Desde que el anterior Gobernador Pedro Rosselló anunciara su regreso a la política local a principios de año, se convirtió inmediatamente en el más firme candidato gubernatorial de su partido, y fue ampliamente reconocido como el más formidable candidato en las elecciones generales del próximo año.
Para sus oponentes políticos, Rosselló se convirtió de repente en el hombre al que había que derrotar.
La mayoría de los fieles al Partido Nuevo Progresista se alinearon inmediatamente para apoyar al antiguo gobernador durante dos mandatos, cuyos ocho años en el poder estuvieron marcados por la construcción de enormes proyectos de infraestructura, fulminantes reformas del gobierno y una incesante atención al status político de la isla aun sin resolver.
Solo era cuestión de tiempo, dijeron muchos observadores, antes de que el Presidente del PNP, Carlos Pesquera, arrojara la toalla y abandonara sus aspiraciones gubernatoriales en respuesta a la reaparición de su antiguo jefe.
Pero no es eso lo que ocurrió. Pesquera permaneció en la carrera a pesar de la deserción de partidarios clave al terreno de Rosselló, y a pesar de los recursos que el antiguo gobernador dio muestras de tener a su disposición casi de inmediato.
Han habido muchas especulaciones sobre el porqué Pesquera sigue siendo candidato, a pesar del poder estelar de Rosselló, que se ha granjeado el respaldo institucional del PNP así como un fuerte respaldo de las filas del partido.
Algunos dicen que estaba buscando una salida airosa, quizás el ofrecimiento de la candidatura como comisionado residente, que nunca apareció. Otros especulan que simplemente estaba ganando tiempo, confiando en la posibilidad de que nuevas alegaciones de corrupción bajo la administración Rosselló instaran al antiguo gobernador a retirarse de la carrera.
Incluso si Rosselló eclipsa totalmente a Pesquera, como es de esperar, en las primarias del 9 de noviembre, los cargos por corrupción presentados contra antiguos miembros de su administración siguen siendo su punto más débil, y serán un objetivo seguro para la oposición del Partido Popular Democrático en la campaña gubernatorial del próximo año.
Al preguntarle sobre sus motivaciones, durante una reciente ronda de entrevistas con editores y reporteros de prensa, Pesquera dijo que él creía ser el mejor candidato para el puesto.
"Si se tratara del Rosselló de 1992, no diría, no hay problema. Adelante y corre." dijo Pesquera. "Pero me presento contra el Pedro Rosselló del 2000."
Pesquera argumenta que el PNP necesita sangre nueva, diciendo que Rosselló se había cansado de gobernar durante sus ocho años en el cargo una crítica lanzada contra casi todos los gobernadores en la historia reciente al finalizar sus mandatos.
Señaló el despido por parte de Rosselló de su secretario de Familia por filtraciones a la prensa, su insistencia en construir un enorme monumento, conocido irónicamente como "el caracol,", y el creciente número de peleas con la prensa en el 2000 para probar su punto de vista.
Y está tratando de dar una imagen como del líder de la estadidad que se quedó en casa para atender al colectivo después de su derrota en los escrutinios del 2000, y que Rosselló fue el líder que puso pies en polvorosa para dedicarse a actividades académicas en los estados continentales.
Esta imagen pasa por alto la repentina dimisión de Pesquera como Presidente del PNP, durante el invierno que siguió a su derrota del 2000, y su vuelta durante ocho meses a la vida privada. Después, sencillamente volvió de repente al PNP para reclamar la presidencia y declararse así mismo candidato gubernatorial en el 2000.
Siempre sospeché que el regreso de Pesquera para encabezar el PNP y el anuncio de sus aspiraciones gubernatoriales, tan pronto para un candidato serio, pueden haber ido dirigidos a obstaculizar el regreso de Rosselló, pero Pesquera lo niega, diciendo que descubrió con certeza que Pedro había vuelto junto con el resto de Puerto Rico.
Admite haber tenido una premonición, la noche antes del anuncio de Rosselló de que se presentaría a gobernador en el 2004, en la cual el antiguo gobernador se le apareció en un sueño y le dijo, "Carlos, eres el único que no sabe que vuelvo para retarte."
Desde entonces, en anterior Jefe de Transportes dice que su campaña ha sido "hermosa," permitiéndole tiempo suficiente para cultivar el apoyo de los miembros de base a través de visitas personales durante sus incesantes viajes por la isla.
Se ha hablado mucho en la prensa local esta semana sobre un altercado entre los rivales gubernatoriales centrado en el escándalo de corrupción en Puertos mientras Rosselló era gobernador y Pesquera era Presidente de la Junta Directiva de Puertos. Pero el caso es una tempestad en un vaso. Fue el Departamento de Justicia de Rosselló, tras recibir las auditorias que les pasó Pesquera, quien metió en prisión al anterior Jefe de Puertos, Hermán Sulsona, y a sus compinches.
El verdadero reto de Pesquera a Rosselló esta semana no tiene nada que ver con su tan difundida demanda de una disculpa de su antiguo jefe, sino con su permanente campaña en las primarias, en la que está presionando a los fieles del partido, así como a los votantes de mentalidad más independiente, para pedirles su apoyo.
Muchos de ellos, dice Pesquera, están diciendo que le apoyarán porque él fue el que permaneció a su lado cuando los tiempos eran difíciles. El alcance de su actual campaña entre los miembros de base del partido es mucho más profundo que durante su fracasada carrera por La Fortaleza en el 2000, añade.
Pero los aspirantes gubernatoriales no darán demasiada credibilidad a las encuestas, recientemente filtradas por miembros de su equipo, que muestran que supuestamente se han acortado las distancias en la carrera para gobernador dentro del partido de la estadidad.
Rosselló sigue en posición para la victoria. Pero se ha visto forzado a prestar atención a la campaña de Pesquera y a su callada búsqueda de simpatizantes.
Se habla mucho sobre el daño potencial para la unidad del partido que podrían ocasionar las disputadas primarias para gobernador y comisionado residente en el PNP, pero el partido está saliendo beneficiado en le proceso. Sus nominados serán mucho mejores candidatos el próximo año, cuando verdaderamente cuenta, al haber tenido que ganarse sus colores en las primarias.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |