 Una de las mayores sorpresas de las primarias puede haber sido que la Senadora Norma Burgos del Partido Nuevo Progresista acabara en primer puesto en la carrera primordialmente senatorial del partido pro estadidad. Se dijo sobre Burgos que ella tenía un amplio respaldo casi en todas partes de Puerto Rico excepto dentro de su propio partido político.
Las primarias del 9 de noviembre hicieron añicos esa percepción, colocando a Burgos en una fuerte posición para ir a por un cargo más alto después de las elecciones del 2004, independientemente de la actuación global de su partido. Pero aún más importante que lo que esto dice sobre su futuro político, la gran victoria de Burgos es más sorprendente en cuanto a lo que dice sobre el PNP. El ala "izquierda" del partido definitivamente vence a su ala "derecha" en la acalorada batalla electoral interna.
Burgos ganó un enorme respaldo popular con su firme postura sobre Vieques, incluido un arresto en el campo de bombardeo con la consiguiente condena federal. Pero sus críticas de la postura del PNP sobre la cuestión casi lograron que la echaran de su propio partido.
Los votantes del PNP en el lluvioso domingo de las primarias, mostraron lo fuera de contacto con la realidad que estaban muchos de los dirigentes de su partido al intentar marginarla en la cima de su popularidad. (De forma reveladora, ella era uno de los pocos políticos del PNP que se negaron a adoptar una postura en las primarias gubernatoriales al apoyar públicamente o bien al Gobernador Pedro Rosselló o al Presidente del PNP Carlos Pesquera.)
La gran victoria de Burgos fue respaldada por la victoria del antiguo jefe de Desarrollo Económico Luis Fortuño en la carrera a comisionado residente por el PNP, en la cual logró reunir más votos que sus tres oponentes juntos. Ambas carreras mostraron una clara victoria para el ala "liberal" del partido. El hecho de que los vencedores sean Republicanos incondicionales, solo puede explicarse por la extraña realidad que es la política de Puerto Rico.
El antiguo Gobernador Carlos Romero Barceló puede ser el consumado Demócrata, pero también es la personificación del PNP conservador, mientras que el otro consumado Demócrata, Rosselló, es la personificación de su ala "liberal".
¿Qué es "izquierda" y qué es "derecha" en San Juan, Puerto Rico hoy en día? No siempre es blanco y negro, y se define tanto por impresiones variantes como por cualquier criterio bien definido.
En el caso de Rosselló, el apelativo liberal viene a la mente porque él ha prometido una asistencia sanitaria universal, enormes proyectos en infraestructura pública y la voluntad de enfrentarse al gobierno federal en cuestiones de derechos civiles y status político, tanto mediante cabildeo en el Congreso y la Casa Blanca como con acción legal directa.
Esta visión del antiguo gobernador durante dos mandatos se puso de relieve durante su batalla en las primarias contra Carlos Pesquera, quien inicialmente dio un salto hacia la derecha de Rosselló en muchas cuestiones. Mientras que la respuesta de Rosselló ante la noticia del cierre por parte de la Marina de la Estación Naval Roosevelt Roads fue un plan de replanificación, Pesquera dijo que cabildearía para mantener allí la presencia militar. Cuando Pesquera asumió la línea de valores de la familia respecto a las leyes de sodomía de la isla, Rosselló dio mas valor a las libertades personales que al derecho del estado a monitorizar la vida privada de sus ciudadanos.
De muchas maneras, Romero es incluso aún más un Demócrata liberal. Defiende los grandes programas sociales y una vez escribió un libro "La estadidad es para los pobres". Pero sigue siendo la fogosa imagen que personifica la mentalidad de "estadidad a cualquier precio" y la falta de disposición para negociar con la oposición política. Viene a la mente su cabildeo en el Congreso para la imposición de impuestos federales en la isla, como un modo de acceder a la estadidad por la ‘puerta trasera’. Así como sus feas batallas en la campaña con Aníbal Acevedo Vilá en el 2000 y Celeste Benítez en 1996.
Es su enfoque político, más que su filosofía política, lo que realmente le diferencia tanto de Fortuño como de Burgos. Después de todo, ambos son Republicanos moderados, pero al contrario que Romero, son moderados en sus posturas sobre el status y han mostrado tolerancia hacia los que tienen puntos de vista diferentes.
Al final, gran parte de la diferencia entre "izquierda" y "derecha" dentro del PNP podría reducirse a los estilos de campaña. Este es en especial el caso de Fortuño, quien se ha negado con determinación a lanzar fango durante las primarias, y logró una sonora victoria. Lo cual contrasta con su más firme competidor, Romero, el veterano luchador político, que hizo campaña contra su retiro político hasta última hora, lanzando fango contra todo el tiempo.
En sus carreras legislativas, ambos partidos han expresado su deseo por rostros nuevos, como testimonian las victorias en el PPD de gente como Sila Marí González y Juan Eugenio Hernández Mayoral, así como las victorias en el PNP de Jorge De Castro Font y Jennifer González. Y si el proceso de las primarias infundió vigor a la candidatura de Rosselló, también infundió vigor a la de Eduardo Bhatia, el candidato del PPD para alcalde de San Juan.
Pero la clara victoria de la "izquierda" del PNP durante las primarias tendrá probablemente el impacto más duradero. Puede que haya dejado atrás algunas destacadas personalidades lamiéndose sus heridas, pero ha colocado al partido en una posición mucho más fuerte rumbo a las elecciones generales del próximo año.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |
