Click here to see
this document in English.
THE NEW YORK TIMES
Las agencias federales se oponen a la indulgencia
para los 16 militantes
por David Johnston
27 de agosto de 1999
Marca Registrada © 1999 THE NEW YORK TIMES. Todos los derechos
reservados.
WASHINGTON - Un amplio rango de agencias federales de aplicación
de la ley a las que se les pidió que revisaran el pedido
de clemencia presentado por los prisioneros del grupo nacionalista
puertorriqueño se opusieron unánimemente a cualquier
tipo de indulgencia en las semanas previas a que el presidente
Clinton ofreciera conmutar la sentencia de 16 miembros de la organización,
afirmaron el jueves diversos funcionarios.
El pedido de clemencia fue abiertamente denegado por Agencia
Federal de Investigaciones (FBI), la Agencia de Prisiones, y United
States Attorneys (¿Abogados de los Estados Unidos?)de
Illinois y Connecticut, dijeron los funcionarios.
A pesar de que su oposición fue mencionada en un informe
final del Departamento de Justicia a la Casa Blanca, el mismo
no daba recomendaciones específicas como a menudo se hace
en tales informes. En cambio, el reporte sobre los 16 miembros
del grupo independentista puertorriqueño conocido como
Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) contenía,
según funcionarios de la justicia, un cuidadoso análisis
que ofrecía al presidente múltiples opciones para
cada prisionero, que iban desde la libertad incondicional a
ningún tipo de indulgencia.
Los funcionarios dijeron que el hecho de ofrecer a la Casa
Blanca diferentes opciones, con un formato multiple choice,
es algo inusual en los reportes de clemencia altamente confidenciales,
y que se sugerían una diversidad de puntos de vista que
no existen entre las agencias. Los funcionarios, que manifestaron
estar disconformes con la decisión, reconocieron que no
tenían evidencia de que alguien en el Departamento de Justicia
o en la Casa Blanca hubiera buscado intencionalmente distorsionar
el proceso de toma de decisiones.
Jim Kennedy, un vocero de la Casa Blanca, dijo el jueves que
no discutiría los detalles de las comunicaciones entre
el Departamento de Justicia y la Casa Blanca, pero agregó
que Charles F.C. Ruff, por entonces consejero de la Casa Blanca,
estaba al tanto de los puntos de vista de las agencias y se los
había comunicado fielmente a Clinton.
"El Presidente y su consejo entendieron en su plenitud
los diferentes puntos de vista sobre este asunto y no fueron privados
del necesario asesoramiento", dijo Kennedy. Los funcionarios
de las agencias federales no han abordado públicamente
esta cuestión, pero se quejaron en privado por la decisión
presidencial del 11 de agosto que, según uno de los funcionarios
de mayor antigüedad, dejó "estupefactos"
e "indignados" a los agentes de la justicia por la
oferta de indulto condicionado.
El jueves, Ruff reconoció haber mantenido largos debates
con abogados en la oficina del Subprocurador General en el Departamento
de Justicia. No comentó las conversaciones en detalle,
pero dijo que no ocurrió "nada fuera de lo ordinario".
La mayoría de los 16 miembros del grupo fueron sentenciados
por crímenes cometidos en una serie de casos ocurridos
en la década del 70. Entre los delitos cometidos se encuentran
la posesión ilegal de armas de fuego, el tráfico
interestatal ilegal de un vehículo robado , la interferencia
violenta al comercio interestatal y el tráfico interestatal
de armas de fuego con la intención de cometer un crimen.
Ninguno de estos cargos fue específicamente vinculado con
los crímenes que produjeron muertes o heridas.
A pesar de ello, los miembros del FALN recibieron sentencias
de 50 o más años de cárcel, y la mayoría
ya ha permanecido en prisión más de 19 años.
De acuerdo con los términos de la oferta de Clinton,
11 presos estarían en condiciones de ser liberados de inmediato
y 2 deberían permanecer un tiempo más en prisión
para ser habilitados a salir en libertad. A otros 3, que ya han
sido liberados, se les reducirían las multas aplicadas.
Pero los términos de la oferta presidencial están
condicionados. Para que se les conmuten sus sentencias, los presos
del FALN deben aceptar cooperar con las autoridades y renunciar
al uso de cualquier tipo de violencia. Hasta el momento ninguno
de los 16 presos ha aceptado la oferta presidencial.
En sus recomendaciones, los oficiales del FBI manifestaron
su desacuerdo con que se otorgaran indulgencias a los miembros
de un grupo militante que ha reconocido la autoría de actos
terroristas en momentos en que los Estados Unidos están
involucrados en una batalla mundial contra el terrorismo. Los
funcionarios de la Agencia de Prisiones, que monitorean las visitas,
llamadas telefónicas y cartas de los miembros del FALN,
llegaron a la conclusión de que, en el caso de ser liberados,
estos reasumirían sus conductas criminales aunque renunciaran
a ello.
Dos abogados de los Estados Unidos que fueron consultados se
manifestaron contrarios a la indulgencia. Se trata de Scott R.
Lassar, de Chicago, donde 12 de los presos fueron sentenciados,
y de Stephen C. Robinson, de New Haven, donde cuatro miembros
del grupo fueron condenados por crímenes relacionados con
el robo a un vehículo blindado. Funcionarios de ambas agencias
declinaron hoy hacer declaraciones al respecto.
Sin embargo, el poder para otorgar indultos recae exclusivamente
en el Presidente, y la Casa Blanca no siempre ha aceptado las
recomendaciones del Departamento de Justicia. En indultos, conmutaciones
y casos de clemencia, el Departamento y sus agencias sólo
cumplen un papel de asesoramiento.
Miles de personas han firmado un petitorio e hicieron presión
a favor de la liberación de los prisioneros, entre ellos
el ex presidente Jimmy Carter y prominentes defensores de los
derechos humanos como Desmond M. Tutu, de Sudáfrica, Premio
Nobel, y Coretta Scott, viuda del Reverendo Martin Luther King
Jr. . Varios legisladores demócratas de Nueva York también
reclamaron a Clinton la liberación de los 16 prisioneros,
entre los que se cuentan los representantes José E. Serrano
Charles B. Rangel, Nydia M. Velázquez y Eliot L. Engel.
Entre otros argumentos, sostienen que los tiempos de prisión
son excesivos y que los presos ya han cumplido largas condenas.
Más aún, es muy inusual que el presidente rechace
las recomendaciones unánimes de agencias de aplicación
de la ley como el FBI, particularmente en un caso relacionado
con un grupo responsable de atentados con explosivos que cobraron
seis muertes y dejaron lisiadas a docenas de personas, entre las
que se encuentran varios oficiales de la policía de Nueva
York.
La oferta de indulto ha sido criticada por políticos
como el alcalde de Nueva York, Rudolph W. Giuliani, quien le pidió
a Clinton que la rescindiera, y el alcalde de Chicago, Richard
M. Daley, un demócrata que raramente cuestiona a la Casa
Blanca.
Algunos republicanos criticaron a Clinton por considerar que
la oferta de clemencia parecía ser un esfuerzo para obtener
el apoyo de la vasta población hispana de Nueva York, justo
cuando Hilary Rodham Clinton está a punto de participar
en la competencia para representar a ese distrito en el Senado.
Funcionarios de la Casa Blanca negaron que la decisión
fuera un esfuerzo para favorecerla, manifestando que las deliberaciones
comenzaron antes de que la primera dama considerara postularse.
Jan Susler, abogada de Chicago que representa a los prisioneros
puertorriqueños, dijo hoy que sus clientes querían
tomar una decisión uniforme, pero que se encontraban dispersos
en 11 prisiones federales diferentes.
Agregó que habían considerado cuidadosamente
la oferta, pero "tiene un montón de problemas con
las propuestas", en parte por tratarse de una oferta condicionada,
que podría restringir sus actividades una vez fuera de
la cárcel, incluyendo la posibilidad de reunirse entre
sí.
|