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DAYTON DAILY NEWS
'Ninguna de las anteriores'; la votación de
diciembre no muy lejos de los residentes nativos de Puerto Rico
por Kay Semion
26 de enero de 1999
©Marca Registrada 1999 Dayton Daily News
Los resultados de la elección podrían señalar
hacia el futuro
No existe la Sociedad Cultural Dayton de Puerto Rico, pero
si la hubiere, me asociaría, dijo en broma Luis Vega Ramos.
El partidario de la nacionalidad puertorriqueña participó
en un seminario realizado en la Universidad de Dayton (UD) con
el auspicio de la Asociación Cultural Puertorriqueña
de Dayton.
¿Usted se preguntará por qué existe una
asociación puertorriqueña en Dayton? La agrupación
representa a una gran cantidad de nativos puertorriqueños
-entre 1500 y 2500- que viven en Dayton y sus alrededores.
Muchos otros tienen lazos con la isla caribeña que de
alguna manera pertenece a los Estados Unidos.
Los primeros puertorriqueños llegaron a esta zona por
1953, explica Héctor F. Santiago, uno de los fundadores
de la sociedad. Hacia 1978, cuando la sociedad ya estaba formada,
vinieron varios centenares más, en su mayoría para
trabajar en la Base Wright-Patterson de la Fuerza Aérea
y en las compañías de alta tecnología. Los
lazos con Puerto Rico son tan fuertes que la Universidad de Dayton
funciona allí como una escuela preparatoria.
Por lo tanto, el seminario sobre el futuro de Puerto Rico no
sólo fue sobre el futuro de la isla, sino también
sobre por qué Dayton debe interesarse al respecto.
Otro paralelismo interesante: cuando Ohio se acercaba al siglo
19, las facciones partidarias de la estadidad hacían presión
por el ingreso en la Unión. La estadidad se obtuvo en 1803,
a pesar de ser objetada por su gobernador territorial, gracias
a que los partidarios de la estadidad consiguieron el apoyo del
presidente Thomas Jefferson. Actualmente, a las puertas del siglo
21, y como contrapartida, el gobernador Pedro Rosselló
es un firme propulsor de la estadidad y busca el apoyo del Congreso
y del gobierno de Clinton para su causa.
Pero me estoy alejando del tema del seminario, que de alguna
manera consistió en un simulacro de la elección
del mes pasado. Se les pidió a los votantes que escogieran
entre cuatro opciones en un esfuerzo por incitar al Congreso a
cambiar la naturaleza de la relación entre los Estados
Unidos y Puerto Rico. A la isla -tomada por los Estados Unidos
hace cien años, luego de la Guerra Hispano-Americana- no
se le ha dado la independencia sino un status que está
entre el de una colonia y el de un estado. Bajo la designación
de Estado Libre Asociado (ELA), se convirtió en un gobierno
en vías de llegar a ser algo más, como señaló
el Dr. Bruce Hitchner, de la UD.
¿Pero qué, exactamente? Los puertorriqueños
todavía están buscando una definición, un
proceso frustrante no sólo para aquellos que viven en la
isla sino también para aquellos que lo observan desde Dayton.
En las elecciones de diciembre, el 50,2 % de los votantes puertorriqueños
prefirió "ninguna de las anteriores" a las otras
cuatro opciones. Fueron rechazadas la estadidad, la independencia,
la continuidad del ELA y la "libre asociación"
(similar a la independencia, pero con algunos lazos con los Estados
Unidos).
El verdadero significado del resultado del plebiscito todavía
aún no ha sido esclarecido, pero gracias al seminario tengo
una mejor perspectiva de porqué los votantes se manifestaron
por "ninguna de las anteriores".
Además de Vega Ramos, cuya organización apoya
la libre asociación, entre los expositores del sábado
se encontraban José A. Ortiz Daliot, quien argumentó
a favor del ELA; Xavier Romeu, que defendió la estadidad;
y Juan Alcaide, un veterano partidario de la independencia.
Luego de la sesión matutina en la que trazaron las perspectivas
históricas -con una destacada exposición del profesor
Juan Carlos Santamarina, de la UD- pude ponerme en el lugar de
los puertorriqueños y llegar a la conclusión de
que de haber tenido que votar, yo también lo habría
hecho por "ninguna de las anteriores".
¿Por qué? Ninguna de las opciones ofrecidas en
el plebiscito de diciembre significaba un progreso en el status
quo. Los argumentos eran los mismos de siempre, anticuados y poco
relevantes para el mundo en que vivimos. Actualmente tenemos una
globalización muy grande, no sólo del comercio sino
también de ideas y de cómo y dónde vivir.
Las fronteras entre los estados se hacen difusas mientras los
lazos nacionales e internacionales se tornan cada vez más
fuertes. Uno de los oradores se preguntaba si el Congreso de los
EE.U. sólo aceptaría a Puerto Rico cuando los puertorriqueños
se pareciesen y actuasen más como los americanos del continente.
Pero en realidad la demografía indica que el continente
se parecerá cada vez más a Puerto Rico, que incluye
una mezcla de culturas, muchas basadas en la herencia hispana.
Adentrándome más, pensé que habría
escogido la estadidad. Pero esa opción no parecía
muy clara. El Congreso había impuesto limitaciones. Para
complicar las cosas, el gobernador Rosselló, defensor de
la estadidad, había pasado más tiempo buscando consenso
en Washington que en San Juan.
Imponer la estadidad por medio de maniobras políticas
podría haber funcionado en el siglo 19, como ocurrió
en Ohio. Pero los votantes actuales son más sofisticados.
Es esencial alcanzar primero el consenso interno para que Puerto
Rico pueda avanzar.
¿Alguno de los puertorriqueños que formaron el
panel del sábado estaba dispuesto a llevar adelante el
gobierno de la isla? La pregunta fue formulada por Dolores Quiñones,
una antigua residente de Dayton que nació en Puerto Rico.
Las respuestas parecieron basar más en lo que había
sido que en lo que debería ser. Elegir "ninguna de
las anteriores" puede haber sido la única manera que
encontraron los votantes puertorriqueños para decir: estamos
buscando un nuevo liderazgo.
*KEY SEMION es editora asociada de las páginas editoriales
del Dayton Daily News. Puede conectarse con ella llamando al 225-2883
o vía e-mail a la siguiente dirección: kay_semion@coxhio.com
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