Cuando Pedro Rosselló regresó a Puerto Rico el año pasado en busca de un tercer mandato en el cargo, a algunos de sus seguidores les había dado por llamarle el Mesías.
Rosselló rápidamente trató de distanciarse de dicha etiqueta, diciendo que no era apropiado referirse a él en esos términos. Pero como candidato, ha hablado frecuentemente en términos bíblicos, un paso arriesgado en un Puerto Rico predominantemente Cristiano, donde la Iglesia Católica y los predicadores evangélicos ejercen una gran influencia sobre la población local.
En Abril, tras el sumario abierto a dos antiguos colegas políticos por un caso de fraude relacionado con el proyecto Superacueducto, Rosselló regresó de unas vacaciones de Pascua del lado estadounidense y se dirigió al público puertorriqueño en un discurso pagado en televisión, calificando las "infundadas" acusaciones contra él de "la cruz que debía soportar". El mes pasado, durante el primer debate gubernatorial televisado, él habló sobre los "40 días" que faltaban hasta el Día de las Elecciones, y la compleja elección que debían tomar los votantes. El número "40" también era bíblico, remontándose a Moisés y el Éxodo y llegando hasta los 40 días de ayuno de Jesucristo durante las tentaciones de Satán.
A lo largo de la semana pasada, Rosselló se ha lanzado de cabeza a las tenebrosas aguas donde la religión y la política se encuentran, cosechando el apoyo de personalidades religiosas y criticando a otros líderes religiosos. Probablemente no se trate de la medida política más inteligente para un candidato que en general es considerado el candidato ganador en la carrera por La Fortaleza (una encuesta de esta semana de The San Juan STAR le daba una ventaja de 5,6 puntos de porcentaje, mientras que una encuesta de El Vocero le daba una ventaja de 14 puntos de porcentaje).
Es muy probable que codearse con los líderes religiosos tenga como resultado tanto alejar a los votantes como atraerlos. Y enfrentarse públicamente con la Iglesia Católica probablemente no resulte muy inteligente en Puerto Rico.
La controversia surgió con el apoyo de una predicadora evangélica, Wanda Rolón, que dijo a los reporteros que Rosselló había sido bautizado y había nacido de nuevo como Cristiano en su capilla el año pasado. Desde entonces Rosselló ha recibido el apoyo de un sacerdote Católico. Negó que hubiera "nacido de nuevo," pero se describió a si mismo como un "Católico Protestante," y dijo que había nacido y sido educado como Católico pero que había sido asesorado por asesores espirituales en otras creencias Cristianas.
A continuación, el candidato del Partido Nuevo Progresista criticó a líderes como el Arzobispo de San Juan Roberto González Nieves, por involucrarse en cuestiones políticas. "El Arzobispo se ha involucrado en cuestiones que no tienen nada que ver con la religión. Se ha involucrado en cuestiones políticas. Yo no estoy de acuerdo con esto," dijo Rosselló. "Fui bautizado como Católico pero no reconozco la autoridad de varios líderes Católicos como el Arzobispo. Creo que la religión es una institución que tiene algunos defectos, tales como la no inclusión de las mujeres o la igualdad de sexos en sus filas. Creo que debe estar al día".
Pero si Rosselló pareció adentrarse voluntariamente en una zona tenebrosa, también lo hicieron los líderes religiosos, especialmente el Arzobispo y Cardenal retirado Luis Aponte Martínez. González Nieves, al decir que la declaración de Rosselló de que era un Protestante-Católico demostraba que el antiguo gobernador estaba pasando por una "crisis de identidad". Aponte Martínez fue incluso más duro, refiriéndose a Rosselló como un "Católico renegado". Lo máximo que se puedo decir es que está utilizando la religión de forma oportunista. No estoy diciendo a la gente que no le vote. Solo estoy diciendo que un Católico que vote por él estará votando a un apóstata declarado".
El día en que salió a la luz el respaldo de Rolón, el Arzobispo de San Juan y otros líderes religiosos de diferentes creencias celebraron una conferencia de prensa para pedir a los votantes que participasen en las elecciones de noviembre, sin tener en cuenta sus preferencias políticas. No se ofreció ningún respaldo, pero los líderes religiosos discutieron la cuestión de la corrupción en la política, lo cual sin duda ayudó a la estrategia del Partido Popular Democrático de mantener viva la cuestión como un tema de la campaña. Por otra parte, González Nieves calificó el status político de la isla como la cuestión "más neurálgica" o dolorosa en Puerto Rico. Lo cual podía tomarse como una crítica del actual status.
El candidato gubernatorial del PPD, Aníbal Acevedo Vilá, se mantuvo mayormente callado sobre la controversia, diciendo "los políticos nunca debieran utilizar la religión para ir a la caza de votos". Lo cual es una estrategia apropiada para un candidato.
Aunque existe una estricta separación entre Iglesia y Estado en la constitución de Puerto Rico, desde hace mucho tiempo los políticos han utilizado la religión en sus esfuerzos por ganar el apoyo popular. Durante su carrera con éxito por La Fortaleza en el 2000, Sila Calderón llevaba cruces más grandes que Madonna, la estrella pop, en su momento de mayor auge, y probablemente haya visitado una iglesia Católica en cada ciudad de la isla. Existe también una historia más oscura. A principios de los años 60, la Iglesia Católica dijo a los feligreses que votar por el Partido Popular Democrático era pecado debido a su postura al promocionar el control de la natalidad. Una serie de editoriales condenando la medida hizo que el periódico de habla inglesa de la isla ganara un Pulitzer.
Es absurdo que un candidato político ganador se aventure en las aguas turbulentas en las que se mezclan la política y la religión. También es absurdo que los líderes religiosos hagan lo mismo. Deben esforzarse más por corregir sus errores del pasado, incluso si sus declaraciones en público sobre la política local van destinadas a corregir la opinión pública, como creo que podrían argumentar.
El resultado político de todo este, caso de haberlo, es difícil de predecir. Pero está claro que la mezcla de religión y política solo ha servido para oscurecer más una campaña ya manchada por el lodo.
John Marino, Editor Gerente de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |