Parece que todo el mundo en Puerto Rico, con la posible excepción de la Gobernadora, apoya una investigación independiente sobre las decisiones tomadas por el Organismo Responsable de Energía Eléctrica de Puerto Rico durante el paso de la Tormenta Tropical Jeanne.
La Gobernadora ha sido rotunda en cuanto a que la decisión tomada por el Director de Organismo Responsable de Energía Eléctrica de Puerto Rico, Héctor Rosario, cerrando la red de suministro eléctrico de la isla al ser golpeada por la tormenta, era el camino a seguir más prudente.
Lo cual podría muy bien ser el caso, pero existe un conjunto de pruebas que parecen indicar que no apagar el suministro eléctrico hubiera sido una medida mucho mejor. Y Puerto Rico, que siempre es objetivo potencial durante la temporada de huracanes, necesita una respuesta a cuál es el mejor modo de gestionar el sistema eléctrico en futuras tormenta.
El lunes, la Asociación de Ingenieros y Peritos envió una carta a Calderón, pidiéndole que pusiera en marcha un análisis independiente de lo que ocurrió en la AEE durante la Tormenta Tropical Jeanne.
Todavía tiene que contestar públicamente al grupo, pero ha dicho que todos los documentos oficiales de su administración están disponibles para su revisión.
Rosario ha prometido reunirse con el grupo y ha puesto en marcha su propia investigación interna, la cual promete hará pública una vez finalizada, dentro de un mes aproximadamente.
Es necesaria una investigación independiente para garantizar la existencia de una política oficial atinada para cuando la próxima tormenta amenace la isla.
Tanto Rosario como Calderón han defendido la decisión de apagar las luces, diciendo que la medida ayudó a proteger el sistema y garantizar la seguridad de trabajadores y residentes, que podían haber tropezado y caído a causa de las líneas derribadas como resultado de la tormenta.
Y es cierto que ni trabajadores ni residentes se electrocutaron durante o después de la tormenta, pero la decisión de apagar las luces creó otro tipo de peligros, ya que los residentes tuvieron que luchar sin luz una semana.
Dos personas murieron y más de una docena fueron asistidas en las salas de urgencia de los hospitales por inhalar los humos de generadores domésticos durante el gran apagón. Otro residente murió a causa del humo inhalado de un fuego causado probablemente por la falta de electricidad. Y surgieron numerosas implicaciones para la salud de miles de ancianos y niños pequeños obligados a vivir sin luz ni agua durante días sucesivos.
El antiguo Gobernador Pedro Rosselló dijo esta semana que el cierre de la energía eléctrica era contrario a todo lo que se le había dicho cuando era gobernador. "Se me dijo que era mejor mantener el sistema en funcionamiento, porque si se apaga debido a una tormenta, el sistema identificará dónde se han producido los daños".
Mientras que sus comentarios parecían comedidos, Calderón, al ser preguntada sobre ellos, dijo que no los iba ha hacer el honor de responder.
La demanda de una investigación no es una cuestión política, como es habitual. Proviene del hecho de que muchos residentes de diversos entornos políticos tienen la profunda sensación de que se vieron obligados a soportar estar sin luz ni agua durante varios días, no a causa de un desastre natural, si no por la torpeza del gobierno al manejar una situación de emergencia.
Este es concretamente el caso de la zona metropolitana de San Juan, donde los daños sufridos fueron muy ligeros, pero donde los residentes que viven a la sombra del aeropuerto internacional se quedaron sin luz durante seis días.
Mientras la mayor parte de Puerto Rico tuvo que esperar hasta el domingo o el lunes para recuperar la luz, St. Croix vio restaurada el 90 por ciento de su energía eléctrica un día después de la tormenta. La cercana isla también se vio golpeada por el embate de Jeanne, pero solo se cortó el suministro eléctrico en zonas concretas donde se observaron problemas.
Durante los días de oscuridad en Puerto Rico, la prensa local habló extensamente con los servicios públicos del lado estadounidense y con expertos en ingeniería medioambiental tratando de comparar la forma en que otras jurisdicciones habían manejado la llegada de huracanes y tormentas tropicales.
El consenso: jamás cortar el suministro eléctrico. Un informe de expertos en la industria decía que cortar el suministro eléctrico era realmente más peligroso porque priva a los residentes de un tiempo precioso de preparación previa.
"En una tormenta, algunas zonas se van y otras no. ¿Porqué querrías apagarlas todas?," Preguntó Kathy Scott, portavoz de Luz y Energía de Florida al San Juan STAR.
Es una pregunta que necesita respuesta.
Rosario ha dicho que el servicio público tenía previsto reducir lentamente el suministro eléctrico, pero decidieron cerrar el sistema de una sola vez cuando se descubrió un "desequilibrio" en el sistema entre la producción generada en la costa sur y la demanda de energía en la costa norte. La preocupación era el daño potencial en dos grandes líneas de transmisión que llevan la energía eléctrica desde el sur hasta el norte.
Una investigación independiente realizada por expertos podría, o bien justificar la decisiónn o indicar una mejor alternativa, que a su vez podría utilizarse para trazar el mapa de futuros protocolos en los que pudiera confiar el servicio público durante la siguiente tormenta.
Puerto Rico es intensamente político. El paso de Jeanne tendrá sin duda ramificaciones políticas. Muchos verán la decisión de apagar las luces como drástica y mal encaminada. También verán el lento modo en que fue facilitándose la información durante la emergencia como otro indicio de la improvisación de la administración Calderón.
Pero las peticiones de una investigación sobre la actuación de la AEE van más allá de la política. La Gobernadora debería abrazar la idea de una investigación independiente, en lugar de defender obstinadamente la decisión de su director del servicio público en contra de la creciente evidencia en sentido contrario.
John Marino, Editor Gerente de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |