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Puerto Rico Perfil: Hector Santiago-Colón

5 de noviembre de 1999
Marca Registrada © 1999 THE PUERTO RICO HERALD. Todos los derechos reservados.

Este reportaje es el último de una serie de cuatro perfiles de puertorriqueños que han recibido la más destacada condecoración que el gobierno de Estados Unidos confiere al personal militar.

Hector Santiago-Colón, Especialista de Cuarto Rango, "se distinguió dando su vida mientras servía como artillero en el batallón de morteros de la Compañía B". Santiago-Colón nació en Salinas, Puerto Rico, y su corta vida dejó un recuerdo permanente en su pueblo natal. Nacido a mediados de la Segunda Guerra Mundial, el 20 de diciembre de 1942, sacrificó su vida el 28 de junio de 1968, a los 25 años de edad, para salvar las vidas de sus compañeros que lucharon junto a él en la guerra de Vietnam.

Santiago-Colón fue el cuarto puertorriequeño en recibir el reconocimiento del Presidente de los Estados Unidos con la Medalla de Honor del Congreso y el segundo soldado en cuyo honor se ha nombrado una instalación militar en la isla de Puerto Rico en reconocimiento por su valor y patriotismo.

En julio de 1975, se le cambió el nombre a la base "Camp Salinas" de la Guardia Nacional de los Estados Unidos, que se encuentra cerca de su pueblo natal, a "Camp Santiago" en honor a Hector Santiago-Colón que aparece en el registro histórico de la Guardia Nacional como un soldado "que murió bajo circunstancias heróicas y quien recibió la más alta condecoración de valor y patriotismo que puede conferirse a un soldado en los Estados Unidos".

A finales de la década de los 60, cuando muchos ciudadanos protestaban contra la guerra y, entre otros argumentos, reclamaban por la cantidad desproporcionada de minorías que estaban siendo enviadas a los campos de batalla, Santiago-Colón se ofreció como voluntario, a pesar de la percebida discriminación. Se enlistó en el ejército en Nueva York e indicó en su solicitud que su raza era "negro".

[En un libro publicado recientemente con el título "All That We Can Be", los sociólogos Charles Moskos y John Sibley Butler, alegan haber analizado informes que los hombres de raza negra fueron usados como "carne de cañón" durante la guerra de Vietnam y concluyeron que tales acusaciones "son falsas. Las muertes de los negros", dicen , "ascendieron a un 12% del total de las muertes en el sudeste asiático -- una cifra que es proporcional con el número de personas de raza negra entre la población de Estados Unidos en esa época y apenas más baja que la proporción total de hombres negros en el ejército cuando terminó la guerra".]

El valor de Santiago-Colón está bien documentado. Estaba desempeñándose como centinela de perímetro cuando escuchó movimiento en el área de tupido bosque. Dio la alerta a sus otros compañeros centinelas para que se resguardaran en las madrigueras y permanecieran alertas a la posibilidad de encontrarse con exploradores enemigos en el área. De pronto, se encontraron bajo fuerte ataque de ametralladora proveniente del bosque alrededor de su posición y la extrema oscuridad hacía que fuera prácticamente imposible discernir la localización e identificación precisa de las fuerzas enemigas.

Santiago-Colón, junto con otros miembros en su posición, inmediatamente comenzaron su contra-ataque usando granadas, minas de mano y armas de fuego de bajo calibre. Debido al elevado volumen del ataque de artillería del enemigo y las granadas que explotaban a su alrededor, se encontraron desprevenidos cuando un soldado norvietnamita se acercó lo suficiente a la posición para lanzar una granada de mano en la madriguera.

Santiago-Colón se dio cuenta que no contaba con el tiempo necesario para lanzar la granada fuera de la madriguera de modo que tomándola "la apretó contra su estómago y dando la espalda a sus compañeros, recibió todo el impacto de la explosión".

"Su heróico sacrificio salvó las vidas de los ocupantes de la madriguera y les sirvió de inspiración para continuar la lucha hasta que lograron obligar al enemigo a retirarse del perímetro".

Hector Santiago-Colón, soltero, de 25 años de edad, murió en la provincia de Quang Tri en Vietnam del Sur. Sirvió sólo ocho meses, pero su desprendida valentía y heróico sacrificio no se olvidará.