REPORTE DE PUERTO RICO

El problema de las fronteras de Puerto Rico

por John Marino

6 de febrero de 2004
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. Las repercusiones de los recortes militares en Puerto Rico tras la pérdida del campo de bombardeo de la Marina en Vieques van más allá del cierre de la Estación Naval de Roosevelt Roads, que tiene prevista su conclusión para el 31 de marzo.

El futuro del radar y otras tecnologías de vigilancia que están siendo activadas por el ejército en Puerto Rico corre riesgo ya que el ELA lucha por detener el flujo de drogas ilegales dentro de sus fronteras y la creciente oleada de emigrantes dominicanos, persiguiendo las promesas de una vida mejor, tratando de entrar a escondidas en territorio de Puerto Rico.

El mes pasado, las Fuerzas Aéreas echaron el cierre al globo aerostático Lajas, una tecnología de vigilancia tipo dirigible que montaba guardia en la zona sur de Puerto Rico, escaneando en busca de contrabandistas de drogas. Y al menos otros dos sistemas por radar, que proporcionan cobertura a la costa norte y este de la isla, estarán en peligro cuando la Marina complete su retirada. Con la marcha de la Marina, no está claro qué agencia federal se hará cargo de continuar con estas operaciones. Uno de esos sistemas, ubicado en el bosque tropical El Yunque, es ahora propiedad de la Marina, pero hoy en día es utilizada principalmente por la Administración Federal de Aviación para el control del tráfico aéreo. El otro es utilizado por la Fuerza Aérea y se encuentra en la base de la Guardia Nacional Aérea en Puerto Rico en Levittown.

Las noticias sobre el derribo del aerostato fueron dadas a conocer por The SanJuan Star, que publico fotografías de su real deflaccion, cogieron por sorpresa a los responsables del gobierno del ELA. Citando un acuerdo de 1993 por el cual las Fuerzas Aéreas darían un aviso de seis meses al ELA en el caso de que decidieran cerrar el sistema, así como ayudar al ELA con su utilización si decidiera hacerlo así, insistieron en que no habían sido notificados de que el aerostato iba a ser desmantelado, y solo admitieron tener conocimiento del hecho después de que la prensa publicara la noticia.

Los responsables del cumplimiento de las leyes federales, citados por The STAR, dijeron que la medida tenía su origen en la decisión del Pentágono de concentrarse en su misión central, la lucha contra el terrorismo. Querían abandonar la cuestión de detección de drogas, según las fuentes.

Es probable que los críticos de la Administración echen la culpa a la administración Calderón, pintando el desmantelamiento del aerostato como una nueva repercusión negativa de su postura sobre Vieques, al tratar de presionar para la inmediata marcha de la Marina en lugar que conformarse con la fecha de salida del 1 de mayo, 2003 a la cual la administración Bush había dicho se atendría. Pero la verdad es mucho más complicada de todo eso.

Por una parte, no se trata estrictamente de una disputa entre el gobierno del ELA y el gobierno federal. Responsables de Seguridad Nacional con base en D.C., citados por The STAR, dijeron que la decisión de las Fuerzas Aéreas perjudicaría su capacidad de proteger las costas de Puerto Rico contra los contrabandistas de drogas y los emigrantes ilegales. Y las autoridades federales en la isla dijeron que la costa sur era ahora vulnerable ante los contrabandistas de drogas que utilizan aviones. Además, la medida tomada por las Fuerzas Aéreas es parte de una amplia revisión de todo el programa de aerostatos. Parece ser que el Pentágono está volviendo a considerar seriamente sus responsabilidades al centrarse de forma más exclusiva en el terrorismo.

La reacción violenta ante el derribo del aerostato puede ya haber incitado a un replanteamiento de la decisión en Washington. El presupuesto Bush que comenzará el próximo octubre contempla el aporte de fondos para el programa de aeróstatos a nivel nacional. Pero aún está por ver si el Congreso aprobará esa parte del presupuesto. Garantizar que el programa sobrevive el proceso presupuestario requerirá enormes esfuerzos de cabildeo por parte del ELA, además de la constante atención de su único miembro sin voto en el Congreso. Y la cuestión de la cobertura hasta octubre sigue en el aire.

Desde que esto se produjo, el Comisionado Residente Aníbal Acevedo Vilá, candidato gubernatorial del Partido Popular Democrático, ha tratado frenéticamente de reinflar el aerostato. En una carta al director presupuestario de Bush, Joshua Bolton, Acevedo Vilá dijo: "Soy consciente de que las entidades terroristas, incluida Al-Qaeda, están emergiendo en Centro y Sudamérica, que están desarrollando relaciones con las organizaciones de contrabando de drogas y que las rutas clandestinas de los narcos, incluidas las del Caribe, podrían pronto ser explotadas con propósitos terroristas".

Se trata de una buena estrategia, aunque de nuevo Acevedo Vilá pareció sorprendido cuando se vino abajo el aerostato. Su cabildeo debió haber comenzado cuando todavía estaba a flote.

Si esta estrategia funcionará o no es otra cuestión. Pero se trata de algo que todo Puerto Rico debe respaldar.

La vulnerabilidad de las costas de Puerto Rico llega en un momento especialmente malo. La continua afluencia de drogas ilegales que entran en Puerto rico es uno de los principales factores en el exorbitante índice de homicidios de la isla, ya que los traficantes de drogas se enfrentan en sangrientas guerras territoriales para controlar el contrabando de cocaína y heroína aquí. La matanza es tan grave que está ocupando los titulares de la prensa nacional. Ha ido subiendo sin parar a lo largo de los últimos cinco años, llegando el año pasado de 593 a 779 muertes.

Además, los niveles sin precedentes de emigrantes dominicanos que tratan de entrar a escondidas en territorio de Puerto Rico. Más de 1.000 han sido detenidos hasta el momento este año fiscal federal, que comienza el 1 de octubre. Por el momento, el número de detenciones este año ha sobrepasado los niveles del año pasado. Y siguen quedando ocho largos meses antes del inicio del nuevo año fiscal.

Las fronteras de Puerto Rico parecen más vulnerables que nunca. Deberían ser un elemento central en cualquier discusión que se esté celebrando sobre el status político, tanto en San Juan como en Washington.


John Marino, Editor Gerente de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net

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