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Distorsionado Pensamiento Político de Hostos

por Guillermo Moscoso

19 de enero de 1999
©Marca Registrada 1999 Guillermo Moscoso

El 11 de enero, Puerto Rico conmemoró el 160 aniversario del nacimiento de Eugenio
María de Hostos. Nacido en Mayaguez el 11 de enero de 1839, de Hostos fue uno de los más
distinguidos e ilustres hombres en la historia de Puerto Rico. Fue conocido mundialmente como
educador, humanista, abolicionista, pensador, filósofo, escritor, político y, sobre todo, un
maestro en todo el sentido de la palabra.

De Hostos tenía una mente clara, liberal, internacionalista y pragmática. Este "Ciudadano de América", como le llamó el distinguido profesor y escritor Antonio S. Pedreira, educó a todo un continente. Su hijo Adolfo, Historiador Oficial de Puerto Rico entre 1936 y 1950, dijo lo siguiente sobre su padre: "El adoptó un pedagógico progreso con el propósito de enseñar a pensar a la gente". Algo que necesitamos aquí hoy en día imperiosamente. Es así que no fue nada sorpresivo cuando el distinguido historiador argentino, Bartolomé de Mitre, dijo lo siguiente: "De Hostos enseñó a pensar a América". No es por lo tanto sorprendente que de Hostos haya sido glorificado en varias naciones en donde llevan su nombre monumentos, escuelas, avenidas, calles y parques. Hay cientos de escritos sobre su biografía y sus trabajos pedagógicos y filosóficos,

Como ha sucedido en años anteriores, y este año no ha sido la excepción, pequeños no-afiliados sectores independentistas y activistas, en sus esfuerzos por promover sus objetivos políticos, han distorsionado el pensamiento político de Hostos reclamando que él era uno de ellos y alegando que era un inflexible y radical independentista con una firme posición contra Estados Unidos.

Toda vez que todos aquellos, quienes como yo, han nacido y crecido en Mayaguez, nos sentimos orgullosos de ese gran hombre y atesoramos su memoria, me siento una vez más obligado no solamente a rendirle un tributo a de Hostos, sino también a aclarar su distorsionado pensamiento político.

Los hechos históricos son al efecto de que la caracterización que han hecho de Hostos los sectores independentistas y activistas ya mencionados, ha sido errada. El ya fenecido Dr. Eugenio María de Hostos Brunet, nieto de Hostos, dijo lo siguiente de su abuelo: "Vísualizó el progreso de Estados Unidos y su influencia sobre Puerto Rico. Se preocupó no solamente por la importancia de la enseñanza de español en las escuelas de Puerto Rico, sino también por la enseñanza de inglés para que con un buen dominio de este idioma los puertorriqueños puedan lograr una igualdad con los estadounidenses". Expresó también el nieto de Hostos que su abuelo "pensó que Puerto Rico siendo tan pequeño y con limitados recursos naturales, no podría sobrevivir cómo una república independiente. Esto explica por qué de Hostos promulgó la idea de una Federación Antillana, compuesta por Puerto Rico, Cuba y la República Domínicana".

En una entrevista que se le hizo a de Hostos y publicada el 17 de junio de 1899 en el periódico El País, de San Juan, de Hostos expresó lo siguiente: "Puerto Rico está ahora en posición de ser un territorio de la Unión Americana. No puede retroceder a ser de nuevo una colonia sin una amplia autonomía. Deseamos ser hermanos de los americanos, no sirvientes. Tenemos el derecho de ser americanos de primera clase con todas las prerrogativas de un país libre. Así es que tenemos la esperanza de tener un gobierno civil". (final de la cita). En aquel entonces, Puerto Rico estaba bajo un, gobierno militar de Estados Unidos, que subsiguientemente cambió a un gobierno civil, culminando con el otorgamiento de la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños en 1917 y poderes autonómicos el mismo año bajo la Ley Jones, aprobada por el Congreso de Estados
Unidos. Más tarde, bajo la Ley 600, se le otorgó a Puerto Rico más amplios poderes autonómicos
para un gobierno propio, su propia constitución y el presente status político que, aunque es
ambivalente y tiene vestigios de colonialismo, ha sido mucho mejor que los poderes autonómicos otorgados por España en la Carta Autonómica de 1897, y en que se disponía el nombramiento del gobernador de Puerto Rico por el Rey de España y la revisión por el parlamento español de todas las leyes aprobadas por la legislatura de Puerto Rico.

Como miembro de la Sección de Puerto Rico del Partido Revolucionario Cubano, con sede en la cuidad de Nueva York, en una asamblea de dicha organización celebrada el 12 de julio de 1898, de Hostos aprobó una resolución dirigida al entonces Secretario de Estado de Estados Unidos, William R. Day, en la cual puertorriqueños residentes en Nueva York se ofrecieron para acompañar a las fuerzas armadas de Estados Unidos que se estaban organizando para ocupar a Puerto Rico. Según leía la resolución, esto se hacía "como un reconocimiento de gratitud que se debía a los americanos que irían a Puerto Rico a redimirlo del yugo del tirano (España) y servirles como guías e intermediarios entre las fuerzas armadas y los habitantes de Puerto Rico".

Una copia de un Manifiesto también aprobado en la mencionada asamblea, fue enviada al Secretario Day. El Manifiesto, para ser distribuido a los habitantes de Puerto Rico al desembarco de las fuerzas armadas, y firmado, entre otros, por de Hostos, decía lo siguiente: "Compatriotas puertorriqueños, le enviamos este Manifiesto por nuestra lealtad y amor a la gran República del Norte, en donde encontramos hospitalidad, seguridad en el exilio, paz en nuestros hogares, y la cual hemos hecho nuestro país adoptivo contra el déspota ibérico. No es el invasor extranjero que nos amenaza. No es un nuevo dueño que viene a esclavizarnos. Es el pueblo de la América del Norte que con su poder, riqueza, moralidad e instituciones libres, el que viene a enmanciparnos".

El 16 de septiembre de 1898, de Hostos propuso un plebiscito en el cual los puertorriqueños ejercerían su derecho a la libre determinación y decidirían el futuro status político de Puerto Rico. Con esto en mente y con el propósito de educar a los puertorriqueños sobre lo que estaba proponiendo, fundó la Liga de Patriotas en la ciudad de Nueva York y en Puerto Rico. El plebiscito se basaba en la integración de Puerto Rico a Estados Unidos como un estado de la Unión o en la independencia, como legítimas opciones de status político reconocidas internacionalmente. En esto de Hostos se adelantó cien años a su tiempo. Al exponer su propuesta de plebiscito, expresó lo siguiente: "Aceptaremos la anexión a Estados Unidos si ésta es la voluntad de los puertorriqueños. De lo contrario, le daríamos a la Federación del Norte el mejor tributo que una nación puede recibir solicitándole, un temporero protectorado por veinte años. No sería un protectorado de fuerza y poder, sino uno de guía hacia la libertad y progreso".

El propuesto plebiscito no recibió apoyo en Puerto Rico. Decepcionado y frustrado, de Hostos regresó a la República Dominicana, en donde ya había ocupado la posición de director del Colegio Central e Inspector General de Educación. Murió en esa nación el 11 de agosto de 1903 y sus restos están enterrados en el Panteón Nacional, en donde se encuentran los restos de los grandes patriotas dominicanos-.

La mejor manera de nosotros rendirle homenaje a de Hostos sería el que logremos lo que él propuso hace cien años y le fue negado en Puerto Rico por sectores políticos en aquel tiempo. Esto es, el que dejemos a un lado ambiciones personales, el partidismo, rencillas, calumnias, mentiras, miedos infundados y distorción de los hechos, que contaminaron nuestro escenario político con motivo de la consulta sobre status el pasado 13 de diciembre. Debemos, en vez, tener en mente el legado de Hostos y pensar inteligentemente para lograr una unidad y armonía que en un abrazo de reconciliación, logremos un concenso para solicitar este año al Congreso 106 de Estados Unidos una legislación que establezca un proceso bajo el cual podamos votar en un plebiscito final por opciones de status descolonizadoras que sean viables, legítimas y aceptables a Estados Unidos y a la comunidad internacional, tales como las establecidas en la Resolución 1541 de las Naciones Unidas en 1960, firmada por Estados Unidos y que son: independencia absoluta, integración a una nación soberana (estadidad en caso de Puerto Rico) y, una vez república, solicitar una libre asociación con una nación libre y soberana. Pero lo que no se puede incluir en el plebiscito es una opción que sea el problema que tratamos de resolver como lo es el presente status de Puerto Rico, ni tampoco una libre asociación con disposiciones que sean inaceptables a Estados Unidos por estar fuera de su marco constitucional, como fue la opción de libre asociacíón en la consulta del 13 de diciembre, y sería la nueva definición del estado libre asociado, el mejor de los mundos, que ya ha sido rechazado por el Congreso de Estados Unidos.

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