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CITIZENS EDUCATIONAL FOUNDATION
Cómo entender la votación por el status
de Puerto Rico
14 de diciembre de 1998
©Marca Registrada 1998 Citizens Educational Foundation
En el plebiscito de Puerto Rico, la estadidad fue aprobada
por el 46,5% de los votantes, el más alto número
de votos entre todas las opciones de status presentadas en las
papeletas. Entre las restantes opciones de status reconocidas
por la ley estadounidense, la independencia recibió el
respaldo del 2,5% de los votantes, el actual Estado Libre Asociado
(ELA) un escaso 0,1%, y la independencia con un tratado de libre
asociación obtuvo sólo el 0,2% de los votos emitidos.
Las papeletas con la opción "Ninguna de las anteriores"
consiguió el 50,2% de los votos. Esto confirma la necesidad
de que el Congreso averigüe la voluntad del pueblo de Puerto
Rico sobre las opciones que éste está dispuesto
a considerar. Esto puede lograrse si el Congreso auspicia un referéndum
mediante ley federal e informa a los votantes sobre los términos
para continuar con el actual status o para cambiarlo por uno nuevo.
El rechazo de los votantes hacia el ELA vigente actualmente
y el rechazo a la independencia de cualquier tipo, combinados
con la resistencia de los electores a escoger entre las opciones
conocidas, reflejan la necesidad de una reforma de la política
territorial federal que el Congreso no puede seguir ignorando.
Porque solamente el congreso tiene la autoridad y la responsabilidad,
conforme la Constitución de los EE.UU., para definir los
términos sobre los que se resolverá el status de
Puerto Rico.
Es más, el movimiento en contra del ELA es legal y políticamente
significativo porque el actual status territorial fue creado por
el Congreso en 1950, mediante la Ley Publica de los EE.UU. Nº
600, sobre la base del consentimiento de los votantes en un referéndum
auspiciado por el Congreso. El rechazo del ELA establecido por
la L.P. 600 significa que sólo el Congreso puede establecer
un proceso para restaurar el gobierno por consentimiento.
Debido a la falta de acción del Congreso, Puerto Rico
se encuentra ahora, una vez más, en la misma situación
que antes de 1950. Los ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico
se encuentran privados de sus derechos bajo el proceso político
federal al cual son sometidos y la administración por parte
de los EE.UU. bajo el ELA creado por el Congreso no es un status
consensual o de absoluto autogobierno
El dilema es acentuado con la votación por "Ninguna
de las anteriores", que carece de sentido legal. En lugar
de un acto de autodeterminación entre alternativas factibles
a las cuales el Congreso podría dar respuesta, un significativo
!número de votantes prefirió evitar una elección
informada. Además, la campaña partidaria que apoyaba
la columna "Ninguna de las anteriores" abrazó
doctrinas contradictorias: la unión permanente con ciudadanía
estadounidense y la anulación de los elementos constitucionales
y legales de la ley estadounidense ofrecidos en las cuatro opciones
factibles de status correctamente presentadas en las papeletas.
La histórica votación que favoreció a
la estadidad por sobre las otras opciones disponibles prepara
la escena para la futura integración de Puerto Rico dentro
del sistema político, económico y fiscal de la nación.
Finalmente, El Congreso debe ejercer su exclusiva autoridad para
definir los términos en los cuales Puerto Rico permanecerá
bajo la soberanía de los Estados Unidos u obtendrá
una soberanía separada. Sólo entonces podrán
los ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico hacer una elección
informada en un proceso de autodeterminación con auspicio
legislativo, con el fin de resolver de manera permanente la cuestión
del status del territorio.
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