Click here to see this document
in English.
EDITORIAL
CHICAGO TRIBUNE
Un arreglo justo para el FALN
13 de agosto de 1999
Marca Registrada © 1999 CHICAGO TRIBUNE. Todos los derechos
reservados.
La principal condición que puso el Presidente Clinton
para liberar a los 11 miembros de las Fuerzas Armadas de Liberación
Nacional de Puerto Rico que se encuentran encarcelados parece
justa y simple: deben renunciar al uso de la violencia. El grupo
tiene un largo y violento historial.
Nótese que no se les pide que renuncien a sus convicciones
políticas o a sus derechos de libre expresión o
asociación. Simplemente que desistan de los métodos
violentos para imponer su objetivo político, la independencia
de Puerto Rico, a sus compatriotas puertorriqueños, quienes
mayoritariamente y en reiteradas ocasiones les han manifestado
su rechazo.
Los partidarios del FALN han descartado la oferta por considerarla
"inaceptable", "injusta" e "inhumana".
El arzobispo de San Juan se quejó de que otros miembros
del FALN no fuesen liberados, y el reverendo Jesse Jacskson usó
los términos "extraordinario y humillante", para
referirse al arreglo propuesto.
¡Es absurdo!
Estas personas no fueron encarceladas por hacer piquetes frente
al Congreso, integrar un partido político o repartir panfletos.
Fueron todos debidamente condenados en Chicago durante la década
del '80 por conspiración, robo a mano armada y varios cargos
relacionados con el uso de armas, todos vinculados con la campaña
terrorista del FALN. Los presos han cumplido entre 14 y 19 años
de prisión, pero a algunos les restan cumplir hasta 65
años de sus sentencias.
Clinton también ofreció reducir las sentencias
de otros dos miembros del FALN -entre los que se encuentra un
cabecilla condenado en 1987 por tramar una fuga de prisión
usando armas, explosivos y un helicóptero,- y cancelar
las multas impuestas a otros tres.
Los 11 presos que podrían ser liberados inmediatamente
no fueron responsables directos de ninguna muerte o heridos, pero
sus actividades fueron parte integral de una campaña de
terror de la organización que, entre 1974 y 1983, causó
seis muertes y provocó heridas a más de 70 personas,
como resultado de unos 130 robos y ataques con armas y explosivos,
principalmente en Chicago y Nueva York.
Curiosamente, a pesar de las radicales tácticas empleadas
por el FALN, o quizás por causa de éstas, el apoyo
popular a la independencia cayó en Puerto Rico a menos
del 3%.
La Casa Blanca admitió que las sentencias impuestas
a algunos miembros del FALN eran draconianas (demasiado estrictas),
siete veces mas largas que las impuestas a otros criminales acusados
de crímenes similares.
Por tanto, corresponde un indulto presidencial, pero también
el requisito de que los miembros del FALN que cumplen sentencia
renuncien a la violencia y a las acciones terroristas si quieren
ser liberados.
|