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(H. Conc. R. Núm. 80)
(Aprobada el 15 de septiembre de 1999)
RESOLUCIÓN CONCURRENTE
Para expresar el rechazo de parte de los ciudadanos
americanos residentes en Puerto Rico a todo acto de violencia
o terrorismo para adelantar causas políticas o sociales.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El indulto presidencial otorgado a un grupo de presos puertorriqueños
ha creado en Puerto Rico y el resto de la Nación un debate
público que requiere clarificación.
Puerto Rico es una sociedad integrada por cerca de cuatro millones
de ciudadanos americanos, que valora sus instituciones civiles
y democráticas y resuelve sus problemas políticos
a través del mecanismo del voto. Su historia ha demostrado
un total y absoluto rechazo al uso de la violencia para adelantar
causas políticas, más aún si va encaminada
a socavar la voluntad democrática del pueblo puertorriqueño.
Los ciudadanos estadounidenses residentes de Puerto Rico se esfuerzan
sin cesar por adelantar los principios democráticos que
forman la base de cualquier sociedad justa. Por medio de su ejemplo
pacífico, dignifican los ideales expuestos en nuestra Constitución,
que son los pilares sobre de los cuales se estableció nuestra
Nación. Los puertorriqueños comprenden, re-fraseando
las palabras de Madison, que "la democracia significa para
las facciones, lo que el aire significa para el fuego: un alimento
requerido, y sin él expira en un instante." Pero es
nuestra convicción, mientras vivimos y nos expresamos,
que los desacuerdos en una democracia se manifiestan a través
del voto o de las protestas pacíficas, y no a través
de la violencia.
Hechos aislados de terrorismo como los que han ocurrido en
el resto de la Nación, no dictan la pauta sobre la conducta
de un pueblo que históricamente los ha rechazado de forma
contundente. Muestra de ello ha sido la constante participación
de los puertorriqueños en el desarrollo social, económico
y político de la Nación. Son puertorriqueños
los miles que han derramado su sangre en el frente de batalla,
cuatro de los cuales les fue otorgada la Medalla del Honor [Congressional
Medal of Honor] por su heroísmo y entrega en defensa de
la democracia. Son puertorriqueños aquellos atletas que
han dado gloria a los deportes en Estados Unidos y a través
del Mundo, como Roberto Clemente, Juan González, Roberto
Alomar, Orlando Cepeda, Gigi Fernández, Tito Trinidad y
muchos otros. Son puertorriqueños aquellos que han brillado
en las artes como José Ferrer, Raúl Juliá,
José Feliciano, Ricky Martin, Jennifer López, Chayanne,
entre otros. Son puertorriqueños aquellos que se han destacado
en los diversos aspectos del desarrollo político, jurídico
y cívico de la Nación como los jueces Juan Torruella,
José Cabranes y Sonia Sotomayor, la ex Cirujano General
Antonia Coello de Novello y los gobernadores Luis Muñoz
Marín y Luis A Ferré, entre otros; expertos verdaderos
de la extensiva tradición democrática en América.
Son puertorriqueños los extraordinarios ingenieros y peritos
en sofisticadas áreas que laboran día a día
en la NASA, en el Chicago Board of Trade, y en muchos otros sitios.
Puerto Rico tiene el índice más alto de participación
electoral de toda la Nación, con un promedio que oscila
alrededor del 85% en las elecciones generales que se llevan a
cabo cada cuatro años. En este aspecto aventaja y da ejemplo
de apego al proceso electoral al resto de los Estados Unidos.
A través de un siglo hemos disfrutado de elecciones pacíficas
y libres. En nuestra constitución declaramos como valor
fundamental de nuestra vida pública el apego a los valores
democráticos, a la ciudadanía americana y a la paz.
En fin, Puerto Rico siempre ha sido, en su ámbito político,
sinónimo de paz, democracia, orden social y sentido de
respeto y colaboración con las instituciones democráticas
que distinguen a Estados Unidos del resto del Mundo. Por esto,
los puertorriqueños reiteramos diariamente nuestro orgullo
de ser ciudadanos americanos.
RESUELVESE POR LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE PUERTO RICO:
Sección 1. Expresar el más claro y enérgico
mensaje de rechazo de parte de los cuatro millones de ciudadanos
americanos residentes en Puerto Rico a todo acto de violencia
o terrorismo cometido en el pasado o que se pueda cometer en el
futuro para adelantar causas políticas o sociales.
Sección 2. Se ordena que esta Resolución
Concurrente sea entregada al Presidente de la Cámara de
Representantes de los Estados Unidos de América, J. Dennis
Hastert, al Portavoz de la Mayoría, Richard Armey, al Portavoz
de la Minoría, Richard Gephardt, al Presidente Pro-Tempore
del Senado de los Estados Unidos de América, Strom Thurmond,
al Portavoz de la Mayoría del Senado, Trent Lott, al Portavoz
de la Minoría del Senado, Thomas Daschle, a todos los otros
miembros del Congreso de los Estados Unidos de América,
al Presidente de los Estados Unidos de América, William
Jefferson Clinton, al Vice-Presidente, Albert Gore, Jr., y a todos
los medios de comunicación.
Sección 3. Esta Resolución Concurrente comenzará
a regir inmediatamente tras su aprobación.
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