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THE ORLANDO SENTINEL

LA ESPERANZA RETORNA A PUERTO RICO DESPUES DE GEORGE SEIS MESES ATRAS, EL PODEROSO HURACAN DESTROZO LA ISLA. AHORA LAS COSAS COMIENZAN A VOLVER A LA NORMALIDAD.

Por Lance Oliver, Corresponsal Sentinel

21 de marzo de 1999
©Marca Registrada 1999 THE ORLANDO SENTINEL. Todos los derechos reservados.

LOIZA, Puerto Rico – Un día como hoy hace seis meses, Noemí Canales se apiña en la casa de un vecino después que Georges arrancara el techo de su casa.

Hace seis meses, un lunes, ella sobrevivió a este daño, y como muchos en Puerto Rico, quedó pasmada por la asolación y se preguntó cuándo las cosas, si es que algún día, serían como antes.

Los hogares se hicieron añicos alrededor de este pueblo de playa, y las montañas Luquillo hacia el sur se convertían en una pelusa gris-carmelitosa en lugar del usual verde suntuoso, a medida que George arrancaba las hojas de los árboles , como arrancaba la esperanza de la tierra.

En estos primeros días, el sentimiento público en los shows de radio que recibían llamadas era unánime, de que Puerto Rico no podría posiblemente recuperarse del huracán del 21 de Septiembre en tiempo para votar por el estado de Diciembre 13, y algunos pesimistas abiertamente se preguntaron si Puerto Rico volvería a ser alguna vez el mismo.

Pero el voto se dio sin dificultad alguna, y medio año después de Georges, Puerto Rico en la mayoría de las cosas volvió a la normalidad. El hogar de Canales fuen uno de los 65,000 que fueron temporalmente reparados con toneladas de cubiertas plásticas azul-brillante traídos por la Agencia de Administración de Emergencia Federal de E.U., y ella dijo la semana pasada que un nuevo techo de concreto reemplazará el arreglo temporal, "cuando haya dinero."

La isla muestra cicatrices, tales como la del techo de Canales, pero está también más fuerte en muchos lugares donde la gente reconstruyó con el nuevo conocimiento de lo que un huracán verdaderamente poderoso puede hacer. La reconstrucción se alimentó de la más grande infusión de ayuda jamás brindada después de un huracán en los Estados Unidos.

Aunque otras agencias del gobierno de Puerto Rico y federales, la Cruz Roja Americana, beneficiencias locales y negocios también ayudaron, FEMA fue el motor centrral del esfuerzo de recuperación.

El huracán Georges ahora figura como la segunda respuesta más grande de la agencia a un desastre, detrás del terremoto Northridge 1994 en el Sur de California, y mucho más alante de otros huracanes, incluyendo el Andrew en 1992 en el Sur de la Florida, dijo la vocera de FEMA, Mildred Acevedo.

El flujo del dinero mantiene la economía lejos del estancamiento. Las pérdidas sobrepasan la ayuda, especialmente cuando se incluyen costos escondidos, tales como la falta de producción en las fábricas que no tuvieron luz eléctrica por semanas después del huracán.

Pero la ayuda de FEMA y del gobierno de Puerto Rico, más recursos privados, han servido como un gran impulso a la economía de Puerto Rico.

Basado en su encuesta, el journal semanal de negocios, Caribbean Business, estima que $3.6 billones han fluído hacia la isla en forma de préstamos, donaciones del gobierno, pagos de seguro y donaciones de caridad en los seis meses transcurridos desde el huracán.

"En dos semanas nos convertimos en uno de los mayores empleadores en Puerto Rico," dijo Russ Edmonston de la oficina de FEMA para el campo del desastre. En su punto culminante, FEMA tuvo 4,800 empleados trabajando en el esfuerzo de recuperación de la isla, 2,800 de estos locales, mayormente tomando reclamos de daños.

FEMA distribuyó cerca de $1 billón para reparar hogares dañados y reemplazar la propiedad personal, más cientos de millones más en donaciones al gobierno local y en préstamos con bajo interés. Este dinero mantuvo la economía de Puerto Rico fluyendo.

"Dos tercios del dinero que utilizamos en el programa de recuperación del desastre es para reparaciones menores para hacer las casas vivibles. Casi todo este dinero va a los contratistas y las tiendas de hardware," dijo Edmonston.

Las tiendas de hardware y materiales de construcción , y las tiendas de departamento tales como Kmart, reportaron fuertes ventas por meses. Uno de los contratistas que tomaron algunos trabajos de reparación financiado por FEMA fue Roberto Castro, que vive en un vecindario arrasado por George.

Alturas de Campo Rico en la costa norte de la ciudad de Canovanas es un barrio de ingresos bajos a medio, pero la vista de las calles más altas honraría la mansión más fina. Castro y su personal estuvieron trabajando la semana pasada preparándose para echarle concreto al techo de una de las casas dañadas por Georges.

Desde el techo, pudieran verse millas afuera en el Atlántico, y también pudieran verse más de una docena de patches azules debajo de la ladera, donde otras casas aún permanecen cubiertas con el material temporal de FEMA.

"Mucha de las reparadas después [Huracán] Andrew [en 1989] fueron dañadas por George," dijo Castro. "Ahora nadie está poniendo techos de zinc. Hay que tener una buena construcción para vivir aquí.

El sector de la construcción estaba rugiendo en Puerto Rico aún antes del huracán. En el año fiscal 1998, que terminó antes de Georges, los gastos de construcción alcanzaron un récord de $5.5 billones, de acuerdo al Banco Popular, el más grande de Puerto Rico.

El mismo gobierno de Puerto Rico tuvo 55 proyectos en desarrollo, desde autopistas nuevas, a un conducto de agua de 55 millas a un sistema de tránsito masivo de más de $1.5 billones para San Juan. Hay tantos proyectos en desarrollo, que los contratistas se quejan de pasar trabajo para encontrar trabajadores.

El mayor trabajo de recuperación despues del Huracán Georges fue la red de energía de toda la isla. Al atardecer de Septiembre 22, a medida que el huracán se movía fuera de la isla, el sistema estaba caído en un 100%.

El personal regular de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico trabajó horas extras y fueron suplementados por personal traído de afuera de la isla, asi como por contratistas locales. Debido a todas las reparaciones, el sistema está más fuerte ahora que antes de Georges, dijo el director ejecutivo de la Autoridad, Miguel Cordero.

Seis meses más tarde, algunas familias todavía están viviendo en lo que se suponía que fueran casas para un corto plazo. Muchos parches azules persisten, esperando a ser reemplazados por techos permanentes. La ayuda no resuelve todo. FEMA puede ayudar a reemplazar el techo pero no las fotos de la familia.

A pesar de las cicatrices, los hoteles están llenos de turistas, y los árboles están verdes de nuevo. La mejor prueba de la recuperación de Puerto Rico es que: La gente no podían hablar de otra cosa seis meses atrás que del huracán, hoy raramente se menciona el nombre Georges.

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