|
|
Click here to see this document in English.
|
20 de octubre de 1999 Marca Registrada © 1999 MIAMI HERALD. Todos los derechos reservados. El informe del panel especial sobre los bombardeos en Vieques ciertamente no satisface a nadie. Y por tal razón debería ser aceptado e implementado. El informe recomienda que la Marina de Guerra deje de usar la isla puertorriqueña como campo de tiro para la práctica con munición real, pero que esto se haga efectivo dentro de cinco años. Mientras tanto, la Armada debería limitar considerablemente los bombardeos en la isla y transferir los ejercicios a otros lugares, según indica el informe. Para quienes se oponen a las prácticas, una eliminación gradual no es suficiente. El gobernador de Puerto Rico exige el cese inmediato de los bombardeos. Grupos de activistas acampan en el campo de tiro, ofreciéndose como blancos humanos para disuadir que se efectúen disparos desde aviones y navíos. El presidente Clinton haría bien en seguir la lógica "salomónica" del panel ya que, según indica el informe, los 58 años de presencia de la Marina en la isla han producido resultados mixtos. Es innegable que Vieques juega un papel fundamental en el entrenamiento de las fuerzas estadounidenses. Esos ejercicios deben continuar. Pero deberían hacerse en otra parte. |
21 de octubre 1999 Marca Registrada © 1999 THE ORLANDO SENTINEL. Todos los derechos reservados. Un panel presidencial especial ha decidido darle otro cachetazo en la cara a los puertorriqueños. Recomendó esta semana que la Marina de Guerra de los Estados Unidos reanude el uso de munición real en su base de la isla puertorriqueña de Vieques. La recomendación del panel de que la Armada abandone Vieques dentro de cinco años tiene sentido. Ayudaría para que los puertorriqueños recobren su fe, otorgando un plazo concreto para la devolución de su isla. Pero el pedido del panel de que la Armada reanude el uso de explosivos verdaderos demuestra escasa sensibilidad por quienes murieron y por quienes resultaron heridos en las fallidas pruebas con munición viva. Una alternativa mejor habría sido autorizar que la Marina de Guerra continúe sus pruebas con munición de fogueo, mientras prepara su retiro dentro de cinco años. Eso permitiría satisfacer las necesidades de entrenamiento de la Marina de Guerra, al mismo tiempo que le fijaría a la Armada un fecha cierta para retirarse. El presidente Bill Clinton debería convertir en permanente la moratoria para las pruebas con munición real y planificar el retiro de la Marina de Guerra en un plazo de cinco años. Eso resolvería la disputa y detendría el agravio hacia los puertorriqueños. |
Marca Registrada © 1999 THE PROVIDENCE JOURNAL. Todos los derechos reservados. Muchos puertorriqueños demandan que el Pentágono deje de usar la propiedad del gobierno en la isla de Vieques como campo de tiro con fuego vivo de la Marina de Guerra y sede de los ejercicios de entrenamiento de Marines. Urgimos al presidente Clinton a poner en primer lugar el interés nacional, por encima de las comprensibles pero mezquinas demandas de clausurar el campo de tiro. El campo de tiro de Vieques es necesario para el Pentágono. Más específicamente, es necesario para los miembros de los servicios que entrenan allí, quienes están dispuestos a arriesgar sus vidas cuando son enviados a combates mortales en cumplimiento de órdenes del Presidente. (Por supuesto, si Puerto Rico algún día decide convertirse en una nación independiente -quizás la mejor solución a largo plazo tanto para los Estados Unidos como para Puerto Rico- los americanos de muy buen grado harán otros arreglos en lo que concierne a sitios de entrenamiento militar estadounidenses. En Junio, el presidente Clinton consideró apropiado designar un panel de cuatro miembros formado por reconocidas personas para examinar la cuestión; el 18 de octubre, el panel recomendó unánimemente el mantenimiento del campo de tiro en Vieques. ¿No debería el presidente escuchar la principal recomendación hecha por el panel que él mismo designó?. Desafortunadamente, podría no hacerlo. Los miembros del panel no pudieron ignorar un hecho que es obvio, que Vieques es necesario, pero crearon un obstáculo cuando recomendaron mantener Vieques por el momento y clausurarlo dentro de cinco años. El Congreso debería demandar que Vieques permanezca en operaciones hasta que un sitio alternativo apropiado sea encontrado, comprado y puesto a punto para los ejercicios de entrenamiento. |
Marca Registrada © 1999 THE WASHINGTON POST CO. Todos los derechos reservados. Un panel designado por el Pentágono, el secretario de defensa y el presidente all pronunciarse sobre la volátil cuestión urgieron a que los Estados Unidos y Puerto Rico continúen trabajando para servir a la preparación de los militares americanos, por un lado, y a la seguridad local y las consideraciones económicas y ambientales, por el otro. Sí, muy bien: dialogar, negociar, resolver. Pero la lucha es despareja. El gobierno de los EE. UU. tiene el poder, a los puertorriqueños sólo les queda protestar. La cuestión ha generado una intensa pasión nacionalista en Puerto Rico. Reina un sentimiento de traición y desconfianza. Al presidir una audiencia sobre Vieques el martes, el senador John Warner expresó que, cumpliendo con sus deberes patrióticos, sus propios electores de Quantico están asentados a menos distancia de un campo de tiro en funcionamiento que los residentes de Vieques. Pero el senador no advirtió que sus votantes controlan un mecanismo poderoso para garantizar su seguridad. Ellos tienen un papel pleno en el sistema político americano, son representados por el Senador John Warner. En contraste, los americanos que viven en Vieques están colgados en los bordes del sistema americano. No tienen voto ni representación en el Senado. Carecen de un status político -estadidad o independencia- que les otorgue una oportunidad justa de defender su postura. Debe trabajarse con más esmero para resolver el conflicto entre los requerimientos de los militares americanos y los del pueblo de Vieques. Pero el fundamental problema de modernizar una conexión colonial que está por cumplir su segundo siglo, todavía está a la espera de un tratamiento efectivo. |
Marca Registrada © 1999 CHICAGO TRIBUNE. Todos los derechos reservados. Existe una respuesta obvia para los problemas creados por el uso por parte de la Marina de Guerra de los EE.UU. de la isla de Vieques para efectuar ejercicios con munición real; es tan obvia que resulta claro que la verdadera cuestión debe diferir de la que sostienen quienes protestan por la presencia de la Marina allí. La Armada controla unos 22.000 del total de 33.000 acres de la isla. La solución obvia sería comprar el resto, algo que el presupuesto de $267 mil millones del Pentágono debería estar en condiciones de hacer. Pero la compra de la isla no fue recomendada por el panel presidencial, que acaba de analizar lo que debería hacer la Marina para satisfacer los reclamos de los puertorriqueños, qiuenes denuncian que los ejercicios con fuego vivo contaminan el ambiente y ponen en peligro la vida de los 9.300 residentes de Vieques. En cambio, el panel urgió a que la Marina reduzca substancialmente el número de días en los cuales realiza ejercicios con munición real y baje a la mitad la cantidad de munición empleada. Hagan eso de inmediato -dijo el panel- y cierren completamente el campo de tiro dentro de cinco años. Pero los puertorriqueños de todos los partidos han manifestado que eso no es suficiente. Quieren que el campo de tiro se cierre de inmediato. Los puertorriqueños, que están fuertemente divididos en otras cuestiones, coinciden en que el campo de tiro debe partir. Por el tenor del debate resulta evidente que la seguridad y el ambiente son cuestiones secundarias. Vieques se ha convertido para ellos en una causa, una cuestión definitoria, un punto de partida para la reivindicación. Un asunto que alcanza tal grado de emotividad generalmente es inmune a soluciones racionales. Sin embargo, el Secretario de Defensa William Cohen debería intentar hacer una oferta; tratar de comprar la isla. |