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THE VIRGINIA-PILOT AND THE LEDGER-STAR (Norfolk, VA)
Apuesta fuerte para la Marina y Puerto Rico en la
batalla por el campo de tiro
por Jack Dorsey
9 de agosto de 1999
Marca Registrada © 1999 THE VIRGINIA-PILOT AND THE LEDGER-STAR.
Todos los derechos reservados.
A medida que aumenta la presión para la que la Marina
abandone su principal campo de tiro en la cercana isla de Vieques,
el oficial a cargo de la base de 8.600 acres situada en la costa
oriental de Puerto Rico advierte que su evacuación significaría
el fin definitivo de la presencia de la Marina.
Y eso, dijo el Capitán James Stark, significa una participación
de $ 275 millones anuales en el la economía de Puerto Rico,
que totaliza $ 28 mil millones.
Stark, un ex aviador de A-6 Intruder de la Estación
Aérea Naval Oceana, de Virgina Beach, habló con
franqueza. La crisis, declaró, consume casi la totalidad
de su tiempo, en especial desde el 19 de abril, cuando un avión
F/A-18 del Cuerpo de Marines dejó caer dos bombas de 5000
libras en un puesto de observación en el campo de tiro
de Vieques, matando a un guardia de seguridad empleado por la
Marina e hiriendo a otros cuatro civiles puertorriqueños.
El accidente ocurrió a unas ocho millas del pueblo más
cercano. Una zona de transición que tiene entre 8 y 10
millas de ancho separa a la población de la zona de impacto
de la munición real.
El puesto de observación se encuentra dentro del campo
de tiro, pero fuera de la zona donde se encuentran los blancos
o objetivos.
Los investigadores de la Armada responsabilizaron por el accidente
a un piloto y a un oficial de operaciones terrestres.
La Marina ha sido convertida en un demonio como resultado del
accidente, manifestó Stark. Enfurecidos puertorriqueños
han peticionado que la Marina cese de manera definitiva sus prácticas
de tiro. El malestar ha existido durante años, pero fue
realimentado por la muerte accidental.
Algunos piden también que la Marina devuelva la propiedad
del campo de tiro a los isleños puertorriqueños.
La repercusión política ha sido tan fuerte que
incluso el arzobispo católico se ha rehusado a oficiar
Misa en la base, una protesta que según Stark contribuye
a darle una reputación demoníaca a la Marina.
La disputa obligó a la Armada a suspender todas las
operaciones militares en Vieques. Observadores políticos
sostienen que la controversia sobre Vieques muy probablemente
se convierta en tema de campaña para los puertorriqueños
que viven en los estados. Para la Marina, la pérdida de
su campo de tiro es estratégica: amenaza la preparación
de la Flota Atlántica.
Desde que la Marina suspendió los bombardeos en Vieques
hace un mes, 40 manifestantes ocupan ilegalmente una porción
del campo de tiro, acampando en la zona de impacto del fuego vivo,
en medio de munición sin explotar que Stark teme pueda
matarlos o herirlos. En los fines de semana, unos 100 acampantes
adicionales se suman a la protesta. Entre ellos hay niños.
Stark manifestó que no se le ha permitido retirarlos
del lugar.
Rear Adm. Terrance T. Etnyre, comandante de las Fuerzas del
Atlántico Sur para la Flota Atlántica y oficial
senior de la Base Roosevelt Roads, concuerda en que el futuro
de la base peligra si la Marina no puede continuar usando Vieques
para sus misiones de entrenamiento aéreo, terrestre y marítimo.
"No habrá razones válidas para mantenerla
abierta", declaró recientemente Etnyre, durante un
viaje a Colombia para participar del ejercicio anual UNITAS.
"Se produciría una significativa reducción
de nuestra presencia en Roosevelt Roads porque la mayor parte
de lo que tenemos aquí está para dar soporte al
campo de tiro", expresó.
Stark estimó que el 85 % de las actividades de Roosevelt
Roads son de soporte para el campo de tiro. En los últimos
15 años, más de 1.300 buques y unas 4.200 aeronaves
usaron el campo. En 1943, La marina compró las tres cuartas
partes de la isla de 50 millas cuadradas, principalmente dedicada
la explotación azucarera.
Hasta el momento, la prohibición ha afectado seriamente
al grupo de batalla del portaaviones John F. Kennedy, que se ha
visto impedido de completar su entrenamiento y saldrá a
navegar a ultramar el mes próximo con una preparación
menor a la deseada.
Fue un F/A 18 del Kennedy el que causó el fatal accidente.
También afectó a los cinco buques que participan
en el UNITAS de este año. No pudieron usar el campo de
tiro, como lo han venido haciendo en los últimos 40 años,
dijo Etnyre.
Es más, los buques que componen el grupo de batalla
del portaaviones Eisenhower deberían comenzar su entrenamiento
en el campo de tiro en septiembre, en preparación para
su despliegue en primavera.
Para estos navíos, no hay otra opción. La Marina
no posee nada comparable con Vieques.
"Podemos esperar un año más? ¿Un
año sin fuego vivo? No lo creo", dijo Etnyre.
El asunto Vieques se ha convertido en un partido de fútbol
político tan caliente que la Marina ha tenido que sentarse
en el banco de suplentes, esperando que una comisión presidencial
decida su futuro en un informe que presentará el mes próximo.
El informe y sus recomendaciones serán debatidos en
el Pentágono, la Casa Blanca y el Congreso antes de que
la cuestión sea resuelta, convinieron oficiales de la Marina
y otros observadores.
"Cualquiera que piense que esta crisis comenzó
por dos bombas errantes no comprende la naturaleza de esta crisis",
advirtió Stark en una entrevista que concedió la
semana pasada en su oficina.
Volviendo a enero, el presidente del Senado de Puerto Rico,
Charlie Rodríguez, impulsó una resolución
que pedía a la Marina que cesara el uso de munición
viva en Vieques.
Stark se reunió con Rodríguez y otros líderes
políticos y salió convencido de que la cuestión
era una pesadilla política que la Marina debería
evitar en lo posible. Todos los políticos, que difieren
sobre si la isla debe convertirse en un estado, buscar la independencia
o retener su status de Estado Libre Asociado, han estado usando
el incidente de Vieques en contra de la Marina.
Pero lo que en realidad ellos querían de la Marina -dijo
Stark- era que pusiera más dinero en Vieques y en el desarrollo
de su comunidad.
La Marina lucha desde hace mucho por mejorar sus relaciones
con los residentes de Vieques. Los líderes navales piensan
que de los 9.300 habitantes de la isla apenas unos pocos centenares
se oponen a la presencia militar, pero que hacen mucho más
ruido que los que quieren que la Marina permanezca.
A mediados de julio, los manifestantes escribieron graffitis
en un buque de guerra de la Armada y se enfrentaron a la policía
antimotines en la histórica área del puerto en protesta
por el entrenamiento naval.
Los marineros usaron una manguera de agua a presión
para detener a un manifestante que pintaba un eslogan a lo largo
de la popa del crucero porta misiles Yorktown, anclado en la bahía
de San Juan.
El año pasado, tras el paso del Huracán Georges,
que produjo graves daños en Puerto Rico -$ 35 millones
sólo en la Base Roosevelt Roads- la Armada envió
marines a Vieques para ayudar a distribuir agua y comenzar la
limpieza.
En lugar de ser bienvenidos, dijo Stark, fueron rodeados por
50 pescadores furibundos y la policía local les pidió
que se retiraran de la isla. Posteriormente, los marines fueron
acusados por intrusión ilegal.
En el verano de 1996, mientras un grupo de barcos holandeses
visitaba la isla y estaban anclados en Sun Bay, pescadores de
Vieques arrojaron pintura sobre los navíos.
"Los holandeses están acostumbrados a Greenpeace,
así que sacaron sus mangueras hidrantes", dijo Stark.
La respuesta de los pescadores fue usar hondas cargadas con canicas
y bujías. Un marinero holandés perdió un
ojo en el altercado.
El año pasado, cuando "Seabees" de la Marina
trabajaban en Vieques, alguien arrojó un coco a través
del parabrisas del vehículo, golpeando al conductor en
la cabeza, lo que le causó una parálisis cerebral
parcial de tipo permanente, dijo Stark. El vehículo se
estrelló contra otro auto antes de que el conductor perdiera
el conocimiento. Otro Seabee tomó el control del vehículo.
"Envié un helicóptero a las 4 de la mañana
para evacuarlo", dijo Stark. "Una semana después
regresó para presentar cargos y fue arrestado por atropellar
a alguien y huir. Eso es Vieques".
Nadie puede decir como terminará este asunto. El informe
de la comisión parlamentaria, que será dado a conocer
el mes próximo, puede recomendar un compromiso que permitiría
a la Marina continuar con sus operaciones durante algunos años,
hasta que encuentre un lugar alternativo para las prácticas
de bombardeo. Mientras tanto, es probable que la Marina devuelva
la propiedad del extremo occidental de la isla, permitiendo que
los residentes dispongan plenamente de esas tierras. También
se pondrían a disposición fondos federales para
que la isla se desarrolle económicamente.
Stark piensa que la Marina debe hacer un mejor trabajo para
mejorar su situación.
"No hemos emprendido la ofensiva -dijo- para poner las
cosas en claro y decir: 'Escuchen, esta base no existe para beneficio
de Puerto Rico, existe para beneficio de la nación. La
defensa nacional existe para todos los ciudadanos americanos,
no sólo para el Estado Libre Asociado de Puerto Rico'
"La contribución de Puerto Rico a la defensa nacional
es proveer un lugar como Vieques, así como el gran estado
de Carolina del Norte provee Dare County (otro campo de tiro),
o Fort Bragg.
"La Marina no construyó la base de Roosevelt Roads
para estimular la economía de Puerto Rico. Estamos aquí
para entrenar grupos de batalla.
"Si no podemos usar Vieques, alguien piensa que vamos
a mantener abierta la base Roosevelt Roads?
"No puedo decirles que cerraremos Roosevelt Roads si en
el futuro perdemos Vieques. Yo no puedo tomar esa decisión.
"Pero cuando cuando movilizamos un grupo de batalla hasta
aquí, todos vienen juntos y la pieza central es el portaaviones,
que tiene una dotación aérea que necesita arrojar
bombas, y Vieques es el lugar".
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