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THE CATHOLIC STANDARD AND TIMES

Puerto Rico: ¿El 51º estado?

Los obispos de la isla son neutrales en la cuestión de la estadid

por Lou Panarale

1 de octubre de 1998
©Marca Registrada, The Catholic Standard and Times

WASHINGTON (CNS) - Los obispos de la mayoritariamente católica Puerto Rico se mantienen fuera de la batalla que se libra en el Congreso de los EE.UU., que puede dar lugar a un histórico referéndum en el cual los puertorriqueños decidirían su destino jurisdiccional y la posible incorporación como el 51º estado.

El acta del Status Político de los Estados Unidos - Puerto Rico (H.R. 856), patrocinada por el representante Don Young (Rep. -Alaska), expirará a menos que el Senado la apruebe antes del receso de mediados de Octubre.

El pasado mes de marzo, en una votación que tuvo a todos pendientes por el resultado, la medida fue aprobada por la Cámara de Representantes, 209 a 208, luego que el representante Earl Pomeroy (Dem. -N.D) cambiara su voto de "no" a "sí", en el último minuto.

Referéndum antes de1999?

La legislación estipula que el referéndum debe realizarse en Puerto Rico antes de que acabe 1998, o la isla se mantendrá dentro del régimen de mancomunidad.

Los 3,8 millones de puertorriqueños, en su mayoría católicos, son ciudadanos estadounidenses estatutarios, lo que significa que no pueden votar en las elecciones presidenciales.

Sin embargo, pueden viajar al territorio continental de los Estados Unidos sin pasaportes y vivir allí. Pagan una versión reducida de los impuestos federales a las ganancias y unos 200 mil puertorriqueños han servido en las fuerzas armadas estadounidenses desde la Primera Guerra Mundial.

Sin voto en Washington

Su representante en el Capitolio es Carlos Romero-Barceló, llamado "comisionado residente". Puede integrar las comisiones, promover legislación, hablar en el recinto de la Casa e introducir enmiendas, pero solamente puede votar en las comisiones y no cuando se reúne la totalidad del cuerpo.

"No tengo voto, sin embargo represento seis veces más gente que cualquier otro miembro de la Cámara de Representantes", dijo Romero-Barceló.

Dos de los principales adversarios a la H.R. 856 han sido Nydia Velázquez (Dem. N.Y.) y Luis Gutiérrez (Dem. Ill.), ambos estadounidenses puertorriqueños.

Velázquez urgió a los miembros de la Cámara de Representantes a "no dejarse engañar" pensando que la H.R. 856 tiene como fin la autodeterminación. "Los estadounidenses deben saber que esta ley ha sido diseñada para garantizar la estadidad de Puerto Rico", afirmó.

Gutiérrez llamó a la H.R. 856 "una ley defectuosa que distorsiona la definición de mancomunidad, status que es apoyado por la pluralidad del pueblo puertorriqueño".

La ley ofrece tres opciones : mantener la mancomunidad, ingresar como 51º o la soberanía independiente.

  • El status de mancomunidad (estado libre asociado) permitirá que Puerto Rico continúe la actual estructura de autogobierno interno, manteniendo el Congreso la autoridad para ejercer la plenitud de poderes sobre la isla.
  • La independencia establecería que Puerto Rico se convierta eventualmente en una república soberana con plena autoridad y responsabilidad sobre sus propios territorios y población.
  • La estadidad significa que Puerto Rico se convertirá en un estado completamente integrado a los Estados Unidos, con todas las responsabilidades y privilegios acordados a todos los ciudadanos estadounidenses.

Romero-Barceló declaró al Servicio Católico de Noticias (CNS, sigla en inglés) que Velázquez y Gutiérrez se equivocaban al denunciar que la ley está sesgada en favor de la estadidad.

Si el referéndum no obtiene mayoría en ninguna de estas tres opciones, Puerto Rico permanecerá en el régimen de mancomunidad, sostuvo. "La mancomunidad puede ganar aunque pierda".

Romero-Barceló cree que la jerarquía católica de Puerto Rico no siempre ha sido neutral con respecto a estas tres opciones, y que por momentos ha mantenido una postura crítica respecto al movimiento pro-estadidad.

A pesar de que Puerto Rico integra la mancomunidad con los Estados Unidos, la Iglesia está orientada hacia Latinoamérica. Sus obispos se consideran parte de la jerarquía latinoamericana, tienen su propia conferencia de obispos y no son parte de la Conferencia Católica de los Estados Unidos.

Romero-Barceló piensa que los tres obispos de Puerto Rico pueden tener miedo de "perder su status" si Puerto Rico se convierte en Estado y su Iglesia cae bajo la jurisdicción de los Obispos Católicos estadounidenses.

CNS dialogó telefónicamente con el Obispo Alvaro Corrada del Río, administrador apostólico de Caguas, Puerto Rico.

Tres opciones legítimas

"Las tres opciones están de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia. No tenemos problema con que los puertorriqueños elijan cualquier cosa que quieran", dijo el Obispo Corrada.

"Si el señor Romero-Barceló piensa que la jerarquía de la Iglesia de Puerto Rico tiene dudas respecto a su neutralidad, se equivoca", afirmó. "Puedo asegurarle que tanto yo como los otros dos obispos de Puerto Rico conocemos bien esta situación".

"Todos creemos que la diversidad de opinión es legítima, y la Iglesia lo afirma".

El Obispo Corrada hizo referencia a la Declaración sobre la Situación Política de Puerto Rico, de 1983, en la cual el Obispo de Puerto Rico manifestó : "Queremos establecer claramente en esta oportunidad que ninguna de las tres alternativas políticas... está en conflicto con las enseñanzas del Evangelio".

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