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3 de septiembre de 1999 |
4 de septiembre de 1999 |
Washington - Un grupo de hispanos estadounidenses, organizaciones religiosas y de derechos civiles enviaron el viernes una carta al presidente Bill Clinton reclamando la interrupción definitiva de los ejercicios navales en la isla puertorriqueña de Vieques. En su carta, las organizaciones piden un plan de transición que contemple el retiro de las fuerzas militares, la limpieza de las bombas de los campos de tiro y la devolución de las tierras a los residentes del municipio isleño. Los grupos también demandaron una investigación que determine si la alta incidencia de cáncer entre los residentes de Vieques es resultado de las prácticas de bombardeo que la Marina viene desarrollando desde hace varias décadas. La carta, firmada por Rick Dovalina, presidente de la League of United Latin American Citizens (LULAC); el reverendo Jesse Jackson, presidente de la Rainbow Coalition, y Juan Figueroa, presidente de Puerto Rican Education and Defense Fund. Otros firmantes son el presidente del National Council of La Raza (NCLR), Raúl Izaguirre, el director ejecutivo de la National Association of Latin American Elected Officials (NALEO), Arturo Vargas, y el director de Church World Service, Rodney Page. El petitorio de los grupos surge mientras un comité especial del Pentágono prepara un informe para el Secretario de Defensa, William Cohen, sobre el futuro de los ejercicios de la Marina en Vieques, isla situada en la costa oriental de Puerto Rico. Las maniobras de la Marina en Vieques están suspendidas desde el pasado 19 de abril, cuando varias bombas cayeron "por error" en un puesto de observación naval, matando al guardia de seguridad civil David Sanes. Desde entonces, el gobernador de Puerto Rico ha recibido un amplio apoyo a su pedido de que cesen las operaciones militares en Vieques, un municipio insular con 9000 residentes. Según el Baltimore Sun, el comité del Pentágono aconsejará a Cohen continuar las operaciones de la Marina por cinco años más. Sin embargo, añade el periódico, también le recomendaría reducir los bombardeos, instituyendo medidas para proteger el medio ambiente y un programa para fomentar el desarrollo económico de la isla. Oficiales de la Marina dijeron que estarían dispuestos a cumplir con esas condiciones a cambio de que se les permita continuar operando en la isla. El Sun sugiere que el comité propondría una presencia "condicionada" de la Marina en Vieques en lugar de su expulsión. La decisión final estará en manos del presidente Clinton. |
La Marina expuso el viernes en la Casa Blanca su alegato a favor del mantenimiento del campo de tiro en la isla puertorriqueña de Vieques, informando a los asesores presidenciales sobre las razones por las cuales el servicio considera que las instalaciones deben mantenerse a pesar de la oposición de los líderes y residentes puertorriqueños. Una fuente vinculada con el tema en discusión informó que el Secretario de Marina, Richard Danzig, y una delegación en la que se encontraba el vicealmirante Robert J. Natter, director de planes y políticas de la Marina, calificó al entrenamiento que se realiza en Vieques como crítico para la Marina y su capacidad de preparar fuerzas para desplegar en ultramar. Participaron en la audiencia el Jefe del Equipo de la Casa Blanca, John Podestá, y otros altos funcionarios, lo que indica la importancia que le otorga la Casa Blanca a esta disputa. Además de la preparación militar, las charlas abordaron consideraciones políticas, dijo la fuente. El gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosselló y otros isleños demandan que la Marina se retire de la isla. Las largas controversias entre la Marina y los residentes de Vieques llegaron al punto de ebullición en abril, cuando un residente, que trabajaba como guardia de seguridad civil de la Marina en el perímetro del campo de tiro, murió por una bomba perdida. El accidente ocurrió a varias millas de las áreas pobladas y se trata de la primera víctima civil que se recuerde en relación con el campo de tiro, pero encendió continuas protestas, entre las que se encuentra la ocupación por manifestantes del campo de tiro, de 900 acres. Los manifestantes prometieron permanecer allí hasta que la Marina acepte retirarse. La marina ha suspendido el uso del campo de tiro desde el accidente. Los puertorriqueños sostienen que el bombardeo y cañoneo de la Marina en Vieques han impedido el desarrollo del turismo y de las industrias pesqueras de la isla, ahogaron otro desarrollo económico y contribuyeron a la inusual tasa de cáncer que presentan los 9100 residentes de Vieques. El servicio manifiesta que está dispuesto a otorgar ayuda económica a la isla, aunque no informó públicamente el monto, pero los funcionarios insisten en que no existe evidencia confiable que vincule las actividades de la Marina en Vieques con el cáncer que padecen los residentes. El tema tiene implicancias mucho más allá de Vieques, una isla de 33.000 acres situada pocas millas al este de la isla principal de Puerto Rico. El gobernador Rosselló es uno de los principales recaudadores de fondos para la campaña presidencial del vicepresidente Al Gore. Y los líderes latinos de Nueva York sugieren que el resultado de la disputa podría ser decisivo para que la primera dama Hillary Rodham Clinton se asegure el voto latino en su competencia para ingresar al Senado el año próximo. Los legisladores republicanos también muestran un creciente interés en la disputa. Se informó que senador James Inhofe (Rep.-Okla.) habría planeado una audiencia para el 21 de septiembre sobre la negativa del Departamento de Justicia a procesar a los manifestantes que según la Marina habrían retirado proyectiles sin explotar del campo de tiro. Un portavoz de Inhofe insistió el viernes en que no se había decidido fijar una audiencia pero dio a conocer una carta de Inhofe a la Procuradora General Janet Reno en la cual el senador califica la posición del departamento como "irresponsable y represible". "Pareciera que vidas americanas son puestas en riesgo simplemente para cortejar a la opinión pública y los votos de aquellos que apoyan a los manifestantes", añadió Inhofe. La Casa Blanca ha ofrecido limitar sus bombardeos y cañoneos en Vieques, pero insiste en que el entrenamiento con "fuego vivo" que permite Vieques no puede ser realizado en ningún otro lugar del Atlántico. La isla tiene varias playas en las cuales los Marines pueden practicar con sus vehículos anfibios mientras los proyectiles les vuelan por encima y caen en el campo vecino. |