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noviembre de 2004
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El pasado 22 de octubre, el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, firmó el proyecto de ley HR 4520 conocido como el "Job Creation Act of 2004". Esta ley provee un paquete de 136 BILLONES de dólares en incentivos y medidas para desarrollo económico y para la creación de empleos. Para Puerto Rico esta ley incluye varias medidas las cuales serán muy perjudiciales a la economía de Puerto Rico y resultarán en la perdida de miles de empleos.

Esta legislación será probablemente una de las leyes más devastadoras a la economía de la isla desde el 1889, año del comienzo de las relaciones entre Puerto Rico y los Estados Unidos. Esta sería la primera vez desde el año 1921 que las contribuciones de ingreso federales serán mas altas para las subsidiarias que hacen manufactura en la isla, que lo que pagan en contribuciones las compañías que hacen negocio en el resto de los estados ( y territorios) de la unión.

Uno de los artículos de esta ley que intenta el desarrollo comercial y creación de empleos, es la reducción o diferencial en la tasa de contribución federal a las firmas envueltas en la manufactura. Al presente esta tasa es de 35% y bajo esta ley (por al menos los próximos cinco años) esta tasa será reducida por un 3% a un 32%. No hay duda del peligro de este incentivo ya que este aumenta los gastos de hacer negocios en la isla a firmas basadas en el continente y hace la manufactura en el continente más atractiva. Esto afectará muy negativamente la inversión en Puerto Rico en mejoras, nuevas fábricas y el nivel de empleo.

Peor aún, esta misma ley intenta repatriar de subsidiarias alrededor del mundo cerca de 300 billones de dólares a tierra de los Estados Unidos para establecer el capital necesario para crear el deseado desarrollo comercial y crear empleos. Esta ley provee como incentivo una reducción en la tasa de contribuciones en la repatriación de ganancias de un 35% en el presente a un 5.25%. Esto podrá efectuarse dentro de una "ventana" de tiempo de un año el cual podría ser aplicable un año antes, o un año después de firmarse esta ley. Este incentivo contributivo esta condicionado a que la corporación haga ciertas inversiones de capital para crear empleos en los Estados Unidos. Este programa será de gran beneficio para los Estados Unidos, pero no dará el mismo resultado aquí en Puerto Rico.

En Puerto Rico en el presente hay cerca de ocho cientos millones de

dólares de las corporaciones 936 en depósitos en instituciones financieras, y se estima un total de ganancias acumuladas de cerca de 15 billones de dólares de las corporaciones CFC's, o "corporaciones extranjeras controladas", según el código 956 del U.S. Internal Revenue Service.

Podemos imaginarnos lo que le pasará a la economía de Puerto Rico cuando se retiren más de 10 billones de dólares de la banca local en un periodo de doce meses. No habrá la posibilidad de estas corporaciones mover fondos entre subsidiarias de otros países pues estas otras estarán repatriando sus fondos a la misma vez. ¿Cual será el efecto en la banca local? ¿Afectará esto el crédito y el financiamiento local? ¿Afectará esto las tasas de interés incluyendo el mercado de hipotecas? Yo opino que si.

Pero ahí no termina el daño. La ley también prohíbe que estos fondos repatriados sean invertidos en Puerto Rico. Para cualificar para el incentivo contributivo de 5.25% la inversión requerida tendrá que ser hecha en los Estados Unidos. El código de rentas internas federal considera a Puerto Rico como no domestico, así que la isla no cualifica para estas inversiones. Perderemos mas de 10 billones de dólares en depósitos de la isla, y a la vez esta misma ley prohíbe que estos fondos regresen y sean invertidos aquí.

Ambos artículos de esta ley- el diferencial en la manufactura y la repatriación de fondos- eliminan considerablemente el incentivo para la inversión y el establecimiento de firmas en Puerto Rico, ya que estos penalizan las ganancias y el rendimiento de las inversiones. Esta ley costará empleos en Puerto Rico. En ambos asuntos Puerto Rico pierde.

Es una pena que hace dos años el Senador John Kerry ofreció una enmienda la cual incluiría a Puerto Rico para el incentivo de 3.0% de diferencial en la contribución de ingresos en la manufactura. Aparentemente esta enmienda no recibió el respaldo del gobierno de Puerto Rico y no fue aceptada. "This is not what we want" fue la respuesta del comisionado en Washington según uno de los periódicos principales de la isla. El comisionado favoreció su agenda política de autonomía fiscal como protección del ELA, en vez de favorecer el bienestar de los trabajadores y el de sus familias.

Es lamentable también que hace dos años el Comisionado Residente solicitara del congreso que Puerto Rico fuese incluido en la repatriación de fondos sin conocer el efecto del retiro de estos fondos de nuestra economía y peor aun, que existía en esa misma ley una prohibición a que estos fondos pudieran ser invertidos en Puerto Rico.

Quien quiera que gane las elecciones en Puerto Rico, el Gobierno de Puerto Rico está en la obligación de inmediatamente solicitar del nuevo congreso federal un proyecto de corrección técnica a esta ley. Este proyecto de corrección técnica atenta la corrección de la omisión de la isla del diferencial en la manufactura y la de permitir que Puerto Rico pueda recibir parte de los fondos repatriados como inversiones aquí. En adición nuestro gobierno debería poner todos sus esfuerzos para incluir a Puerto Rico en el "Nacional Enterprise Zone Act" el cual ya ha sido introducido en el congreso. Esta revolucionaria legislación atenta a ayudar cápsulas de población menos desarrolladas (mínimo 10,000 personas) a mejorar sus condiciones económicas y su calidad de vida -más cerca de los niveles del resto de la nación. Bajo los criterios sugeridos, la isla entera de Puerto Rico cualificaría para estos beneficios y no podemos permitir que se no seamos incluidos y continuemos, como en el pasado, quedándonos detrás de los estados más pobres de la nación.

Este trato injusto a Puerto Rico bajo el "Job Creation Act" es el resultado de una gran falla en nuestra representación en Washington y una muestra de la falta de representación justa que tiene Puerto Rico al no poder elegir el Presidente o miembros al Congreso federal. Con mejores relaciones con los Estados Unidos y una mejor representación esto jamás hubiese pasado. Con una representación proporcional como un estado bajo el sistema federal, nuestro trato hubiese sido al menos igual que cualquier otro estado de la unión y hubiésemos participado de un grandioso plan de creación de empleos y desarrollo comercial por el bienestar de todo el pueblo de nuestra querida isla.

John A. Regis Jr

Presidente

Puerto Rico-USA Foundation, Inc.

Puerto Rico-USA Foundation, Inc. es una organización basada en Puerto Rico la cual intenta el mejorar las relaciones entre Puerto Rico y Estados Unidos. Esta no tiene relación alguna con un grupo con nombre parecido basada en el continente el cual representa en Washington los intereses de corporaciones multinacionales operando como 936, 30A y CFC's en la isla.