Pero el hecho de que las declaraciones hayan ocupado la primera plana, refuerza la idea de que las declaraciones son un indicio de cómo una futura administración del PPD actuaría respecto al status.

La Gobernadora Calderón ha evitado habilidosamente la cuestión durante su mandato y, aparentemente, una administración de Acevedo Vilá, continuaría dando al status una baja prioridad.

En su testimonio ante una sesión legislativa que estudiaba el anteproyecto para crear una asamblea constituyente sobre el status, el Presidente del PPD Aníbal Acevedo Vilá dijo que éste sería de mayor utilidad para los partidarios de la estadidad y la independencia, ya que el ELA no un status colonial.

A continuación trató de matizar esa declaración reconociendo que una asamblea constituyente también podría resultar de ayuda para "desarrollar" el ELA. El comisionado residente también dijo que, si fuera elegido gobernador, actuaría sobre la legislación aprobada por la Legislatura para poner en marcha una votación ante el pueblo de Puerto Rico para que opine sobre el mecanismo que prefiere se use para resolver el eterno dilema del status.

Pero estaba claro que la llamada para aunar fuerzas tras el ELA como no colonial significaba que no se presionaría sobre la cuestión en Washington, mediante cabildeo ante el Congreso y la Casa Blanca, ni se abordaría seriamente en casa.

Los comentarios de Acevedo Vilá fueron seguidos por las de su compañero en la carrera, el Senador Roberto Prats. El candidato del PPD para el cargo sin voto al Congreso, también hizo una afilada declaración de que el ELA no era colonial, si no un status en evolución que aún necesita mayor desarrollo.

La actual legislación demanda una votación "si o no" sobre si debería convocarse una asamblea constituyente. Acevedo Vilá quiere que el referéndum se amplíe para incluir otras opciones, tales como el cabildeo en el Congreso, una propuesta del Partido Nuevo Progresista.

Mientras que el candidato del PPD está tratando de pintar este paso como un gesto de inclusión, algunos oponentes, recordando la estrategia "ninguna de las anteriores" ideada por Acevedo Vilá durante el plebiscito de 1998, sospechan que la demanda de ampliar las opciones es en realidad otra táctica para poner impedimentos a una auténtica actuación sobre el status.

Otros oponentes políticos hicieron frente común contra la tipificación del ELA como no colonial y criticaron duramente al PPD por no tomar medidas serias sobre la cuestión durante su período en el poder, así como por su poca disposición para actuar durante este año electoral.

Esta renuencia contrasta con las declaraciones más enérgicas del partido sobre el status hechas el pasado julio ante los fieles del PPD durante las actividades conmemorativas del aniversario del ELA. El contraste demuestra cierta ambivalencia por parte del PPD respecto a cómo proceder sobre la cuestión.

No encontrarán la misma renuencia en el PNP, que ha propuesto una votación pidiendo al Congreso que actúe sobre el status de Puerto Rico así como una lucha ante el tribunal federal sobre la cuestión. Ni el Partido Independentista Puertorriqueño, que apoya una asamblea constituyente inmediata y la solicitud de la actuación del Congreso en el asunto.

Para el PNP y el PNP, el status no es algo con lo que se deba jugar, si no algo que hay que resolver de una vez por todas.

Y el problema del PNP con Oscar Ramos

El fracaso de los legisladores del Partido Nuevo Progresista en lograr el voto para expulsar de la Cámara al Representante Oscar Ramos, será una de las cuestiones de la campaña, así como lo será la negativa de los legisladores a prestar oídos a la petición del presidente del partido Pedro Rosselló a que dimita.

Los oponentes del Partido Popular Democrático ya dicen que el fracaso en expulsar a Ramos, que se enfrenta ante los tribunales locales a cargos por aceptar sobornos mientras administraba el Fondo de Garantía Estatal bajo Rosselló, es una nueva evidencia de que el PNP no está dispuesto a depurar y denunciar la corrupción dentro de sus propias filas. Y porque el Líder de la Minoría en la Cámara, Aníbal Vega Borges, líder de la delegación del PNP, fue el único legislador a favor de la estadidad que votó a favor de la expulsión, los oponentes también dicen que el episodio es un indicio de una división interna en el partido y de cuestiones sobre el liderazgo.

¿Tenía la presión ejercida por el PPD para echar a Ramos de la Cámara en base a transgresiones de la ética una motivación política? Pueden apostar a que sí. Pero la Cámara tiene derecho a someter a sus miembros a un estándar más alto que un proceso criminal. Y las normas éticas de la Cámara dejan claro el procedimiento para echar a un miembro.

Los legisladores del PNP, al fracasar en expulsar a Ramos, se centraron en la naturaleza política de los procesos judiciales contra Ramos. Se deberían haber centrado en el efecto que tendría ante el público su respuesta ante un posible caso de corrupción dentro de sus filas.

El episodio cuestiona el buen criterio de la delegación del PNP en la Cámara. Esta no era la primera vez que los miembros desafiaban a un líder. Carlos Pesquera, siendo presidente del PNP a raíz de la derrota electoral de noviembre 2000, pidió a la delegación que escogiera una nuevo líder por encima de Edison Misla Aldarrondo. Se negaron, instando a Pesquera a dimitir.

Meses más tarde, tras los autos de procesamiento federal y del ELA de Misla, Pesquera fue reivindicado y el escogido por él para encabezar la delegación, Vega Borges, fue elegido para ocupar el puesto de Misla.

Los representantes del PNP se equivocaban entonces y se equivocan ahora al no escuchar a sus lideres. Como también lo está Oscar Ramos, culpable o inocente, cuya insistencia en permanecer en un cargo público está sin embargo empañando la imagen de su partido.

John Marino, Editor Gerente de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net