REPORTE DE PUERTO RICO

La Guerra del Agua de Puerto Rico... La aparente victoria de Acevedo abre el camino a un gobierno partido en dos

por John Marino

24 de diciembre de 2004
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. Con una oferta final sobre la mesa, un plan para comenzar a reemplazar a los trabajadores en huelga el lunes y las investigaciones federales y locales pendientes del liderazgo de la Unión Independiente Autentica, la administración Calderón tiene una mano fuerte con la que manejar el malestar laboral en la Autoridad de Acueductos y Alcantarillado.

Debe utilizarla para situar a la problemática empresa de suministro público de agua, recientemente devuelta a manos el gobierno después de 10 años de gestión por la industria privada, en un camino de futuro que la devuelva a una base sólida. Ese es el caso, sea cual sea el impacto que dicha medida tenga sobre la crisis a corto plazo en la agencia, espoleado por una huelga que ya dura 80 días por parte de 4.300 de sus empleados.

El Presidente de la AAA, Jorge Rodríguez, ha demostrado determinación para mantener la línea de una oferta final que concedería a la unión un aumento de $100 en la paga mensual cada año durante los tres años de vigencia del contrato propuesto — exactamente lo que otros empleados del gobierno han recibido bajo Calderón. Y ha insistido acertadamente en la ‘retirada’ de beneficios descontrolados concedidos a la unión por políticos que han tratado de ganarse el favor del sector laboral a lo largo de los años.

Pero también se han producido negociaciones secretas con la unión a través de un comité de dialogo establecido por La Fortaleza esta semana, formado por el gobierno y representantes de los trabajadores no directamente involucrados en la huelga de la AAA.

Por el bien de todos en general, Rodríguez y su jefe, la gobernadora Calderón, deben tratar de resolver la huelga sin doblegarse ante estas cuestiones. La AAA se desangra a un ritmo de $200 millones al año, y los contribuyentes de Puerto Rico están pagando la factura de este servicio público. La AAA no solo es una pérdida financiera para el gobierno del ELA, un servicio de poca calidad y una deteriorada infraestructura de alcantarillado y agua suponen un obstáculo y una carga adicional para la industria privada. También ejerce su impacto sobre la calidad de vida de todos los puertorriqueños.

Los escandalosos beneficios de la unión y las bizantinas restricciones sobre la clasificación de los puestos de trabajo y la programación de los trabajadores son, en gran parte, la razón de que la empresa pública de suministro de agua sea semejante desastre. La administración Calderón ciertamente debería buscar un final satisfactorio del conflicto a través de su comité, pero el "dialogo’ no debería ser usado para ceder en sus intentos por poner freno al gasto y al poder de la principal unión de la AAA.

Dos gigantes globales del agua hicieron mejoras en el servicio público del agua a lo largo de 10 años, pero no fueron capaces de darle un giro definitivo. La UIA es una gran parte de la razón del porqué. Ahora que el servicio público vuelve a estar en manos del gobierno, resulta absolutamente esencial que el ELA lo haga ahora.

Esto podría realmente ser el "Waterloo" de Puerto Rico. Los líderes políticos y la política son responsables de los escandalosos beneficios y otros privilegios concedidos a la unión a lo largo de los años. Lo mismo ocurre con la falta de mantenimiento e inversión de capital en el servicio público del agua. El gobierno no ha estado dispuesto a tomar medidas impopulares pero necesarias, como por ejemplo cargar por el agua el coste real de su producción, en lugar de hacer que el público pague más mediante impuestos más altos para cubrir el déficit presupuestario de la AAA.

Existen muchas razones para ser escéptico ante las posibilidades que tiene el gobierno de transformar la AAA, en vista del hecho de que décadas de gestión del ELA la han forjado en su actual estado aparentemente irreparable. Aún así, la convergencia de diversas circunstancias parece estar creando el escenario donde parece posible la audaz actuación de los políticos para intentar darle un giro.

El principal factor es que el público en general parece estar decididamente en contra de la huelga y simpatiza poco con las demandas de la unión. Esto es debido a que todos somos clientes descontentos de la AAA, acostumbrados a frecuentes cortes de agua, roturas del alcantarillado del vecindario y las esperas del servicio.

Claro está que las acusaciones locales de evasión de impuestos que pesan sobre los principales líderes de la UIA, y una investigación federal de la supuesta mala administración de los fondos de los planes de salud, también están teniendo su efecto en la opinión pública. También lo tuvo la racha de protestas durante la huelga que ocasionó molestias a miles al bloquear las principales públicas y provocar el caos en el tráfico.

Y los contribuyentes, muchos de los cuales trabajan en la industria privada donde conceptos como aumentos salariales garantizados y beneficios extravagantes son inexistentes, son conscientes de que es meramente la economía la que evita que el gobierno ceda a las demandas de la unión.

La mano del gobierno del ELA también se ha visto reforzada por la caótica situación política, estando aun por decidir la carrera para gobernador (hasta esta semana por lo menos), dejando a la unión sin un claro objetivo para empezar a trabajar en una resolución del conflicto laboral. La condición de político sin poder efectivo de la Gobernadora Calderón, sin tener la preocupación de buscar la reelección o de gobernar después de enero, también es una ventaja, dándole más libertad para tomar posturas duras.

Mantener la línea dura con la que ha golpeado Rodríguez, con una oferta final sobre la mesa y la amenaza de empezar a reemplazar a los trabajadores, sería una nota culminante con la cual dejar el cargo. También podría ser una aportación al legado de Calderón y añadiría brillo a su reputación como eficaz administradora, que se ha visto algo empañada durante sus cuatro años en el cargo.

La aparente victoria de Acevedo abre el camino a un gobierno partido en dos

Todavía quedan 2,000 votos por contar, pero con una ventaja de más de 3,228 votos, el candidato gubernatorial del Partido Popular Democrático, Aníbal Acevedo Vilá, parece haber ganado la carrera para gobernador.

El recuento "terminó" el jueves por la noche con la excepción de unas cuantas maletas de papeletas en disputa de un colegio electoral de Caguas, pero el Presidente de la Comisión de Elecciones Estatales, Aurelio Gracia, dijo que solo un "milagro" podría cambiar los resultados.

No obstante, el Presidente del Partido Nuevo Progresista, Pedro Rosselló, todavía debe reconocer la derrota y los funcionarios del PNP todavía siguen dándole vueltas a impugnar ante el Tribunal Supremo de EE.UU. las papeletas pivazo, en las cuales los votantes marcaron una X bajo la insignia del Partido Independentista y junto a los nombres de Acevedo Vilá y su compañero de carrera del PPD, Roberto Prats.

Los abogados del PNP calificaron la decisión de adjudicar dichos votos como la "forma por excelencia de diluir el voto" dando más peso y significado a algunos votos que a otros. Tienen 10 días para apelar después de que Acevedo Vilá reciba la acreditación.

Entretanto, el recuento puso la victoria de ser reelegido en manos del Senador del PPD Cirilio Tirado, asumiendo como propia la habilidad de la delegación del PNP en el Senado para invalidar el veto del gobernador. Tirado ganó solo por 42 votos por encima de su rival del PNP Osvaldo Ortolaza.

Ahora el PNP necesitará un senador del Partido Independentista Puertorriqueño o un senador disidente del PPD con el fin de invalidar un veto gubernatorial, algo que nunca había ocurrido en la historia de la isla.

El jueves por la noche, hablando en una fiesta en la que se celebraba la victoria, Acevedo Vilá dijo que los puertorriqueños "ahora se sienten seguros respecto a su futuro".

El candidato de 42 años del PPD tendrá que gobernar con La Fortaleza como su única base de poder. El PNP controla ambas cámaras de la Legislatura, la mayoría de los 78 municipios de Puerto Rico y el puesto de comisionado residente.

Es la primera vez en la historia de la isla que los votantes escogen a un representante del Congreso de un partido distinto al del candidato gubernatorial que han elegido.. Muchos observadores ven los próximos cuatro años envueltos en una paralización total y disputas políticas, pero otros se muestran esperanzados de que un gobierno partido en dos podría obligar a los líderes de los dos principales partidos a empezar a trabajar más en consenso que en el pasado. Rosselló continua negando las especulaciones de que asumirá un cargo de liderato en la legislatura de la isla, pero dice que permanecerá como presidente del PNP y vigilará que la plataforma de campaña del partido.


John Marino, Editor Gerente de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net

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