si no de mentir claramente, de distorsionar la verdad.

No está del todo claro qué efectos prácticos, caso de haberlos, puedan tener los documentos federales sobre las relaciones EE.UU.-Puerto Rico. Probablemente su publicación se trate tanto de un tributo a la habilidad de las fuerzas locales pro estadidad para hacer que su mensaje se oiga en Washington, y su influencia en la Casa Blanca, como un indicador de que los responsables de la administración Bush están realmente preocupados por las incursiones de la administración Calderón en las relaciones globales. (Tienen problemas más apremiantes — Irak, Corea del Norte, Wesley Clark — que resolver).

Pero los documentos ofrecen una visión claramente diferente sobre las "buenas relaciones" que Calderón afirmaba esta semana tenía su administración con la Casa Blanca de Bush. Lo que es más importante, apuntan a un problema real de credibilidad en la administración Calderón.

La gobernadora dijo esta semana que su administración no había recibido "ningún comunicado oficial del gobierno federal" sobre esta cuestión. Lo cual puede ser cierto, pero sería de esperar que las autoridades del ELA tuvieran conocimiento de las inquietudes respecto al comportamiento de Puerto Rico contenidas en el comunicado de procedimiento enviado por el Secretario de Estado Colin Powell el 16 de mayo y el 4 de agosto a las embajadas de todo el mundo. Especialmente cuando los medios de comunicación locales, citando fuentes anónimas, han estado informando sobre su existencia durante meses.

Pero Powell indica en sus cablegramas que las inquietudes del gobierno federal se habían dado a conocer a la administración Calderón— poniendo en entredicho la veracidad de las alegaciones de la gobernadora. En el mensaje de mayo indicaba que en julio del 2002 el Departamento de Estado "invitó a los puertorriqueños a discutir la forma en que Puerto Rico puede participar de forma más activa en actividades internacionales apropiadas." Pero para cuando llegó la fecha del 16 de mayo, "las autoridades puertorriqueñas todavía no habían contestado".

Powell acusa de que existe un "deliberado intento dentro de Puerto Rico de falsear su status internacional".

"El Departamento [de Estado] es consciente de que las autoridades del gobierno de Puerto Rico han abordado a diversos países en [Asuntos del Hemisferio Occidental] pretendiendo el tratamiento que solo se concede a un estado soberano," escribe Powell a sus jefes de embajada.

Los responsables de la administración Calderón, desde el Comisionado Residente Aníbal Acevedo Vilá al Secretario de Estado Ferdinand Mercado, han insistido en que los contactos de la administración con naciones extranjeras siempre se han llevado a cabo dentro de los límites de su relación como ELA. Pero Powell advirtió "Si los que ocupan un cargo son interpelados por parte del gobierno anfitrión u otros sobre un acercamiento por parte de Puerto Rico, el departamento debería ser informado".

Los cablegramas de Powell dan otros ejemplos concretos de la tergiversación por parte de la administración de los poderes de Puerto Rico en asuntos internaciones, lo cual ha sido negado con anterioridad por las autoridades de Calderón.

El cablegrama del 16 de mayo decía que en Nicaragua y Panamá "los puertorriqueños habían presionado a las autoridades del gobierno a firmar acuerdos de colaboración redactados en términos generalmente reservados parar pactos con estados extranjeros". También se señala que en noviembre del 2002, "Puerto Rico intentó sin éxito obtener el reconocimiento como estado soberano en la Cumbre Iberoamericana en la República Dominicana " — una acusación rechazada repetidas veces por los responsables de la administración Calderón.

El mensaje del 4 de agosto decía que Puerto Rico solicitó "el respaldo del gobierno de Nicaragua para obtener un vínculo oficial con la Cumbre Iberoamericana y sus conferencias especiales" que se celebrarán en Bolivia en noviembre. Mercado ha negado que se haya realizado este esfuerzo.

Puerto Rico no hizo tal solicitud a Washington, escribió Powell, añadiendo " dada la naturaleza predominantemente política de la cumbre y el hecho de que Estados Unidos no participa, es improbable que la participación de Puerto Rico fuera aprobada." 

La publicación de los documentos Powell demuestra que la administración Calderón se ha desenvuelto torpemente en sus relaciones internacionales. Ha molestado a las autoridades federales que tienen la autoridad final para establecer los parámetros de lo que Puerto Rico puede y no puede hacer en sus contactos con los gobiernos extranjeros. Y ha tergiversado ante los gobiernos extranjeros el nivel de autonomía política concedida al ELA, lo cual supone un autentico problema de credibilidad.

Lo cual no supone un buen historial para Calderón, que prometió expandir el papel de Puerto Rico en la región en su investidura de enero del 2001, a la que asistieron destacados jefes de estado de todo el Caribe y Latinoamérica.


John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net

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