Mientras Pedro Rosselló y Aníbal Acevedo Vilá se baten en la lucha por La Fortaleza, su actual ocupante parece estar simplemente dejando pasar el tiempo antes de despedirse de la política, al menos temporalmente, el próximo año.
La Gobernadora Calderón parece contentarse con pasar los meses que le quedan en el cargo trabajando para promocionar una imagen positiva de lo que ha hecho su administración, en lugar de abrir nuevos terrenos que añadir a su legado.
Los candidatos gubernatoriales se están golpeando duramente entre si, atacando directamente el punto donde han percibido debilidad. Para Acevedo Vilá, esto significa culpar a Rosselló de la corrupción que floreció mientras ocupaba el cargo de gobernador, en vista del procesamiento federal de varios antiguos cargos del Partido Nuevo Progresista y de la administración Rosselló.
Entretanto, el bando de Rosselló ha retratado a Acevedo Vilá como un líder ineficaz que carece de soluciones para los problema de Puerto Rico y que dedica su campaña a vilipendiar al líder del PNP.
Se está lanzando fango, y con mucha dureza. Y cuanto más fango golpea, más daño se está haciendo al concepto que tiene el público de ambos candidatos. Conforme la fea campaña prosigue su escalada, ambos candidatos parecen igualmente desesperados. Rosselló está luchando por salir de la sombra de los casos de corrupción que persiguen sus ocho años en el cargo, mientras Acevedo Vilá va a tientas tratando de explicar porqué los $20,000 en donativos que recibió en 1999 no eran una violación de las leyes fiscales y electorales locales.
No es sorprendente que algunos legisladores de ambos partidos digan en privado que están dispuestos a deshacerse de su candidato. En el equipo de ensueño que se está discutiendo en los pasillos del Capitolio figura el actual candidato a comisionado residente del PNP, Luis Fortuño, enfrentándose al renuente hijo del anterior gobernador, José Alfredo Hernández Mayoral, por el Partido Popular Democrático.
El problema es que ni Rosselló ni Acevedo Vilá se retirarán de la carrera sin luchar. Sustituir al principal candidato a estas alturas de la temporada de campaña requeriría un sangriento golpe interno dentro de un partido, lo cual le podría costar, a lo mejor, las elecciones.
Entretanto, la Gobernadora Calderón ha estado dedicando su tiempo resueltamente a dar publicidad a la labor de su administración, como si estuviera consumida por el empeño de garantizar que deja el cargo con un concepto favorable por parte del público.
Como resultado de los autos de procesamiento del Superacueducto contra el antiguo jefe de campaña de Rosselló y antiguo cargo del PNP, a principios de mes, Calderón atacó a Rosselló, a quien nunca se refiere por su nombre si no como "este hombre" o "esta persona", como responsable de permitir la corrupción bajo su salvaguarda. Al hacerlo, ha demostrado que puede ser valiosa para Acevedo Vilá, aunque se halle luchando por situarse a si mismo fuera de la administración.
Pero principalmente, se ha contentado con mantenerse por encima de la refriega, aparentemente más interesada en tratar de mantener una buena reputación para su administración que en mantener a su partido en el poder.
Hace ya varias semanas que Calderón ha estado cruzando la isla de un lado a otro, destacando los proyectos de infraestructura y otros programas que su administración ha puesto en marcha. No solo hace su aparición en la inauguración de proyectos -- aparentemente no hay suficientes para mantenerla ocupada hasta enero si no que se detiene ante proyectos en marcha para dar a conocer informes de su progreso.
Entretanto, su oficina de prensa continua emitiendo comunicados sobre la adquisición de nuevo equipamiento para la policía y otras agencias que se han estado anunciando durante varios meses. Cuando el equipamiento llegue realmente a la isla, (como en el caso reciente de los aparatos de rayos-x- para las zonas portuarias de la isla) éste será el motivo de otra rueda de prensa.
Los miembros de su equipo de relaciones públicas pregonaron el viaje de Calderón a Costa Rica la semana pasada como "históricamente importante," mientras ofrecían a los medios de comunicación de la isla su ayuda con los preparativos del viaje. Las autoridades son optimistas de que los acuerdos alcanzados por la misión comercial generen unos $9 millones en ventas para el comercio local, lo cual es una buena noticia pero que difícilmente puede considerarse "histórica".
Resulta que la noticia más importante del viaje fue la concesión de la Orden Juan Mora Fernández a la gobernadora por su "dedicación a las ideas de justicia, libertad, democracia y paz." Además de recibir el premio, que puede que sea uno de los mayores honores de Costa Rica pero que es poco conocido en otros lugares, Calderón reabrió la oficina de comercio de Puerto Rico en San José que su esposo, Ramón Cantero Frau, cerró cuando era jefe de Desarrollo Económico al comienzo de la administración Calderón.
Está claro que la gobernadora está inspeccionado dos o tres veces a la semana las obras públicas y los proyectos para decirles a los puertorriqueños que, aunque va a dejar pronto el cargo, su administración sigue haciendo mucho. Pero se trata sencillamente de la clase de trabajo construir plantas para la filtración de agua y nuevas carreteras, etc que el gobierno hace todo el tiempo, sea cual sea la administración que esté en el poder.
Gastar tanto tiempo, energía y fondos públicos para destacar, destacar repetidamente, que se están haciendo estos trabajos, habla de la falta de imaginación y creatividad de la administración. Y perjudicará más que ayudará a la reputación de Calderón, con tanta seguridad como lanzar fango manchará el concepto que el público tiene de los dos principales candidatos que tratan de reemplazarla.
John Marino, Editor Gerente de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |