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THE VIRGINIAN-PILOT AND THE LEDGER-STAR
Norfolk, VA
La Marina lucha por conservar su campo de tiro en
la isla
Rosselló quiere que los militares se retiren
por Jack Dorsey
3 de julio de 1999
Marca Registrada © 1999 THE VIRGINIAN-PILOT AND THE LEDGER-STAR.
Todos los derechos reservados.
Ocho millas al sudeste de la Base Naval Roosevelt Roads, en
Puerto Rico, se encuentra una ondulada y árida isla caribeña
que mide unas 2.5 millas por 20 y que se ha convertido en el principal
problema del año para la Marina.
Vieques, que tiene más o menos el tamaño de Norfolk,
es quizás el pedazo de tierra más valioso que posee
la Marina de Guerra en el Hemisferio Occidental.
Es el único sitio en el área de operaciones de
la Flota Atlántica donde los militares pueden, simultáneamente,
arrojar munición viva desde aeronaves, alcanzar blancos
terrestres con fuego efectuado desde navíos mientras que
los Marines usan sus armamentos desde vehículos anfibios.
En 1942, la Marina compró 33 mil de los 50 mil acres
de la isla, y desde entonces ha usado el terreno como campo de
tiro.
El miércoles, el gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosselló,
le comunicó a la Marina su deseo de que se retire.
Rosselló le pidió al presidente Clinton que cerrara
el campo de tiro para permitir que los 9300 residentes, que ocupan
un tercio del territorio insular, puedan "vivir en paz".
A pesar de que la Marina ya fue amenazada anteriormente con
ser expulsada de la isla -luego de las protestas de 1969 y 1979-
la amenaza actual ha sido recibida con mucha seriedad, dijeron
oficiales de la Marina.
"Nos encontramos ante un serio dilema allá abajo",
dijo un oficial de la Marina que pidió no ser identificado.
"Si perdemos Vieques, no hay ningún otro lugar a donde
ir".
La Marina ha estado buscando, desde Newfoundland hasta Sudamérica,
un lugar comparable: un campo de tiro que se pueda usar en todas
las estaciones, rodeado de aguas profundas accesibles y deshabitado.
"Realmente no hay una alternativa", dijo.
La Casa Blanca ya ha designado un panel de cuatro miembros
para estudiar la cuestión y presentar un informe a fines
de agosto.
Un estudio militar está siendo realizado por el Vicealmirante
William J. Fallon, 2° Comandante de la Flota, y el Teniente
General Peter Pace, comandante de las fuerzas de Marines del Atlántico.
Su informe se dará a conocer próximamente.
A fines del verano se realizarían audiencias en Capitol
Hill sobre este asunto.
Observadores políticos señalan que, con un año
electoral por delante y la creciente importancia del voto latino,
la decisión de Capitol Hill puede influenciar fácilmente
la resolución de esta cuestión.
"Por tal razón, George W. Bush y Al Gore dicen
los tramos principales de sus discursos tanto en inglés
como en español", dijo un oficial naval.
El oficial destacó que más de 2 millones de latinos,
muchos de los cuales son votantes, viven en el estado de Nueva
York.
La Marina enfrenta una dura batalla para intentar mantener
su campo de tiro en Vieques, opinaron los oficiales.
Sus últimos inconvenientes comenzaron el 19 de abril,
cuando un par de aviones F/A Hornet del Cuerpo de Marines arrojaron
dos bombas de 500 libras cerca de una torre de observación
en Vieques, matando a un guardia de seguridad civil e hiriendo
a otros cuatro hombres.
El accidente tuvo tanta publicidad que "el ciudadano común
de Puerto Rico cree que el hombre que murió caminaba por
la calle", dijo un oficial.
Los hombres estaban en una torre de observación, reportando
a los coordinadores de las aeronaves, mientras controlaban una
zona de unas 10 millas de ancho, que separa el campo de tiro del
extremo de la isla poblado por civiles, informó la Marina.
De todas maneras, el accidente reavivó un debate sobre
Vieques que ya lleva dos décadas. Los pescadores y granjeros,
que ocupan un rincón de la isla, se han opuesto durante
años, denunciando que las explosiones perjudican la actividad
pesquera y los esfuerzos de los isleños para atraer turistas.
En esta oportunidad, los oficiales de la Marina están
particularmente preocupados porque las facciones en las que se
divide Puerto Rico sobre cualquier otro tema, parecen unidas en
pedir que la Marina se retire de la isla.
Rosselló -partidario de la estadidad para el Estado
Libre Asociado (ELA) de los EE.UU- se unió a los políticos
locales en el respaldo al informe de una Comisión que reclama
que la Marina abandone Vieques.
Mientras que la estadidad ha sido propugnada por las administraciones
más recientes de Puerto Rico, una segunda facción
ha conseguido apoyo para continuar con el status de ELA.
Un tercer grupo, el pequeño Partido Independentista
Puertorriqueño, aboga por la independencia.
Los puertorriqueños se ofuscaron aún más
cuando la Marina admitió, el mes pasado, que había
disparado cientos de proyectiles con uranio en Vieques en febrero,
violando las leyes locales y federales. La Marina sostiene que
la munición no es peligrosa.
"Se trata de uranio 'agotado', lo que significa que no
contiene nada", dijo un oficial
Se los usa en tiempo de guerra por su masa. Este tipo de proyectil
explota en fragmentos, lo que causa mayor daño.
"No hacen nada a menos que impacten en usted o que se
los chupe como si fuera una golosina", dijo un oficial.
La Marina opera el campo de tiro bajo un acuerdo con Puerto
Rico, alcanzado en 1983. El acuerdo contempla la seguridad, el
ruido, la preservación histórica, el cuidado de
los mamíferos y de la tortuga marina, el uso de la tierra
y asuntos de la asistencia comunitaria.
Rosselló dijo que la Marina no ha respetado el pacto.
"Hay lugares que podríamos haber hecho mejor, pero
hemos realizado un trabajo fenomenal en lo que respecta a salud
y cuidado del medio ambiente", dijo el oficial de la Marina.
"Hay manglares que no estarían allí sin la
Marina."
Equipos de recolección de munición explosiva
visitan el campo cada seis meses para retirar los proyectiles
que no explotaron o limpiar las áreas submarinas. Equipos
de limpieza de la Marina mantienen las playas inmaculadas, según
algunos isleños.
En 1975, antes de la firma del acuerdo, la Marina perdió
el uso de otra isla cercana, Culebra, luego de que 700 residentes
se quejaran de los bombardeos.
Culebra había reclamado durante años de que los
bombardeos de la Marina ponían en peligro a los ciudadanos.
Los isleños dijeron que querían desarrollar su tierra
para atraer al turismo.
La protesta fue creciendo y recibió apoyo en el Congreso.
En 1973, el entonces Secretario de Defensa Elliot L. Richardson
ordenó que la Marina se retirara de la isla.
Y la Marina lo hizo.
Culebra, de acuerdo con los oficiales de la Marina, nunca consiguió
convertirse en un destino turístico, principalmente porque
hay muy poca agua para abastecer cualquier tipo de desarrollo.
"Sin Vieques, quedamos de espaldas contra la pared",
dijo un oficial naval.
"Habrá repercusiones en la preparación que
serán significativas y de largo alcance en términos
de entrenamiento y disponibilidad."
El campo de tiro, usado por todas las ramas del servicio, más
los países de la NATO, es donde entrenan grupos de batalla
de los portaaviones antes de desplegarse en ultramar por seis
meses cada vez.
"Realmente no hay ninguna alternativa", dijo el oficial
naval. "Lo estamos mirando desde todos los ángulos,
desde todas las alternativas posibles. No hay un plan para replegarse
y la gente debe saber que si se nos fuerza a salir de allí,
no hay alternativa."
La opinión pública sobre el futuro de Vieques
parece ser tan diversa como lo son las facciones que hacen lobby
sobre el futuro de Puerto Rico.
A ciertos dueños de hoteles de Vieques, por ejemplo,
les gustaría que la Marina detuviera los bombardeos, pero
no que la Marina o alguna otra repartición retuviera la
tierra en custodia para su conservación.
Ellos ven brotar nuevos hoteles en la isla para atraer al turismo
y resolver el desempleo.
Pero al mismo tiempo, otros propietarios de hoteles locales
quieren que el carácter de la tierra se preserve con muy
poco desarrollo. La paz y la tranquilidad son su objetivo.
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