REPORTE DE PUERTO RICO

El altercado político

por John Marino

1 de octubre de 2004
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. Fue más un altercado que un debate.

Los candidatos apenas tuvieron tiempo de comentar sus ideas, entre las difamaciones, los insultos y las tergiversaciones que tuvieron lugar en el debate de dos horas entre los contendientes gubernatoriales de Puerto Rico: el antiguo Gobernador Pedro Rosselló del Partido Nuevo Progresista, Aníbal Acevedo Vilá del Partido Popular Democrático y Rubén Berríos, del Partido Independentista Puertorriqueño.

Mientras a Rosselló se le preguntaba reiteradamente sobre los casos de corrupción que involucraban a antiguos responsables del partido y de la administración, Acevedo Vilá era machacado por los fallos de la administración Calderón y Berríos continuaba insistiendo en que la isla nunca progresaría mientras el PNP o el PPD llevasen el timón del gobierno.

No hay duda de que Berríos tuvo algunas de las mejores líneas de la noche. Mi favorita: "Los puertorriqueños no tienen que escoger entre la corrupción y la incompetencia".

Berríos es un orador dotado, que se ha convertido en el perenne "tercer hombre" en los debates gubernatoriales de la isla. Pero su comportamiento en los debates no se traducirá en más votos para el PIP, a pesar de su habilidad para hablar en público. Como dijo el Líder de la Minoría en el Senado, Kenneth McClintock, a los periodistas antes del debate: "Si ganar el debate significara ganar las elecciones, estaríamos entrando en un quinto mandato en la administración del Gobernador Rubén Berríos".

Entre los dos principales contendientes, la noche le fue mejor a Acevedo Vilá que a Rosselló, que pareció perder su sangre fría durante el persistente interrogatorio sobre la corrupción de que fue objeto por parte de la prensa local y de sus oponentes en el debate. Acevedo Vilá tuvo un comienzo terrible, quedándose sin palabras después de que Berríos pareciera robarle toda su fuerza con sus comentarios iniciales. Pero su nivel de confianza fue en aumento durante el debate. En realidad, fue capaz de expresarse elocuentemente sobre algunas ideas de la plataforma de la campaña y al final de la noche, fue capaz de aludir a Rosselló por la falta de ideas que presentar a lo largo de la noche. "Vean la diferencia entre el Pedro Rosselló de 1992, 1996 y el Pedro Rosselló de hoy. ¿Dónde están sus ideas?"

Rosselló comenzó la noche pisando firme, diciendo que ofrecería soluciones a los problemas cotidianos que afectan a los puertorriqueños. Y afrontó con firmeza la cuestión de la corrupción al decir que había aprendido del pasado y se aseguraría de que la corrupción no volviera a producirse en su administración. "Asumo la responsabilidad de aquellos casos que ocurrieron y por los cuales me siendo muy dolido. Asumo la responsabilidad, al decir de qué manera vamos a garantizar que en el futuro no habrá corrupción en el gobierno ni en ningún otro sector.

No obstante, Rosselló también utilizó un tiempo precioso respondiendo a los ataques lanzados por sus adversarios con sus propios contraataques, en lugar de entrar en detalle de las muchas ideas contenidas en su voluminosa plataforma de campaña. No está clara la importancia que pudo tener este debate, ni la que tendrá el que se celebre el mes próximo, en determinar quien gana finalmente las selecciones. Algunos observadores, en su mayoría observadores del PPD, han dicho que los debates son cruciales para un voto tan importante como es el de los votantes indecisos que quedan en la isla, pero otros observadores, mayormente del PNP, expresaron sus dudas de que quedaran muchos votantes indecisos en la isla. El propio Rosselló restó importancia al debate antes de que se celebrara, comparándolo con una "conferencia de prensa más sofisticada".

El debate fue un evento importante en la larga temporada de campaña y habrá otro el mes que viene. Berríos estará tan brillante como siempre y Acevedo Vilá tendrá probablemente otro fuerte encuentro. Para entonces, apuesto a que Rosselló habrá encontrado el modo de despachar eficazmente las preguntas sobre la corrupción y continuar con su mensaje, discutiendo sus planes en lugar de criticar la falta de logros de su principal oponente.

Acevedo Vilá salió algo beneficiado del debate. Tal como dijo un colega: "al final de la noche, la opinión que se tenía sobre él era mejor de la que se tenía cuando comenzó". Logró dar a su campaña algo de la fuerza que necesitaba, pero si fue la suficiente para superar la ventaja de Rosselló en la carrera ˆ a la cual las encuestas dan una amplitud de hasta 9 puntos de porcentaje ˆ es otra historia.

No obstante, al final, el debate dio una mala impresión de todos los candidatos, ya que fue una extensión de las campañas negativas que habían estado llevando este año. De hechos, las noticias sobre el debate se transformaron rápidamente en una serie de conferencias de prensa en las cuales adeptos de Acevedo Vilá y adeptos de Rosselló detallaron las supuestas mentiras de sus principales oponentes durante el debate. Las cosas se han puesto tan mal que un periódico describió esta campaña como "la más insípida, la de mayor virulencia sin sentido y la menos constructiva" de los 52 años de historia del ELA.

En vista de la situación actual, los candidatos probablemente deberían estar más interesados en avivar el fuego de los leales de su partido para asegurarse de que van a las urnas, en lugar de tender la mano al cada vez menor número de votantes independientes, los cuales, en vista de las opciones, podrían muy bien quedarse en sus casas el día de las elecciones.


John Marino, Editor Gerente de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net

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