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¿Está Puerto Rico Convergiendo Hacia los Estados
Unidos?
por Fernando Lefort*
junio de 1997
Reimpresión
Estudio 1003, Octubre 1997
Programa Internacional de Impuestos
Facultad de Derecho
Harvard University
www.law.harvard.edu/Programs/itp
Programa Internacional de Impuestos
International Tax Program
1563 Massachusetts Avenue
Harvard Law School
Cambridge, MA 02138
©1997 Fernando Lefort. Derechos del autor.
*Quiero agradecer Robert J. Barro por los diálogos
constructivos que mantuvimos. También debo mis gracias a Francesco
Caselli, J. Tomas Hexner, John V. Leahy, Michael Levine, Gregory Mankiw
y Glenn P. Jenkins por sus comentarios instructivos. El autor toma responsabilidad
por cualquier error. Se agradece comentarios.
Abstracto
La teoría neoclásica de crecimiento económico
predice que el ritmo al que crece una economía durante su transición
hacia el estado estacionario es proporcional a su distancia a dicho estado:
más larga la distancia, más rápido el crecimiento,
y vice versa. Considerando que los Estado Unidos representa la economía
más grande y rica en el mundo, no debe de sorprender que durante
el periodo que siguió a la Segunda Guerra Mundial, Puerto Rico se
vinculó con los EE. UU., y tuvo un desempeño superior a otras
economías con niveles inferiores de estado estacionario de ingreso
per cápita. Pero, ¿significa esto que Puerto Rico está
convergiendo hacia los EE. UU.? La conclusión principal de éste
estudio es que la economía de Puerto Rico no está convergiendo
hacia el nivel de estado estacionario de ingreso per cápita en los
EE. UU. Tres otros resultados significativos son:
- El efecto de integración que significa la estadidad es una
variable de importancia vital no sólo en el sentido político,
sino también en el sentido económico. Esto explica la inabilidad
de la economía puertoriqueña para convergir a los EE. UU.
- Sin la estadidad, Puerto Rico nunca logrará la potencia económica
para convergir con la economía continental. A causa de la falta
de convergencia económica, la estadidad es, desde un punto de vista
económico, un asunto fundamental.
- El costo del estatus de Libre Asociado es enorme. En 1994, el puertoriqueño
promedio hubiera ganado $6000 más por año, si Puerto Rico
hubiera estado convergiendo al nivel de ingreso per cápita de Mississippi
(el estado más pobre en la Union).
Después de todo, la pregunta siempre ha sido: ¿Cual
sería el costo de la estadidad? Mi análisis concluye que realmente,
es el opuesto lo que se debe plantear: ¿Qué ha sido
el costo de ser un Libre Asociado?
Fernando Lefort (1)
Índice
1. Síntesis
2. Una Revisión Breve de la Hipótesis
de Convergencia
3. Una Evaluación del Desempeño de Puerto
Rico
3.1 Evidencia Gráfica
3.2 Conclusiones a partir de Datos de Panel
- Buscando una explicación a la brecha entre ingresos: convergencia
condicional
- ¿Qué efecto tiene la Estadidad
4. El Costo de Convergir a un Estado Estacionario Inferior
5. Resumen y Conclusiones
Apéndice 1: La Economía Puertoriqueña
después de la Segunda Guerra Mundial
Apéndice 2: Ecuaciones, Cuadros, y Análisis
de la Evidencia Empírica
2.a. Procedimiento de estimación
2.b. Puerto Rico y los EE. UU.: Convergencia absoluta
2.c. Una explicación de la brecha entre ingresos: Convergencia
Condicional
2.d. Puerto Rico, América Latina y el Caribe
2.e. El Costo de una Convergencia Hacia un Estado Estacionario Inferior
Notas
Referencias Bibliográficas
1 Síntesis
El resultado principal de este estudio es que el ingreso per cápita
de la economía puertoriqueña no está convergiendo hacia
el ingreso per cápita de los Estados Unidos. Es decir, Puerto Rico
no está cerrando la brecha que lo separa del nivel de ingresos en
los EE. UU. Incluso después de haber controlado por un conjunto de
determinantes estándares para las variables de crecimiento, Puerto
Rico sigue por debajo de la frontera de convergencia trazada por los EE.
UU.
Este estudio tiene dos motivaciones. En primer lugar, se trata de usar
la perspectiva adecuada para evaluar los logros de la economía puertoriqueña
durante el periodo que siguió a la Segunda Guerra Mundial. Los logros
económicos durante este periodo han sido estudiados, y han servido
de lección para otras economías caribeñas y latinoamericanas.
Sin embargo, la pregunta es si Puerto Rico debería ser comparado
con estas economías, o más bien, con el desempeño económico
durante el mismo periodo de los EE. UU. Puerto Rico está mucho más
vinculado politicamente, economicamente, y socialmente a los EE. UU. que
a cualquier otro país, incluso los de América Latina y el
Caribe, y ese alto grado de integración entre Puerto Rico y los EE.
UU. supone que el nivel de ingreso en estado estacionario per cápita
es más cercano al de los EE. UU. que al de las economías de
otros países de la región.
La teoría neoclásica de crecimiento económico predice
que el ritmo al que crece una economía durante su transición
hacia el estado estacionario es proporcional a su distancia a dicho estado-más
larga la distancia, más rápido el crecimiento, y vice versa.
Considerando que los EE. UU. representa la economía más grande
y más rica del mundo, no debe de sorprender que durante la pos-guerra,
Puerto Rico se vinculó con los EE. UU., superando a otras economías
con niveles inferiores de estado estacionario de ingreso per cápita.
Pero, ¿significa esto que Puerto Rico está convergiendo hacia
los EE. UU.?
El segundo objeto de este estudio es de investigar y llegar a conclusiones
sobre el efecto que tiene el estatus político de Puerto Rico sobre
la economía de la isla. Varios políticos norteamericanos y
puertoriqueños creen que la estadidad de Puerto Rico debe esperar
hasta que Puerto Rico haya alcanzado un nivel de ingreso per cápita
más aproximado al de los EE. UU. ¿Es eso posible para Puerto
Rico?
En términos económicos, esta postura sólo tiene
sentido si Puerto Rico está en realidad convergiendo hacia el nivel
del estado estacionario de ingreso per cápita de los EE. UU. En cambio,
si el caso es que Puerto Rico está convergiendo hacia un nivel inferior
de ingreso per cápita, entonces la economía puertoriqueña
seguirá distanciándose de la de su vecino poderoso, y las
esperanzas para la estadidad nunca serán logradas. Un análisis
en regresión del crecimiento económico durante este siglo
a través de todos los estados, que se incluye en este estudio, descubre
el hecho de que los territorios (y Puerto Rico es un territorio) han crecido
más lentamente que los estados.
Este estudio concluye que los beneficios de estadidad, entre los que
se incluyen el poder político, la igualdad completa de acceso a fondos
y programas federales, y el impulso psicológico que atrae capital
hacia ambientes de estabilidad política, hacen para que los estados
superan a los territorios. Al rebajar la incertidumbre política y
al construir una relación económica y política más
permanente con los EE. UU., un cambio de su estatus de libre asociado a
ser un estado norteamericano sería la manera para Puerto Rico de
lograr una trayectoria superior de crecimiento económico.
Particularmente, este estudio demuestra que: (i) Puerto Rico ha crecido
a un ritmo más de 2 puntos porcentales inferior a lo que se puede
esperar de una economía con un nivel inicial de ingreso parecido
y convergiendo hacia los EE. UU.; (ii) Esta falta de convergencia ha significado
que los puertoriqueños hoy tienen una ingreso per cápita de
$6000 inferior a lo que pudieron haber obtenido; (iii) El estado político
efectivamente explica el desempeño económico. Históricamente,
después de su integración como estado norteamericano, los
territorios norteamericanos han accelerado su crecimiento por 2 puntos porcentales.
2 Una Revisión Breve de la Hipótesis de Convergencia
Esta sección presenta una revisión rápida de las
implicaciones principales de la teoría neoclásica del crecimiento
(en especial la hipótesis de convergencia).
El modelo neoclásico de crecimiento, partiendo del trabajo innovador
de Solow (1956) y Swan (1956), se caracteriza principalmente por una función
de producción que presenta rendimientos decrecientes sobre el capital.
En tales economías, la tasa de rentabilidad del capital disminuye
cuando la economía se enriquece y acumula más capital. A causa
del rendimiento decreciente del capital, la tasa per cápita de acumulación
de capital disminuye cuando la cantidad de capital aumenta. A consecuencia,
cada economía se va acercando a su proprio equilibrio de largo plazo
o sea su estado estacionario. Se puede deducir que hay cierto punto en que
las nuevas adiciones a la masa de capital sólo bastan para contrarresta
la depreciación y el crecimiento demográfico. A dicho punto,
ninguna adición neta se logra y la economía deja de crecer.
Equivalentemente, considere un niño que eventualmente será
un adulto de 1m80. Eso será su estado estacionario. En el proceso
(la transición) hacia este tamaño adulto, crecerá muy
rapidamente al principio, poco a poco convergiendo hacia una tasa de crecimiento
de cero hasta que llegue a medir 1m80.
Durante la transición hacia este estado estacionario, otros factores
manteniéndose constantes, la tasa de rendimiento en la economía
y entonces la tasa de acumulación de capital está relacionado
inversamente con la cantidad inicial de capital per cápita. De este
modo, la teoría pronostica que por más alejado que esté
una economía de su estado estacionario en términos de ingreso
per cápita, más alto será el ritmo de crecimiento para
esta economía. Eso es el fundamento del concepto de convergencia.
En el modelo neoclásico más sencillo de crecimiento, el
nivel del estado estacionario del ingreso per cápita está
determinado por la tecnología disponible, el ritmo de crecimiento
demográfico, la tasa de depreciación, y la tasa de ahorro.
Así que, sólo en el caso que un grupo de países comparta
la misma tecnología (definido ampliamente para incluir instituciones,
estado político, acceso al capital, etc.), prioridades, y otros parámetros
relativos, es cuando se puede esperar de sus economías un mismo nivel
de largo plazo de ingreso per cápita, o sea el mismo estado estacionario.
Generalmente, el nivel de tecnología puede ser influido por la
política y las regulaciones del gobierno que, a su vez, distorsionan
los mercados, y según el grado de integración con otras economías,
otras tecnologías. La tasa de ahorro puede considerarse exógena
o endogénamente determinada por los parámetros de preferencia
implícitos. Al haber completado su fase transicional, una economía
logra su nivel de largo plazo de ingreso per cápita cuando las diferentes
variables per cápita empiezan a crecer al mismo ritmo constante que
está definido por el ritmo de progreso exógeno de la tecnología.
En este momento, la economía se considera en estado estacionario,
y su nivel de ingreso per cápita se conoce como el nivel del estado
estacionario.
Sin embargo, incluso en el más sencillo de los modelos neoclásicos
de crecimiento, el modelo Solow-Swan, se requiere una reformulación
de esta implicación si todas la economías no comparten el
mismo estado estacionario. ¿Que ocurre cuando distintos países
tienen tasas de ahorro diferentes, ritmos de crecimiento demográfico
diferentes, o tecnologías diferentes? Se puede demostrar que las
economías con un un nivel de estado estacionario más elevado
crecerán más rapidamente en términos de ingreso per
cápita que las que se muevan hacia un estado estacionario inferior.
Por lo tanto, la teoría de convergencia condicional dice: (a partir
de las revisiones de la hipótesis de convergencia por Barro y Sala-i-Martin
(1992), y Mankiw, Romer y Weil (1992)) entre dos economías con el
mismo nivel inicial de ingreso, la economía que aspira a un estado
estacionario más elevado crecerá más rapidamente.
En el Gráfico 1, se puede apreciar las diferencias
entre estos dos conceptos (2). Consideren dos economías que comparten
el mismo estado estacionario de ingreso k2* pero con las condiciones
iniciales distintas k1 y k2. Como se demuestra claramente
en el gráfico, la economía que originalmente tiene el nivel
de ingreso inferior crecerá más rapidamente (i.e. g1'>g2,
convergencia absoluta). En cambio, consideren dos economías con el
mismo nivel de ingreso inicial k1, pero con distintos valores de
estado estacionario, k1* y k2*, respectivamente.
En ese caso, a pesar de que las dos economías comparten el mismo
nivel inicial de ingreso per cápita, condicional a sus estados estacionarios,
la economía con el estado estacionario más elevado crecerá
más rapidamente (g1'> g1, convergencia condicional).
La velocidad de convergencia es un parámetro importante para considerar,
no sólo al nivel de curiosidad teórica, sino también
por sus implicaciones económicas. Una velocidad de convergencia de
2,5 por ciento nos sugiere que el tiempo promedio que tardará una
economía en cubrir la mitad de la trayectoria hasta su estado estacionario
ronda por los 30 años. Por lo tanto, los ritmos de crecimiento de
medio plazo serán dominados por la dinámica transitoria, sólo
influidos marginalmente por los cambios en la posición del estado
estacionario. En cambio, altas velocidades de convergencia suponen que las
economías pasan gran parte de su tiempo cerca de su estado estacionario.
A consecuencia, los ritmos de crecimiento a corto plazo son influidos por
los choques a los estados estacionarios y por el ritmo de crecimiento a
largo plazo del estado estacionario.
En la literatura de crecimiento empírica, han sido muchos los
intentos de calcular la velocidad con que las economías se acercan
a sus estados estacionarios. Desde Romer (1986), hay un consenso general
sobre la falta de pruebas a favor de la hipótesis de convergencia
absoluta al nivel global. Regresiones utilizando muestras amplias de países
demuestran que las tasas de crecimiento del ingreso per cápita estan
correlacionados con los niveles iniciales de ingreso. Han sido dos los planteamientos
utilizados para considerar las diferencias entre los estados estacionarios
de los diferentes países.
El primero implica restringir las economías elegidas a un grupo
que, presuntamente, es lo bastante homogeneo para tener un estado estacionario
en común. En este caso, estamos tomando medida de la convergencia
local absoluta. El segundo planteamiento supone un análisis transversal
de países heterogéneos; controlando el cálculo de la
velocidad de convergencia, mediante una série de variables que se
considera corrigen por las diferencias en las posiciones del estado estacionario
en varios países.
Siguiendo el planteamiento de convergencia local absoluta, Barro y Sala-i-Martin
(1992), en su análisis de los 48 estados norteamericanos contiguos,
encontraron una velocidad de convergencia de 2 por ciento por año.
En el Gráfico 2 se reproduce su consabida prueba de convergencia,
aclareciendo el hecho que los estados más pobres al principio de
siglo (las Carolinas, Mississippi, Georgia, y Alabama) han crecido a un
ritmo promedio dos veces más rápido que los estados más
ricos.
Por ejemplo, en 1929, Carolina del Sur, el estado más pobre, tenía
el 22,4 por ciento del ingreso per cápita de Nueva York; en 1990,
tenía el 71,8 por ciento. En 1940, Mississippi era el estado más
pobre, tenía el 22 por ciento del ingreso per cápita de Delaware,
entonces el estado más rico de los EE. UU. En 1990, aunque todavía
el estado más pobre, Mississippi ya tenía el 50 por ciento
del ingreso del estado más rico, entonces Connecticut. En 50 años,
Mississippi ha podido recortar por la mitad la distancia que le separaba
de los estados más ricos.
Dado el grado de integración cultural y económica entre
los distintos estados, la convergencia tiene que ser la principal razón
por la cual Mississippi creció en los últimos 50 años
a un ritmo promedio dos veces más rápido que los estados muchos
más ricos del noreste. El Gráfico 2 también sirve como
una ilustración ejemplar de la llamada frontera de convergencia.
Un trazado imaginario que conecta Carolina del Norte, arriba a mano izquierda
en el gráfico, y California, abajo a mano derecha, nos da una idea
aproximada de la posición que deben tener las economías que
comparten el mismo ritmo de convergencia y nivel de estado estacionario.
De este modo, el hecho que la mayoría de los estados se alinean sobre
esta frontera da una impresión del alto grado de homogeneidad que
se destaca en los 48 estados continentales.
Bajo el planteamiento de convergencia condicional, diferencias entre
los estados estacionarios en varios países son controladas, incluyendo,
entre otros, la proporción de inversión al PIB, medidas de
distorción como lo que pueden ser el consumo público y la
prima del mercado negro, cambiando medidas de estabilidad política,
y medidas cualitativas y cuantitativas del capital humano.
En la literatura del análisis comparativo de ritmos de crecimiento
en varios países, el descubrimiento principal parece ser la existencia
de un ritmo global de convergencia condicional que se extiende de los dos
o tres puntos porcentales en los cálculos de Barro hasta un 10 por
ciento calculado recientemente sirviendose de técnicas de estimación
para paneles dinámicos. Esta literatura también sugiere la
existencia en varias regiones de una convergencia local absoluta de aproximadamente
la misma magnitud (3).
Estos resultados implican que el ritmo de convergencia tiene un impacto
importante sobre el proceso de crecimiento económico a medio plazo.
Países o estados que son relativamente homogéneos en sus determinantes
de estado estacionario, pero diferentes en sus condiciones iniciales, convergen
hacia un mismo estado estacionario, de este modo disminuyendo las diferencias
originales en sus ingresos per cápita. Más se accelera el
ritmo de convergencia, más rápido será el proceso.
En un estudio reciente, Sachs y Werner (1995) destacan que una condición
necesaria para que los países más pobres tengan un crecimiento
promedio más alto es que las economías sigan una una política
económica razonablemente eficaz. Encontraron fuertes indicios de
convergencia entre los países que seguían una política
de libre comercio y que tenían los derechos de propiedad claramente
definidos.
Además, para un ritmo dado de convergencia, aumentos en el nivel
del estado estacionario de ingreso per cápita en la cual una economía
está en convergencia aumentará el ritmo de crecimiento del
ingreso per cápita durante la transición, porque la economía
tendrá que cubrir una distancia mayor en el mismo tiempo. Por esa
razón, una economía gozará de un aumento en su ritmo
promedio de crecimiento a causa del efecto convergente si es capaz de aumentar
su estado estacionario de ingreso per cápita a largo plazo mejorando
la tecnología disponible, aumentando la confianza pública
en sus instituciones, disminuyendo distorsiones en el mercado, aumentando
la calidad de su fuerza laboral o abriendo su economía hacia una
región más desarollada.
3 Una Evaluación del Desempeño de Puerto Rico
En esta sección, evaluaremos el desempeño de la economía
puertoriqueña cuando se la compara con los EE. UU. y una muestra
de países latinoamericanos y caribeños. Particularmente, lo
que nos interesa es determinar si efectivamente Puerto Rico está
situado en la frontera de convergencia trazado por los estados norteamericanos.
Un resultado negativo indicará que Puerto Rico no está cerrando
la brecha que lo separa del nivel de ingresos de los EE. UU. El lector interesado
puede encontrar varias descripciones de la economía puertoriqueña
después de la Segunda Guerra Mundial en el Apéndice I de este
estudio.
En primer lugar, presentaremos pruebas del tipo gráfico en términos
de medidas relativas de producción entre Puerto Rico, los EE.UU.
y varios países latinoamericanos y caribeños. En segundo lugar,
presentaremos las conclusiones de la evidencia empírica de regresiones
del crecimiento. Ampliando sobre el trabajo de Barro y Sala-i-Martin (1992),
regresiones usando datos de panel se realizan a partir de una muestra compuesto
de los 48 estados norteamericanos continentales además de Puerto
Rico y Hawaii para el periodo de 1940 a 1990. Las ecuaciones y el análisis
en completo pueden encontrarse en el Apéndice 2 de este estudio.
La evidencia empírica que proponen estas regresiones demuestra
claramente que durante este periodo, según el criterio de su nivel
original de ingreso per cápita, Puerto Rico desempeñó
por debajo del ritmo de crecimiento pronosticado, aún después
de haber controlado por una série normal de variables de control.
Puerto Rico es la única economía en la muestra que presenta
tan mal desempeño. Interpretando estos resultados a la luz de la
teoría neoclásica de crecimiento, es posible sostener que
aún cuando Puerto Rico ha logrado estrechar su distanciamiento al
nivel de ingreso norteamericano, todavía no está convergiendo
hacia el ingreso per cápita de los EE. UU. En último lugar,
presentaremos pruebas que indican que el estado político de la isla
puede encerrar gran parte de la razón de esta insuficiencia.
3.1 Evidencia Gráfica
El primer ejercicio para evaluar el desempeño de Puerto Rico relativamente
a otras economías es realizar comparaciones de una medida de producto
per cápita en varias economías. Nos serviremos del PIB per
cápita, medido en precios internacionales corrientes que provienen
de los cuadros Penn World versión 5,6, para Puerto Rico, los EE.
UU., y una muestra de economías latinoamericanas y caribeñas.
El Gráfico 3a indica que hasta 1972, la economía puertoriqueña
creció más rápidamente que la economía norteamericana.
También muestra un PIB y un PNB real per cápita en Puerto
Rico en términos de un porcentage de las mismas medidas para los
EE. UU. Entre 1955 y 1972, el PIB per cápita de Puerto Rico aumentó
desde un 22 por ciento hasta un 45 por ciento del PIB per cápita
norteamericano. El PNB per cápita sigue la misma trayectoria, auque
menos marcadamente, aumentando desde un 19 por ciento a un 30 por ciento.
El gráfico también muestra que después de 1973, el
impulso para alcanzar los niveles norteamericanos es practicamente inexistente
en cuanto al PIB, y en términos del PNB per cápita, ha sido
claramente invertido. No hay indicios claros que Puerto Rico podrá
disminuir la brecha en producción, dado su estado político
actual.
¿Es este comportamiento también significativo para otras
economías en Latinoamérica y el litoral caribeño? Los
Gráficos 3b-3i trazan medidas relativas del producto actual per cápita
para algunos paises latinoamericanos y caribeños relativa a los EEUU
y Puerto Rico. Una ojeada a los gráficos 3b-i demostrará que
la mayoría de las economías de la región han sido superados
por el desempeño económico de los EEUU y de Puerto Rico.
Comparado con otras economías latinoamericanas y caribeña,
el desempeño de la economía puertoriqueña es generalmente
bueno. Entre 1955 y 1973, todas las demás economías de la
muestra han empobrecido comparado con Puerto Rico. Sin embargo, relativo
a Puerto Rico, todas las demás economías manifestan una recuperación
rápida después de la crisis petrolera, lo que hace sospechar
que aquel choque fue un golpe especialmente duro para la economía
puertoriqueña. Después de la crisis petrolera, Puerto Rico
reasumió su desempeño prominente relativo a la mayoría
de las economías que figuran en la muestra, aunque con menos vigor
que antes.
En resumen, al principio del periodo que siguió la Segunda Guerra
Mundial, Puerto Rico demostró un efecto de alcance sobresaliente
comparado con los EE. UU., prevaleciendo sobre todas las demás economías
caribeñas y latinoamericanas. No obstante, desde 1973, el ritmo de
crecimiento en Puerto Rico del producto per cápita ha disminuido
relativo a las otras economías de la región, y no existe indicio
claro que Puerto Rico llegará a salvar la brecha que existe entre
sus ingresos y los de los EE. UU.
3.2 Conclusiones sobre los datos panel
Los resultados que surgen del análisis empírico de datos
de panel (cuyas ecuaciones pueden encontrarse en el Apéndice 2) demuestran
claramente que Puerto Rico ha ido creciendo a un ritmo muy inferior a lo
que se espera de un estado que tiene un nivel inicial de ingresos comparable.
El Gráfico 4a muestra para el periodo de 50 años bajo estudio,
los ritmos anuales reales de crecimiento de ingreso per cápita para
los 49 estados incluidos en la muestra y para Puerto Rico. Los datos provienen
del Resumen Estadístico de los EE. UU., y son netos de las transferencias
federales. El gráfico también muestra los pronósticos
para los ritmos de crecimiento utilizando cálculos por mínimos
cuadrados ordinarios que pueden encontrarse en la columna 2 del Cuadro 1
(véase el Apéndice 2). Por ser este procedimiento de estimación
uno que ha obtenido un valor mínimo para el ritmo de convergencia,
es la valoración más conservadora de la insuficiencia del
desempeño puertorriqueño. El gráfico demuestra claramente
que Puerto Rico no se ha movido a lo largo de la frontera de convergencia
norteamericana.
El Gráfico 4b ofrece más pruebas en la misma dirección.
Demuestra claramente que los efectos individuales obtenidos para Puerto
Rico, en términos de niveles de ingreso y calculados para los 49
estados y Puerto Rico en regresión del MGM que se encuentra en la
columna 4 del Cuadro 1, son muy inferiores a la linea de regresión.
El gráfico también incluye el trazado de la regresión
por MCO para los efectos individuales sobre el ingreso per cápita
y una variable ficiticia que se sustituye por Puerto Rico.
Entre todas las economías de estados que figuran en la muesta,
ninguna manifesta una desviación comparable a la de Puerto Rico.
A pesar de que existe una correlación positiva entre el efecto individual
y el nivel de ingreso, el bajo nivel inicial de ingreso per cápita
no basta para explicar el efecto individual importante y negativo demostrado
por la economía puertoriqueña (4). En resumen, durante el
periodo de 1940 a 1990, los diferentes estados convergieron a un ritmo entre
2,6 y 6,0 por ciento por año hacia el nivel de estado estacionario
de ingreso per cápita. De hecho, en el Gráfico 2, se puede
apreciar a primera vista la linea que traza la frontera de convergencia
absoluta. Durante el periodo bajo estudio, en proporción a la diferencia
entre los niveles iniciales de ingresos, el desempeño de los estados
más pobres superaba al de a los más ricos. A pesar de que
Puerto Rico creció más rapidamente que casi todas las demás
economías en la muestra, la evidencia indica que el ritmo de crecimiento
conseguido no fue bastante para que Puerto Rico pudiera convergir hacia
los 49 estados norteamericanos del estudio. Obviamente, más se eleva
el ritmo real de convergencia para los estados, más pronunciado se
hace la insuficiencia del desempeño puertoriqueño. Después
de haber controlado por la composición estructural de los ingresos,
y por las variables ficticias que se sustituyen por el tiempo y la ubicación,
la insuficiencia del desempeño que demuestra Puerto Rico es casi
3 puntos porcentales por año.
Buscando una Explicación a la Brecha entre los Ingresos: La Convergencia
Condicional
Los resultados obtenidos en la sección anterior demuestran que
Puerto Rico no está ubicado en la frontera de convergencia absoluta
trazado por los estados norteamericanos. Existe una brecha enorme entre
el ritmo con que Puerto Rico ha ido creciendo y lo que se puede esperar
de una economía con el nivel de estado estacionario de ingresos de
EE. UU. y el nivel inicial de ingresos de Puerto Rico. En este segmento,
se buscará una explicación para el desempeño económico
insuficiente de Puerto Rico durante los años que siguieron la Segunda
Guerra Mundial.
¿Porqué Puerto Rico no ha sido capaz de crecer a este ritmo
superior que se ha pronosticado? La razón obvia es que Puerto Rico
no tiene el mismo valor de estado estacionario del ingreso per cápita
que los estados que figuran en la muestra bajo análisis. Sólo
después de haber controlado por una série de determinantes
del nivel de largo plazo del ingreso, es cuando se puede dar una explicación
al desempeño insuficiente de Puerto Rico. En tal caso, podemos concluir
que para cerrar la brecha entre los ingresos de Puerto Rico y los EE. UU.,
es necesario que las variables que determinan el estado estacionario de
la economía puertoriqueña consiguan niveles equivalentes a
los logrados por los EE. UU.
Los resultados de las estimaciones indican fuertemente que Puerto Rico
ha ido creciendo a un ritmo inferior a lo que se espera de una economía
con el mismo nivel de estado estacionario de ingresos que los EE. UU. y
con los mismos ingresos iniciales que Puerto Rico. En gran parte, ese resultado
sigue siendo el mismo después de haber controlado por otros determinantes
del nivel de estado estacionario de ingresos, como pueden ser el porcentaje
de la población con bachilleratos, la parte pública de los
ingresos, y el nivel de transferencias federales per cápita. La brecha
restante entre el efecto individual real y pronosticado para Puerto Rico
debe ser atribuido a algún otra variable no observable. En un sentido
amplio, las diferencias de tecnología entre Puerto Rico y los EE.
UU. suele aparecer como la explicación más corriente para
esta brecha. Sin embargo, el alto grado de integración entre la economía
puertoriqueña y la norteamericana hace que sea improbable un argumento
que atribuye esta brecha a diferencias en el acceso a técnicas específicas
de producción o a cualquier otro factor puramente no-económico.
Un candidato que queda es la diferencia más obvia entre las instituciones
políticas. La economía puertoriqueña es la única
que figura en la muestra que no tiene un permanente y bien-definido estatus
político. La incertidumbre sobre el futuro político de la
isla bien puede haber perjudicado la capacidad de Puerto Rico para inducir
aumentos en la masa de capital a un ritmo que la teoría pronostica
para una economía con ingresos iniciales bajos y un nivel alto de
estado estacionario de ingreso.
¿Qué Significa la Estadidad?
Una causa posible para la incapacidad de la economía puertoriqueña
de convergir hacia los EE. UU. es el estatus político sin resolver
de la isla. La estadidad supone un sistema judicial estable, una institucionalidad
definitiva, un acceso total al mercado más amplio del mundo, y un
fin a la incertidumbre en cuanto a las reglas futuras del juego que pesa
sobre el inversor en la isla. La estadidad también supone que los
puertoriqueños podrán determinar el tipo de subvenciónes
federales que recibe la isla y aumentarlas. Sin embargo, la estadidad significaría
el fin para los incentivos fiscales y la imposición sobre los residentes
de la isla de normas federales en los impuestos sobre el ingreso.
Nuestra hipótesis es que el estatus político de la isla
afecta su desempeño económico. Todas las economías
que forman parte de la muestra que analizamos previamente, con la excepción
de Puerto Rico, son estados, sin embargo, está claro que el estatus
político no es la única diferencia que existe entre ellos
y Puerto Rico. Para desenredar la hipótesis de la estadidad de otras
explicaciones alternativas que esta discusión todavía no ha
desechado, hemos concebido una prueba específica para la hipótesis
de la estadidad. Hemos utilizado los datos de ingreso per cápita
en los 48 estados norteamericanos en un periodo de 1880 a 1940. Estas séries
provienen de Barro y Sala-i-Martin (1992). La idea de la prueba es la siguiente.
Entre los 48 estados includos en esta muestra, varios cambiaron su estatus
político de territorio a estado durante el periodo en cuestión.
Especificamente, Dakota del Norte y del Sur, Montana, y Washington se hicieron
estados en 1889. Idaho y Wyoming en 1890, Utah en 1896, Oklahoma en 1907
y Nuevo Méjico y Arizona en 1912. Calculamos una regresión
estándar de crecimiento utilizando secciones transversales a intervalos
de 20 años que incluye una variable para el estatus político.
Se le atribuye a esa variable un valor entre cero y uno. En el caso que
la economía en cuestión se refiere a un territorio, el valor
es 0. Si la economía cambió de estatus durante el periodo,
se le da un valor proporcional. Por ejemplo, durante el periodo de 1880
a 1900, el valor de la variable para Montana es 10/20, dado que Montana
vino a ser un estado en 1890.
Descubrimos que el caso de no-estadidad daba un coeficiente de la variable
que es elevado, negativo, y significativo. Dado el nivel inicial de ingreso
per cápita y la composición estructural de sus ingresos, las
economías de los estados han crecido un promedio de dos puntos porcentales
más que las economías de los territorios. Aunque estos resultados
tienen que ser interpretados con cautela, está claro que los resultados
subrayan la existencia de los efectos positivos sobre el crecimiento que
significa el estatus de estadidad.
4 El Costo de una Convergencia hacia un Estado Estacionario Inferior
La evidencia empírica de este trabajo demuestra que Puerto Rico
ha estado convergiendo hacia un estado estacionario inferior al de los EE.
UU. Un ejercicio sencillo es comparar la trayectoria real del ingreso per
cápita que ha seguido la economía puertoriqueña con
una trayectoria que hubiera logrado si Puerto Rico hubiera convergido hacia
los EE. UU.
Asumiendo que Puerto Rico y Mississippi han alcanzado sus estados estacionarios.
La diferencia entre niveles de estado estacionario de ingreso per cápita
entre las dos economías es aproximadamente 9000 dólares de
1994. Bajo esa presunción, el Cuadro 4 (Apéndice 2) presenta
varias simulaciones para el ingreso per cápita, utilizando diferentes
ritmos de convergencia. El cuadro indica la cantidad de ingreso per cápita
que los puertoriqueños han perdido por no haber convergido hacia
los EE. UU. Utilizando el ritmo conservador de convergencia de 3,7 por ciento
que se calculó previamente en este estudio, es posible demostrar
que en 1994, el puertoriqueño medio tenía una ingreso casi
$6000 inferior a la que hubiera recibido si Puerto Rico hubiera convergido
hacia Mississippi, el estado más pobre de la Unión. Una acumulación
de esta perdida desde 1955 y 1994 supone, en 1994, una riqueza mayor por
100,000 dólares para cada puertoriqueño. El Gráfico
5 ilustra este escenario comparando las dos trayectorias del PNB per cápita.
5 Resumen y Conclusiones
Debido a su relación con los EE. UU., Puerto Rico es economicamente,
politicamente, socialmente, y geograficamente en una posición única
relativa a otros países en vía de desarollo. Este estudio
demuestra que la estrategia del desarollo seguido por Puerto Rico durante
los últimos 50 años ha tenido, a lo más, un éxito
muy templado en cuanto a su explotación de las numerosas posibilidades
debidas a su posición privilegiada.
La evidencia que se ha encontrado en este estudio indica que Puerto Rico
está convergiendo hacia un estado estacionario inferior al que converge
los EE. UU.-una deficiencia que ha significado que Puerto Rico ha crecido
a un ritmo de 2,5 puntos porcentales menor a lo que podemos esperar de una
economía con su nivel inicial de ingreso per cápita y un nivel
de estado estacionario de ingreso de los EE. UU. Las simulaciones sencillas
que se han realizado utilizando las tasas de convergencia obtenidos en este
estudio demuestran que si, desde 1955, Puerto Rico hubiera estado convergiendo
hacia el nivel real de ingreso de Mississippi, el nivel de ingreso per cápita
en Puerto Rico hubiera podido ser el doble de su valor en 1994, lo que cerraría
por completo la brecha existente entre sus ingreso y los de los estados
más pobres,.
La convergencia hacia un estado estacionario inferior al de los EE. UU.
supone que la brecha entre ingresos no se cerrará sólo por
su cuenta. Si el nivel de estado estacionario de ingreso de Puerto Rico
no aumenta de forma sustancial, la economía puertoriqueña
nunca será capaz de salvar la distancia entre sus ingresos y los
de los EE. UU. En este sentido, no existe una razón económica
válida para retrasar la decisión sobre la estadidad de Puerto
Rico.
A pesar de que la teoría de crecimiento no proporciona la receta
para lograr un crecimiento más accelerado, sí indica que si
Puerto Rico es capaz de mejorar las variables que determinan su equilibrio
de largo plazo del ingreso, el efecto convergente garantiza un ritmo más
elevado de crecimiento durante la transición hacia el nuevo estado
estacionario. Es posible que la estadidad pueda mejorar el flujo de inversión
proveniente de los estados norteamericanos continentales-además de
otros sitios-de una manera más natural que se puede lograr con incentivos
fiscales.
Varios ejemplos demuestran los efectos positivos de una relación
cooperativa entre una economía menos dearollada y un país
o una región rica y desarollada. Las economías europeas que
tenían ingresos medianas, como han sido España en los años
60 o Grecia, Irlanda, y Portugal, han beneficiado de su ubicación
geográfica, paulatinamente salvando la brecha entre si mismo y las
economías europeas más ricas. El éxito político
y económico más importante de los últimos 40 años
para estas economías ha sido su ingreso en la Comunidad Económica
Europea, lo que aumentó su ventaja geográfica de proximidad
a una región más rica. Como demostraron Larre y Torres (1991),
la combinación de reformas del mercado y la integración en
la CEE han permitido que en los últimos diez a quince años,
España y Portugal hayan podido superar a las economías de
países europeos más ricos.
No obstante, todos estos ejemplos son casos menores de cooperación
económica comparado con el potencial para Puerto Rico. Si Puerto
Rico se hiciera estado, el efecto convergente debería garantizar
a Puerto Rico un ritmo superior de crecimiento económico y a sus
ciudadanos un nivel de ingreso más alto. Por medio del proceso de
estadidad, Puerto Rico puede convertirse en una parte integral de la economía
más amplia y rica del mundo, resolviendo para siempre la cuestión
de incertidumbre política que está vinculado con su presente
estatus de libre asociado, y por consiguiente gozar plenamente de los beneficios
económicos del proceso de alcance.
Apéndice 1: La Economía Puertorriqueña Después
de la Segunda Guerra Mundial
Esta sección busca presentar una descripción concisa del
desempeño de Puerto Rico durante el periodo que siguió a la
Segunda Guerra Mundial. Demostraremos que el desempeño de la economía
puertoriqueña era sólida en términos de crecimiento
y de otros indicios económicos, por lo menos hasta los primeros años
del década de los 70. Fue durante este periodo que Puerto Rico supo
reducir la diferencia entre su producto y el de los EE. UU. y se convirtió
en una economía industrializada, con los indicios económicos
y sociales comparables a las economías más desarolladas.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Puerto Rico implementó
una série de medidas con el motivo de transformar su economía,
que era entonces principalmente agrícola, en una economía
industrial. Desde el principio de los años 40 hasta 1949, la primera
etapa consistía en reformas económicas que se enfocaron mayormente
en una reforma agraria, el desarollo de la infrastructura, y la reorganización
de las instituciones. Una segunda etapa de reformas económicas para
el desarollo, denominado "Operación Manos a la Obra," se
implementó entre 1945 y 1953. Esta segunda fase fue concebida para
aumentar la producción industrial atrayendo el capital privado, especialmente
de inversores norteamericanos, lo que tomó la forma de una privatización
de empresas públicas y la oferta de incentivos fiscales.
Después de 1953, no hubo reformas económicas importantes.
Desde entonces, el gobierno puertoriqueño ha ido adaptando su política,
particularmente referente a los incentivos fiscales, de tal manera para
satisfacer los intereses de inversores norteamericanos y para mantener el
influjo de capital norteamericano en la isla. En los 35 años que
siguieron, las filiales de empresas norteamericanas se establecieron en
Puerto Rico, encabezando en ingresos su subsegmento en la contribución
de manufactura al PNB con un 15 por ciento en 1950, y con más de
50 por ciento en 1990. En 1952, se estableció el Estado Libre Asociado
de Puerto Rico.
Después de la crisis petrolera de 1973, la economía puertoriqueña
se frenó. Las razones no son definitivas, pero varios hechos han
podido tener un efecto exógeno. Entre ellos: la aplicación
de un salario mínimo en Puerto Rico; la incapacidad de ajustarse
por completo a las consecuencias del choque petrolero; y, el traslado de
la inversión norteamericana atraida por los incentivos fiscales desde
industrias con uso intensivo de mano de obra hacia industrias con uso intensivo
del capital. En contraste con Puerto Rico, la economía estadounidense
superó la crisis petrolera y reanudó su crecimiento económico,
así que es necesario buscar otra explicación para el parón
que sufrió la isla.
El Gráfico A1.1 muestra el fuerte ascenso que experimentó
la economía puertoriqueña hasta 1973 y la siguiente disminución
paulatina. El grafico muestra el PNB per cápita real de Puerto Rico
de 1955 a 1994. Puerto Rico ha podido aumentar su PNB per cápita
a un ritmo promedio de 3,7 por ciento por año entre 1955 y 1994,
pero el crecimiento no ha sido constante. Hasta 1972, el PNB per cápita
creció a un ritmo anual de 5,9 por ciento, superando la mayoría
de las demás economías de ingresos medianos en el mundo. Sin
embargo, después de 1972, la economía puertoriqueña
creció discretamente por 2,1 por ciento por año en términos
del per cápita, con un escaso 0,4 por ciento entre 1973 y 1983.
El Gráfico A1.2 muestra los efectos de la "Operación
Manos a la Obra," concebida para aumentar la producción industrial
atrayendo el capital extranjero. Se creía que después de una
primera etapa de uso intensivo de fuentes externas, que el capital doméstico
se elevaría para completar la transición hacia una economía
industrial. El capital doméstico nunca materializó, y los
sucesivos gobiernos puertoriqueños se acostumbraron a depender de
la financiación proveniente de fuentes externas atraidos por los
incentivos fiscales.
El gráfico muestra la suma de inversión, entre 1955 y 1994,
en proporción del PNB. La tasa promedio de inversión era 29,2
por ciento entre 1955 y 1972. Cayó al 17,0 por ciento entre 1973
y 1983, y se rebajó aún más al 14,3 por ciento entre
1984 y 1994. Los fondos externos, en su mayoría provenientes de los
estados unidos continentales, representaban 40,7 por ciento de la suma de
fuentes en 1955, y llegaron a ser el 80 por ciento en 1980. En gran parte,
las fuentes internas de inversión han sido reservas de depreciación
y ahorros gubernamentales, con los ahorros privados negativos.
El Gráfico A1.3 muestra la disparidad significativa entre el PIB
y el PNB. Muestra el PNB como un porcentage del PIB entre 1955 y 1994. El
gráfico demuestra que la parte del producto que pertenece a los puertoriqueños
ha ido disminuyendo de forma constante desde un nivel superior al 100 por
cien en los primeros años 50 hasta llegar a ser menos de un 70 por
ciento en 1994.
Los ingresos efectivamente recibidos por los puertoriqueños hubiera
sido incluso menos, si no fuera por la cantidad importante de transferencias
por parte del gobierno federal estadounidense. El Gráfico A1.4 muestra
la cantidad neta de transferencias federales, tanto a particulares como
al gobierno puertoriqueño, en términos de dólares de
1985 per cápita y también en funcción del porcentage
que representa del PNB per cápita. El gráfico demuestra que
desde 1974, estas transferencias han sumado un promedio de casi 22 por ciento
del PNB per cápita. Aunque Puerto Rico recibe menos transferencias
federales en términos del per cápita que cualquier estado
norteamericano, estas representan un porcentage más importante del
ingreso per cápita a consecuencia del bajo nivel de ingreso per cápita
en la isla.
A menudo, los economistas culpan a la cantidad dispropociadamente elevada
de transferencias por la ausencia de ahorros privados generados por ciudadanos
puertoriqueños. Se ha sostenido que las transferencias federales
han financiado el consumo, particularmente cuando se considera que desde
1974, los beneficios directos a particulares (sobre todo en forma de seguridad
social y de vales canjeables por alimentos que se da a personas de bajos
ingresos) suponen más de 70 por ciento de la suma de la subvensión
federal. En realidad, ya en los finales de los años 80, el consumo
superaba el 95 por ciento del PNB, y en 1990, los ingresos disponibles sobrepasaban
el PNB.
Otra característica notable de la economía puertoriqueña
es su orientación completamente hacia el exterior. El Gráfico
A1.5 muestra las concentraciones de importaciones y exportaciones-lo que
ha sido nombrado como uno de los problemas fundamentales de la estrategia
puertoriqueña del desarollo. En los finales de los años 80,
las exportaciones sumadas a las importaciones daba un 140 por ciento del
PIB. Este comercio se concentra en su mayoría con los EE. UU. Más
de 90 porciento de las exportaciones están destinados al mercado
continental y casi 70 por ciento de las importaciones provienen de los EE.
UU.
Las empresas norteamericanas atraidas a la isla por los incentivos fiscales
se establecieron en enclaves de exportación que carecen casi por
completo de conexiónes en adelante o por atrás con la economía
puertoriqueña. Las empresas importaban las materias primas, las elaboraban,
y exportaban los productos finales directamente al mercado continental,
sin a penas establecer una interacción con la economía local
(5).
Además de los incentivos fiscales ofrecidos bajo la "Operación
Manos a la Obra," el nivel bajo de los sueldos fue otro incentivo importante
para las empresas norteamericanas operando en la isla. Taylor (1957) calculó
que un aumento de 25 por ciento en los sueldos preponderantes en el año
1953 hubiera sido lo bastante para anular las ventajas fiscales y de desuadir
la mayoría de las empresas norteamericanas de instalarse a la isla.
En el año 1955, los sueldos promedios de los puertoriqueños
representaban sólo el 30 por ciento de los sueldos nortamericanos;
el 60 por ciento en medio de los años 80, y hoy estan al 70 por ciento.
Parte de la responsabilidad por este aumento de los sueldos relativos en
la isla se debe a la legislación del salario mínimo. En 1977,
se aplicó el salario mínimo federal en Puerto Rico, con varias
excepciones para industrias determinadas. En 1981, casi toda la economía
puertoriqueña estaba sujeta al salario mínimo federal.
A pesar de la disproporción entre salarios mínimos, no
existen pruebas que indican que esta legislación haya tenido algún
efecto sobre el desempleo. Las tasas de desempleo siempre han sido elevadas
en Puerto Rico, de un mínimo de 10,3 por ciento en 1970 a un máximo
de 23,4 por ciento en 1983. Desde la Segunda Guerra Mundial, el desempleo
promedio ha sido 16 por ciento. Esta tasa de desempleo es particularmente
elevada si se toma en consideración que la tasa de actividad desde
1980 en Puerto Rico ha sido menos de 45 por ciento, que los puertoriqueños
en paro tienen la posibilidad de trasladarse a los estados continentales,
y que el gobierno de Puerto Rico ha generado más del 20 por ciento
del total de empleo desde 1980.
Resumen
A pesar de todos los problemas que ha sufrido la estrategia puertoriqueña
del desarollo, después de la Segunda Guerra Mundial, Puerto Rico
pudo acercarse, en términos de producto per cápita, a las
economías más ricas y desarolladas. En particular, la economía
puertoriqueña supo reducir, hasta cierto punto, la distancia entre
sus ingresos y los de los EE. UU. Ese efecto de alcance ha sido definido
como una consecuencia de los efectos beneficiosos de una cooperación
entre una economía desarollada y una economía en vía
del desarollo.
Baumol y Wolf (1994) fueron los primeros en entrar en detalle sobre el
efecto de alcance demostrado por Puerto Rico durante la pos-guerra. Demostraron
que la productividad de la mano de obra creció desde un 25 por ciento
del nivel norteamericano en 1950 hasta un 70 por ciento en 1990. Una trayectoria
parecida se puede apreciar en el caso del PIB, aunque es menos pronunciada.
También, destacaron el hecho que varios indicios sociales y económicos
apuntan que la economía puertoriqueña ha experimentado un
desarollo en muchos campos comparable a las economías más
ricas. Llegaron a la conclusión que la historia de la pos-guerra
en Puerto Rico es una indicación de cuanto se puede conseguir cuando
una economía rica y desarollada coopera y se relaciona con una economía
inicialmente menos desarollado.
Analizando los porqués del crecimiento, descubrieron que la existencia
de una mano de obra educada fue la principal razón por el crecimiento
rápido que experimientó Puerto Rico durante la pos-guerra;
sólo este factor cuenta por la tercera parte del aumento per cápita
del PIB. El efecto de alcance es responsible por otros 16 a 38 puntos porcentales
en el crecimiento, la tasa de inversión en Puerto Rico otro 16 a
21 por ciento, y la apertura comercial y la mano de obra científica
explicarían gran parte del restante.
Una interpretación neoclásica del crecimiento sugiere que
un aumento sustancial en la capacidad de Puerto Rico de acumular capital
humano y físico (lo que fue la estrategia del desarollo iniciado
después de la guerra) posiblemente hubiera impulsado el ingreso pronosticada
a largo plazo hacia el nivel de los EE. UU., iniciando un proceso de convergencia
que explicaría el periodo relativamente largo con elevados ritmos
de crecimiento. Desafortunadamente, como se concluye en este estudio, Puerto
Rico ya no está en convergencia hacia los EE. UU. y por consiguiente,
ya no goza de los efectos económicos positivos de la convergencia.
Apéndice 2: Evidencias de Datos de Panel: Ecuaciones, Cuadros
y Análisis
2.a. Procedimiento de Estimación
El análisis empírico del desempeño de Puerto Rico
ha sido realizado estimando las regresiones estándares de crecimiento,
que surgen de las sigientes ecuaciones empíricas. Se ha demostrado
en otros estudios que el modelo estándar de Solow-Swan y de Ramsey
Cass-Koopmans supone que el crecimiento promedio entre y estan dados por
(1)
cuando
es la tasa anual de convergencia, es el ingreso per cápita de la economía
i en el periodo t, es un conjunto
de variables explicativas controlando por diferencias entre estados estacionarios,
es un efecto individual inobservable,
es un efecto temporalmente específico,
y es un término de error.
Un coeficiente ligeramente negativo en el ingreso per cápita desfasadas
es consistente con el pronóstico de convergencia en el modelo neoclásico
de crecimiento. Ceteris paribus, más alejada está una economía
de su estado estacionario, más elevado será su ritmo de crecimiento
del ingreso per cápita.
2.b. Puerto Rico y los EE.UU.
El objeto de las siguientes estimaciones es de valorizar la polémica
central de este trabajo: ¿Está Puerto Rico convergiendo hacia
los EE. UU.? Si Puerto Rico se hubiera comportado como un estado norteamericano,
su ingreso per cápita hubiera estado convergiendo durante los últimos
50 años hacia el nivel de los estados más ricos. En este caso,
la economía puertoriqueña se encontraría sobre la frontera
de convergencia trazada por los estados norteamericanos, que se manifesta
en el Gráfico 1b, lo que apuntaría una convergencia absoluta
con los EE. UU.
La Convergencia Absoluta
Nos hemos servido de dos procedimientos diferentes para comprobar si
Puerto Rico pertenece a la frontera norteamericana de convergencia. El más
sencillo de los dos supone que los 49 estados norteamericanos en la muestra
comparten la misma tecnología e instituciones, del modo que ni existen
diferencias notables del tipo inobservable ni efectos individuales. En este
caso, se puede estimar una versión simplificada de la ecuación
(1) por medio de mínimos cuadrados ordinarios incluyendo una variable
ficiticia que se sustituye por Puerto Rico. La ecuación no incluiría
el término , entonces
(2)
Sigiendo el ejemplo de Barro y Sala-i-Martin (1992), incluimos como variable
explicativa adicional en la ecuación (2), la variable que se sustituye
por los efectos comunes relacionados a la composición sectorial del
ingreso per cápita en cada estado. La inclusión de esa variable
permite tomar en cuenta los choques sectoriales que afectan en la misma
dirección al desempeño de los estados con composiciones de
ingresos parecidas. Si el nivel inicial de ingreso per cápita está
relacionado con la composición de ingresos, quitar la variable afectaría sustancialmente la estimación
del ritmo de convergencia. El variable está dado
por
donde es la participación
del sector j en el ingreso personal del estado i, yes la cantidad de ingreso per cápita
al nivel nacional originada en sector j.
Un resultado significante y negativo para indicaría
que Puerto Rico no ha estado creciendo al ritmo que supone su nivel inicial
de ingreso per cápita, si el caso es que Puerto Rico y los 49 estado
hayan compartido el mismo estado estacionario. Eso indicaría, entonces,
un rechazo de la hipótesis que Puerto Rico se comporta como un estado
norteamericano.
Los problemas que surgen a causa de la presencia de efectos individuales
correlacionados que se encuentran en la ecuación (1) han sido analizados
detenidamente (6). En general, una regresión de MCO de la ecuación
(1) dará resultados inconclusivos para todos los parámetros.
En particular, el cálculo de l será inclinado hacia abajo
a causa de la correlación óbvia entre el ingreso per cápita
desfasada y el efecto individual.
Tomando ejemplo de Caselli, Esquivel y Lefort (1994), también
hemos ejecutado un cálculo por método general de momento en
la ecuación (1) (7). En el caso de estas regresiones, si el cálculo
da un efecto individual excepcionalmente importante y negativo para Puerto
Rico, esto apoyaría la hipótesis que Puerto Rico no se comporta
como el típico estado norteamericano. Dado que los efectos individuales
serán probablemente correlacionados con los ingresos, deberíamos
exigir un efecto individual excepcionalmente importante para Puerto Rico
(en valor absoluto) después de haber controlado por los ingresos.
Calculamos diferentes variantes de las ecuaciones (1) y (2) para un panel
de cinco secciones transversales, a intervalos de 10 años, cubriendo
el periodo de 1940-1990. Las regresiones se calcularon utilizando mínimos
cuadrados ordinarios y procedimientos del método general de momentos.
En las regresiones por MCO, hemos incluido también variables ficticias
que se sustituyen por las ubicaciones geográficas del sud, medio-oeste,
y oeste, además de una variable ficticia que se sustituye por cada
periodo. Las regresiones por MGM han sido calculadas en desviaciones con
respecto a la media. Los efectos individuales obtenidos en las regresiones
por MGM se han comparado con los niveles de ingreso utilizando los MCO.
Cuadro A2.1
Regresiones trans-estatales de ingreso per capita
|
MCO |
MCO |
MGM |
MGM |
|
0.7684 |
0.6867 |
0.0578 |
0.0546 |
|
(0.0123) |
(0.0210) |
(0.0022) |
(0.0024) |
Ingreso comp. |
0.2732 |
0.5166 |
|
0.1684 |
|
(0.0326) |
(0.0950) |
|
(0.0563) |
|
|
|
|
|
VF ubicación |
sí |
sí |
no |
no |
VF tiempo |
no |
sí |
sí |
sí |
VF prico |
-0.0221 |
-0.0331 |
|
|
|
(0.0046) |
(0.0047) |
|
|
|
0.0263 |
0.0376 |
0.0548 |
0.0605 |
|
(0.0016) |
(0.0031) |
(0.0038) |
(0.0044) |
Efectos ind. VF prico |
|
|
|
-0.0238 |
|
|
|
|
(0.0048) |
Los resultados obtenidos para no son comparables
a través los diferentes procedimientos de estimación.
Utilizamos el ingreso per cápita particular obtenido del Resumen
Estadístico de los EE. UU. que incluye datos para Puerto Rico de
1940 en adelante. Los datos son netos de transferencias federales. El Cuadro
A2.1 resume los resultados obtenidos en ambos conjuntos de regresiones.
La tasa de convergencia obtenida utilizando los mínimos cuadrados
es 2,63 por ciento cuando se incluyen solamente las variables ficticias
que se sustituyen por la ubicación y 3,76 por ciento cuando se incluyen
también las variables ficticias que se sustituyen por el periodo.
El cálculo de obtenido por medio
del procedimiento de método general de momentos es 5,48 por ciento
y 6,05 por ciento por año respectivamente. En todos los casos, los
errores estándares son pequeños, lo que supone coeficientes
significativos y pequeños intervalos de confianza que carecen de
regiones superpuestas. El coeficiente obtenido con el cálculo por
método general de momentos es sin duda mayor a los que se obtienen
por vía de los mínimos cuadrados (8). El coeficiente de la
variable de composición estructural de los ingresos es siempre positivo
y significativo.
El coeficiente de la variable ficticia que se sustituye por Puerto Rico
incluida en las regresiones de MCO es importante, negativo, y significativo.
Esto indica que Puerto Rico creció durante el periodo 1940-90, a
un ritmo promedio entre 2,2 y 3,3 puntos porcentales por debajo que una
economía con el mismo estado estacionario que los EE. UU. y el ingreso
per cápita inicial de Puerto Rico. El cuadro también muestra
el coeficiente de una variable ficticia que se sustituye por Puerto Rico
en la regresión por MCO de los efectos individuales sobre el nivel
de ingresos. Una interpretación de este coeficiente en términos
de insuficiencia del ritmo de crecimiento nos indica que el valor extraordinariamente
importante y negativo del efecto obtenido para Puerto Rico explica la deficiencia
de 2,38 puntos porcentales en el ritmo de crecimiento. Estos resultados
indican claramente que Puerto Rico no tiene el comportamiento de un estado.
La economía puertoriqueña ha ido creciendo a un ritmo mucho
inferior de lo que se supone para un estado con el mismo nivel inicial de
ingresos.
2.c Explicando la Brecha Entre Ingresos: Convergencia Condicional
Cuando una economía no pertenece a la frontera de convergencia,
es porque no comparte los mismos determinantes de estado estacionario. Entonces,
incluimos en la regresión anterior un conjunto de determinantes de
variables de crecimiento que representan las condiciones del estado estacionario.
Aunque la insuficiencia del desempeño está algo reducido,
todavía encontramos una brecha entre crecimientos que es importante
e inexplicada.
Calculamos las ecuaciones (1) y (2) incluyendo como variables explicativas
los valores a principio del periodo del ingreso per cápita, la composición
estructural de los ingresos en el estado, y el porcentage de la población
con más de 25 años que tienen bachilleratos o estudios superiores.
Incluimos, además, el nivel per cápita de gasto público
en términos estatales y locales, y el nivel per cápita de
subvenciones federales recibidas por el estado. El Cuadro A2.2 presenta
los resultados. Como se puede esperar, la velocidad calculada de convergencia
aumenta por el hecho de controlar por el conjunto extra de variables, a
3,77 por ciento y a 3,14 por ciento en las regresiones por MCO, incluyendo
y excluyendo respectivamente las variables ficticias que se sustituyen por
el tipo. La velocidad de convergencia llega a ser 9,51 por ciento en la
regresión por MGM. El coeficiente para la variable de composición
estructural de ingresos es positivo y significativo en todas las regresiones.
El coeficiente de la variable de educación no se distingue de manera
significativa de cero en las regresiones por MCO, pero es negativo y notablemente
significativo en las regresiones por MGM. Este resultado es consistente
con la idea de que el porcentage de la población adulta que tienen
el bachillerato aproxima por el nivel inicial de capital humano, de este
modo reflejando las condiciones iniciales. El coeficiente del gasto público
y las subvenciones del Gobierno Federal es significativo y positivo en ambos
conjuntos de regresiones. La subvención federal tiene un efecto importante
sobre el crecimiento, especialmente en las regresiones por MGM. Ese hecho
tiene interés, dado que el cálculo por método general
de momentos toma en cuenta los posibles problemas que pueden surgir de la
endogeneidad de las variables explicativas, particularmente en el caso de
esa última variable.
Cuadro A2.2
Regresiones Trans-estatales de Ingreso per cápita
|
MCO |
MCO |
MGM |
|
0.7302 |
0.6862 |
0.0387 |
|
(0.0266) |
(0.0243) |
(0.0012) |
Ingreso comp. |
0.2481 |
0.5647 |
0.2894 |
|
(0.0333) |
(0.0958) |
(0.0138) |
Bachilleratos |
0.0033 |
0.0137 |
-0.1511 |
|
(0.0086) |
(0.0106) |
(0.0033) |
Gasto Público |
0.0270 |
0.0044 |
0.0077 |
|
(0.0081) |
(0.0074) |
(0.0005) |
Subv. Federal |
0.0796 |
0.0678 |
0.2274 |
|
(0.0312) |
(0.0293) |
(0.0046) |
VF ubicación |
sí |
no |
no |
VF tiempo |
no |
sí |
sí |
VF prico |
-0.0335 |
-0.0324 |
|
|
(0.0048) |
(0.0048) |
|
|
0.0314 |
0.0377 |
0.0905 |
|
(0.0036) |
(0.0035) |
(0.0032) |
Efectos ind.: VF prico |
|
|
-0.0116 |
|
|
|
(0.0035) |
Los resultados obtenidos para no son comparables
a través los diferentes procedimientos de estimación.
El Cuadro A2.2 también demuesta que el desempeño insuficiente
de Puerto Rico es todavía un problema serio. Casi no habido un cambio
en el resultado del cálculo por MCO de la variable ficticia que se
sustituye por Puerto Rico: tiene el valor de 3,24 por ciento cuando se incluyen
las variables ficticias que se sustituyen por el tiempo. Sin embargo, el
efecto individual obtenido por medio de un cálculo por MGM es algo
inferior. La variable ficticia de los MCO obtenida por el efecto individual
de Puerto Rico indica que el ritmo promedio de crecimiento durante la trayectoria
de la transición estaba a 1,1 puntos porcentales por debajo del pronóstico.
Cuadro A2.3
Determinando los Efectos de la Estadidad sobre el Crecimiento
|
1880-1940 |
|
0.6923 |
|
(0.0500) |
Porcent. Agric |
-0.0576 |
|
(0.0001) |
no-ESTADIDAD |
-0.002
(0.0001) |
|
|
VF ubicación |
sí |
|
0.0184 |
|
(0.0036) |
Para poner a prueba la hipótesis que el estatus político de
una economía afecta su desempeño en términos de crecimiento,
hemos utilizado los datos de ingreso per cápita proveniente de los
48 estados entre 1880 y 1940. Estas séries provienen de Barro y Sala-i-Martin
(1992). La idea de la prueba es lo siguiente. Entre los 48 estados, varios
de los incluidos en esta muestra han cambiado su estatus político
de territorio a estado durante el periodo bajo estudio. En particular, Dakota
del Norte y del Sud, Montana y Washington, que se hicieron estados en 1889.
Idaho y Wyoming en 1890, Utah en 1896, Oklahoma en 1907, y Nuevo Méjico
y Arizona en el año 1912. Entonces, calculamos una regresión
estándar de panel de crecimiento utilizando secciones transversales
a cada 20 años que incluyen una variable para el estatus político.
A esta variable se le atribuye un valor entre cero y uno. Para todas las
observaciones en que la economía era de un territorio, el valor es
cero. Si la economía cambió de estatus durante el periodo,
se le atribuye un valor proporcional. Por ejemplo, el valor es 10/20 para
Montana durante el periodo 1880-1900, dado que Montana se hizo estado en
1890.
El Cuadro A2.3 presenta los resultados de esta regresión. Tomando
ejemplo de Barro y Sala-i-Martin, hemos incluido la proporción de
ingresos provenientes de la agricultura como una medida de la composición
estructural de ingresos. Hemos también incluido variables ficticias
que se sustituyen por las regiones del sud, oeste, y medio-oeste. Los resultados
son sorprendentes. El Cuadro A2.3 demuestra que el coeficiente en la variable
de no-estadidad es importante, negativo, y significativo. Es decir, dado
el nivel inicial de ingreso per cápita y la composición estructural
de sus ingresos, las economías de los estados actuales han crecido
más rapidamente después de hacerse estados. Aunque estos resultados
tienen que ser interpretados con cautela, está claro que destacan
la existencia de efectos positivos que ejerce el estatus de estadidad sobre
el crecimiento.
2.d. Puerto Rico, Latinoamérica y el Caribe
A pesar del desempeño aparente de la economía puertoriqueña
con respecto a los EE. UU., la historia económica de la pos-guerra
en Puerto Rico ha servido como un modelo ejemplar del desarollo económico.
En este segmento, utilizamos datos recién salidos de los Cuadros
Penn World versión 5,6 que facilitan datos sobre el PIB de Puerto
Rico en precios internacionales, lo que hace posible una comparación
internacional. Utilizamos la muestra de Barro y Lee (1994) que incluye 97
países además de Puerto Rico. El Gráfico A2.1a resume
claramente la historia exitosa de Puerto Rico. De esta muesta de 97 países,
hemos seleccionado todas las economías latinoamericanas y caribeñas,
más los EE. UU., Canadá, y Puerto Rico. El gráfico
demuestra indiscutiblemente que desde 1960, Puerto Rico ha superado a todas
las demás economías que tienen una ingreso per cápita
parecida o inferior.
Para poder identificar las fuentes del crecimiento puertoriqueño,
hemos calculado usando datos de panel regresiones construidas utilizando
secciones transversales de los 98 países (incluyendo Puerto Rico)
a intervalos de 5 años desde 1960 hasta 1990. Hemos incluido como
variables explicativas algunas de las variables de control más corrientes
en la literatura estándar del crecimiento empírico. Para la
educación, hemos utilizado el porcentage de la población con
más de 25 años que ha obtenido el bachillerato. También,
incluimos las tasas de fecundidad, las tasas de inversión, las proporciones
del gasto público, la prima del mercado negro, y la cantidad de revoluciones.
El Cuadro 4 resume los resultados. Lo mismo que antes, calculamos las regresiones
utilizando el procedimiento estándar de MCO y una estimación
del MGM. Los ritmos de convergencia son 2,28 por ciento y 9,49 por ciento,
respectivamente. Los coeficientes de la variable de educación son
positivos y significantes, aunque pequeños. Los coeficientes de todas
las de más variables también pueden encontrarse en el Cuadro
A2.4. Son parecidos a los obtenidos en los estudios previos.
Los resultados para Puerto Rico, Latinoamérica, y el Caribe están
resumidos en el Gráfico A2.1b. El gráfico presenta los efectos
individuales para la muestra y el periodo definidos arriba y obtenidos en
una regresión por MGM de determinantes de crecimiento presentado
en el Cuadro A2.4, columna 2. El gráfico demuestra que el desempeño
ejemplar de Puerto Rico se explica por un proceso acumulativo por medio
de inversión, capital humano, su posición inicial, y otros
variables. Una vez que tomamos en consideración los determinantes
del estado estacionario de la economía, queda poco que no tiene explicación.
El efecto individual relativamente bajo (inferior al de los EE. UU.) indica
que en gran parte, el desempeño relativo de Puerto Rico, cuando se
le compara con un conjunto amplio de países, se explica con su nivel
relativamente elevado de estado estacionario de ingreso per cápita,
lo que está captado en las variables de control incluidas en las
regresiones.
Cuadro A2.4
Regresiones Trans-nacionales de PIB per cápita
|
MCO |
MGM |
|
0.0781 |
0.0301 |
|
(0.0029) |
(0.0086) |
educación |
0.0049 |
0.0154 |
|
(0.0021) |
(0.0076) |
tasa de fecun. |
0.0591 |
-0.0596 |
|
0.0141 |
0.0550 |
I/PIB |
0.1311 |
0.1334 |
|
(0.0224) |
(0.0362) |
GP/PIB |
-0.0481 |
0.1219 |
|
(0.0198) |
(0.1433) |
ln (1+BMP) |
-0.0231 |
-0.0348 |
|
(0.0043) |
(0.0118) |
revoluciones |
0.0086 |
0.0064 |
|
(0.0054) |
(0.0137) |
|
0.0247 |
0.117 |
|
(0.0037) |
(0.0276) |
2.e El Coste de una Convergencia hacia un Estado Estacionario Inferior
Para poder comparar la trayectoria real de ingreso per cápita
que sigue la economía puertoriqueña con la que hubiera logrado
si se había movido en la frontera de convergencia estadounidense,
nos servimos de los consabidos resultados de la teoría neoclásica
del crecimiento. La trayectoria de ingreso por trabajador efectivo , alrededor del estado estacionario , está
regido por la relación siguiente
(3)
Esta trayectoria es una funcción de la tasa de convergencia . Una transformación sencilla de la ecuación
(3) nos permite simular la trayectoria de ingresos para diferentes ritmos
de convergencia y valores de estado estacionario.
(4)
Cuadro A2.5
El Coste de una Convergencia hacia un Estado Estacionario Inferior
|
Mississippi |
Promedio EEUU |
Ritmo de Convergencia |
Ingreso perdida en 1944 |
Ingreso Total perdida desde 1955 |
Ingreso Perdida en 1994 |
Ingreso Total perdida desde 1955 |
2% |
3,777 |
67,366 |
6,159 |
107,335 |
3.7% |
5,800 |
110,928 |
9,864 |
182,232 |
6% |
7,143 |
148,745 |
12,462 |
252,363 |
La ecuación (4) indica que el aumento en ingreso per cápita
que se obtiene a consecuencia de un aumento en el nivel de estado estacionario
de ingreso per cápita. El Cuadro A2.5 presenta las simulaciones del
coste de mantener una convergencia hacia un estado estacionario inferior.
Los cálculos se sirven de la ecuación (4) para simular las
trayectorias de ingresos con diferentes valores para los parámetros.
Notas
- Este trabajo representa una parte de mi tésis doctoral en ciencias
económicas (1996), realizada en Harvard University bajo la dirección
de Robert J. Barro.
- El trazado marca el ritmo de crecimiento en el eje vertical, y la masa
de capital en el eje horizontal.
- En una série de regresiones utilizando datod de coste transversal,
los resultados del cálculo del ritmo de convergencia varian entre
un 2,5 y 3 por ciento por año. Un ritmo de convergencia que varia
entre un 5 y 9 por ciento se ha calculado en estudios que aplican técnicas
econométricas para corrigir diferencias inobservables en varios
países (i.e. efectos individuales) que surgen de diferencias en
la tecnología disponible.
- La evidencia presentada en el Cuadro 1 del Apéndice 2 y trazada
en los sGráficos 3a y 3b indica que Puerto Rico creció a
un ritmo anual entre 2,2 y 3,3 puntos porcentales inferiores al ritmo pronosticado
para un estado con el mismo nivel de ingreso que Puerto Rico.
- Véase Hexner, Jenkins, Latt y LaMotte (1993).
- Véase Caselli, Esquivel y Lefort (1994) por una revisión
de los problemas y soluciones de estimación.
- El procedimiento consiste en eliminar los efectos individuales de la
manera siguiente: se aplican las diferencias a la ecuación (1) y
se calculan las variables del lado derecho utilizando sus valores desfasados.
En el caso de una ausencia de una correlación en série del
término de error eit, este estimador proporciona cálculos
consistente de los parámetros en la ecuación (1). Por una
discusión más amplia del estimador, véase Arellano
y Bond (1992), y Caselli, Esquivel y Lefort (1994).
- Sin embargo, la diferencia entre los dos conjuntos de cálculos
es menor a la diferencia calculada por Caselli, Esquivel y Lefort (1994)
que utilizan una muestra amplia de países heterogéneos, lo
que indica que la distorción variable omitida es menos pronunciada
en esta muestra.
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