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ORLANDO SENTINEL
En Arizona se puso un nuevo freno a las leyes que
exigen el uso exclusivo del inglés
Comentario por Myriam Marquez
25 de enero de 1999
©Marca Registrada 1999 Orlando Sentinel
¿Alguna vez estuvo en un país extranjero y necesitó
ayuda para entender a los nativos?
¿Alguna vez se enfermó en el exterior y tuvo
dificultades para comprender las instrucciones que le daba el
médico?
He experimentado estas adversidades y tribulaciones que suelen
padecer los viajeros, pero en toda ocasión pude encontrar
alguien que supiera hablar inglés, o español, mi
segunda lengua. Mis cuatro años de francés también
me resultaron! útiles, pero el paso del tiempo borra buena
parte de lo que alguna vez aprendimos.
La buena voluntad de las personas para colaborar resultaba
evidente, tanto en las oficinas públicas como en los negocios
privados, farmacias, etc.
En los Estados Unidos, las discusiones sobre el idioma a menudo
están enmarcadas por un retórico desprecio hacia
la inmigración. Es inútil ayudar a esas personas,
parece ser el refrán. Si quieren vivir aquí, que
aprendan inglés.
Sí, deberían hacerlo, de acuerdo. Pero el aprendizaje
no es instantáneo, lleva muchos años alcanzar una
verdadera fluidez.
En el caso de los inmigrantes adultos, aunque aprendan el inglés
lo hablarán con un fuerte acento por el resto de sus vidas.
Estos acentos confunden a algunos angloparlantes. Se crean
estereotipos, prejuicios sobre la "falta de inteligencia"
o motivación de esa persona para aprender el inglés.
Cuando dos personas que comparten otro idioma que no sea el
inglés lo usan, cualquier otra que pase cerca y que sólo
hable inglés escuchará un extraño parloteo
y probablemente se sentirá excluida. Aparecen entonces
sentimientos negativos: ¿estarán hablando de mí?
Hay personas que usan su lengua natal -ya sea español,
vietnamita o ruso- como me ha tocado escuchar en algunos locales
comerciales de Central Florida, para hacer comentarios sobre quienes
les rodean. Eso es de muy mala educación. Pero la mayoridad
de las veces, las personas simplemente usan el idioma que pueden
hablar con más comodidad entre ellas.
¿A qué apunto con estos comentarios?
A la errada campaña por leyes que exigen el uso exclusivo
del inglés.
Los votantes de Arizona aprobaron, con intolerancia, una amplia
iniciativa que prohibe a los trabajadores de ese estado usar cualquier
otro idioma que no sea el inglés durante el cumplimiento
de sus obligaciones laborales.
La Corte Suprema de Arizona declaró que la ley viola
los derechos constitucionales de libertad de expresión
y de igualdad ante la ley. La semana pasada, la Corte Suprema
de los EE.UU. La Corte Suprema dejó firme la disposición
de la corte estatal sin hacer comentarios.
¿Qué más se puede decir?
La aplicación de esa ley destruiría la esencia
de la libertad americana. Los padres fundadores de esta nación
llegaron a esa conclusión y, de hecho tradujeron la Constitución
de los EE.UU. a diversos idiomas para su mejor difusión.
A lo largo de la historia de esta nación, se habló
y se escribió en otras lenguas, incluso a nivel oficial.
En el siglo XIX se usaron boletas electorales bilingües -en
alemán e inglés- en Pennsylvania.
En los días de Ellys Island, las cortes comenzaron a
preocuparse por que los inmigrantes acusados de cometer delitos
tuvieran intérpretes, en caso de que los necesitaran. ¿De
que otra manera podían asegurar la provisión de
justicia?
Un defensor del uso oficial del idioma inglés en Arizona
manifestó que la abolición de la legislación
de uso exclusivo del inglés por parte de la Corte Suprema
de Arizona daría lugar a un "mandato constitucional
de multilingualismo".
No es así.
Esta medida garantiza que en casos graves emergencia de médica
o en asuntos legales, el gobierno intentará encontrar alguien
para hacer la traducción. Eso es lo que han establecido
hasta el presente las cortes en lo que se refiere a las leyes
que exigen el uso exclusivo del inglés.
El predominio mundial del inglés como lenguaje comercial,
financiero y político no se verá afectado en lo
más mínimo. Y los Estados Unidos se fortalecerán
aún más con esa libertad.
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