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BALTIMORE SUN
La Marina debería evacuar Vieques en 5 años
y limitar la práctica de bombardeos durante el interín
Los líderes puertorriqueños dicen
que el Panel del Presidente se quedó corto
por Tom Bowman, Equipo de redacción nacional
del Sun
21 de septiembre de 1999
Marca Registrada © 1999 BALTIMORE SUN. Todos los derechos
reservados.
Washington - La Marina debería evacuar en cinco años
el campo de tiro que desde la Segunda Guerra Mundial tiene en
Puerto Rico tiene y, hasta que se cumple ese plazo, reducir las
practicas de tiro y bombardeo a 50 días anuales, según
recomendaciones de un panel presidencial.
Pero las conclusiones del panel de cuatro miembros, que serán
dadas a conocer próximamente, son rechazadas por los líderes
puertorriqueños, quienes opinan que el informe se quedó
corto. Se oponen fuertemente a la realización de toda práctica
de tiro en la isla de Vieques, donde un guardia de seguridad fue
asesinado en abril por una bomba de 500 libras erróneamente
arrojada por un jet de combate del Cuerpo de Marines.
"Eso es inadmisible", dijo Carlos Romero Barceló,
delegado de Puerto Rico sin derecho a voto, quien agregó
que se uniría a los manifestantes que ocupan el campo de
tiro temporariamente clausurado. "Estamos unidos en el propósito
de que la Marina detenga los bombardeo en Vieques".
Pero miembros conservadores del Congreso temen que el cierre
de la isla perjudique la preparación bélica de los
Estados Unidos. No se ha encontrado aún un sitio alternativo,
dijeron, y la pérdida del campo de tiro disminuirá
la capacidad de combate de las fuerzas estadounidenses.
"Es inadmisible para mí también", dijo
el senador James M. Inhofe, republicano de Oklahoma y presidente
de la subcomisión de preparación de los Servicios
Armados, quien programó audiencias para mañana sobre
la necesidad de mantener el campo de tiro de la Marina. "A
menos que encontremos una alternativa razonable, no deberíamos
abandonar el campo de tiro, de ninguna manera."
Desde comienzos de la década del '40, la Marina ha usado
Vieques como campo de tiro exclusivo para sus barcos y aviones
de la costa este.
Además de enfrentar a los altos mandos militares contra
los dirigentes puertorriqueños, el tema se ha vuelto político,
las autoridades puertorriqueñas de la isla y del continente
presionan para conseguir el apoyo del Vicepresidente Al Gore y
de la eventual candidata a senadora por Nueva York, Hillary Rodham
Clinton.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Roselló, uno de
los principales recaudadores de fondos para Gore, dijo el mes
pasado a la prensa que el vicepresidente le había asegurado
que se encontraría una alternativa para Vieques. Pero un
vocero de Gore aclaró después que el vicepresidente
sólo estaba impulsando una solución.
La señora Clinton, que enfureció a los líderes
de la importante comunidad puertorriqueña de Nueva York
al oponerse al pedido de clemencia para los 16 terroristas puertorriqueños,
expresó que aguarda los resultados del panel sobre Vieques.
El Secretario de Defensa William S. Cohen mantuvo una reunión
informativa con los miembros del panel sobre Vieques, encabezado
por Vicesecretario de Defensa, Francis M.Rush, que pedirá
a la Marina una reducción de los días de práctica
de bombardeo, de 180 al año a unos 130 ó 140, según
fuentes que ya conocen el informe.
Más aún, de acuerdo con el panel presidencial,
la Marina debería evacuar el tercio occidental de la isla,
que es empleado para almacenamiento de armas, y contribuir al
desarrollo económico y sanitario de los isleños
que consideran que han sido afectados por los bombardeos. La tasa
de incidencia de cáncer en la isla es superior a la de
la isla principal de Puerto Rico.
No se sabe con certeza cuándo presentará Cohen
su informe al Presidente Clinton, quien deberá tomar la
decisión final sobre Vieques, una isla de 54 millas cuadradas
situada a ocho millas de Puerto Rico y habitada por 3900 personas.
La Marina posee dos tercios de la isla.
Desde los ataques a los japoneses en el Pacífico durante
la Segunda Guerra Mundial hasta los realizados en la primavera
pasada en Yugoslavia, las tropas de la Marina fueron preparadas
en los campos de fuego vivo de Vieques.
La profundidad de las aguas y la ausencia corredores marítimos
y aéreos hacen que sea un lugar ideal para el entrenamiento
de combate, sostuvieron oficiales del Pentágono.
Residentes de Vieques se han quejado durante mucho tiempo por
el ruido de los bombardeos, la polución y lo que consideran
un tratamiento insensible por parte de la Marina. En abril, esas
frustraciones acumuladas durante años hicieron erupción
en forma de protestas cuando un F-18 del Cuerpo de Marines arrojó
accidentalmente una bomba a dos millas de su objetivo, matando
a un guardia de seguridad e hiriendo a otros cuatro.
El Secretario de Marina, Richard Danzig, ordenó que
el campo de tiro fuera clausurado temporariamente, y pronto fue
invadido por docenas de manifestantes, entre los que se contaron
algunos legisladores puertorriqueños. El reverendo Jesse
L. Jacson prometió ayunar y orar con los ocupantes si la
Marina volvía a sus prácticas de fuego.
En junio, Clinton designó al panel de cuatro miembros.
El mes siguiente, Danzig reveló las conclusiones a un panel
separado de la Marina, que argumentó que Vieques era vital
para la seguridad nacional y debía ser mantenido.
A pesar de ello, el informe de la Marina señaló
que la cantidad de días de práctica de bombardeo
podía ser revisada para su "consolidación y
reducción". Parte del entrenamiento podría
ser mudado a otros campos de tiro en el territorio continental
de los Estados Unidos, según el mismo informe.
La Marina también manifestó que después
de considerar 18 sitios alternativos, ninguno reunía los
requisitos para convertirse en un campo de tiro. Pero el vicealmirante
Diego Hernández, miembro del panel presidencial, cuestionó
que la Marina había puesto intencionalmente requisitos
muy estrictos, de manera que solamente Vieques pudiera reunirlos.
Una fuente dijo que después de que el informe del panel
presidencial fuera dado a conocer, las autoridades "presionarían"
para que la Marina encuentre un nuevo campo de tiro. Pero oficiales
de la Marina y legisladores como Inhofe se preguntan si es posible
hallar una alternativa.
Inhofe dijo también que presentaría un proyecto
de ley para cerrar la base de suministros de la Marina, Roosevelt
Roads, que provee cientos de empleos y aporta unos 300 millones
de dólares anuales a la economía puertorriqueña,
si se clausura el campo de tiro de Vieques.
Ayer, la Marina informó que si el grupo de batalla del
portaaviones USS Eisenhower no puede realizar su entrenamiento
de fuego vivo en Diciembre, tendrá "una capacidad
reducida de preparación para el combate".
A pesar de las preocupaciones por la seguridad, los legisladores
puertorriqueños como Romero Barceló advierten que
no tolerarán un solo día más de bombardeos.
"No pienso que nadie en Puerto Rico pueda aceptarlo",
dijo Flavio Cumpiano, un abogado de Washington, representante
de la Comisión de Rescate y Desarrollo de Vieques.
Algunos miembros del Congreso han tomado partido por el pueblo
de Vieques. El senador Frank H. Murkowski, republicano por Alaska,
presentó un proyecto de ley que otorga a Puerto Rico el
control sobre las tierras de la Marina, afirmando que "es
hora de devolverle esta pequeña isla a su gente".
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