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PUERTO RICO HERALD

Un tributo a los puertorriqueños veteranos

11 de noviembre de 1999
Marca Registrada © 1999 THE PUERTO RICO HERALD. Todos los derechos reservados.

El 11 de noviembre nuestra nación celebra el Día de los Veteranos. Conmemoramos los logros de todos los hombres y mujeres que han servido en las fuerzas armadas de los Estados Unidos y mostramos nuestro agradecimiento a esos héroes -- vivos y muertos, combatientes y mediadores de paz, generales y soldados -- por su valor y auto-sacrificio.

Este año es más apropiado que nunca recordar la contribución de los puertorriqueños en la defensa de nuestra nación. Cien años atrás, en 1899, se organizó el primer regimiento de soldados puertorriqueños en el ejército de los Estados Unidos. Durante el siglo que ha transcurrido, el pueblo de Puerto Rico ha desempeñado un papel cada vez más importante en el servicio por la patria. Los puertorriqueños han luchado contra enemigos en el extranjero y se han distinguido en calidad de verdaderos héroes americanos.

La primera participación significativa de puertorriqueños en las fuerzas armadas de los Estados Unidos ocurrió durante la Primera Guerra Mundial. En 1917, apenas semanas antes de que Estados Unidos se uniera al combate armado, la ley Jones otorgó ciudadanía estadounidense al pueblo de Puerto Rico. Poco después, Antonio R. Barceló, el primer Presidente del Senado de Puerto Rico, pidió al Presidente Wilson que hiciera efectivo el reclutamiento militar entre los nuevos ciudadanos de la nación en la isla de Puerto Rico. 8,000 jóvenes fueron reclutados, pero muy pocos de ellos ejercieron servicio activo. En las fuerzas armadas segregadas de la época, los puertorriqueños fueron relegados a posiciones de menor importancia y la mayoría fueron enviados a la zona del Canal de Panamá.

65,000 puertorriqueños lucharon en la Segunda Guerra Mundia, incluyendo 23,000 voluntarios. La guerra marcó el inicio de la importancia estratégica de los soldados puertorriqueños. Sus deberes tradicionales se habían limitado a la defensa de la región del Caribe; pero ahora hombres puertorriqueños fueron enviados a luchar en Europa, donde sirvieron con distinción. Las mujeres puertorriqueñas también jugaron un papel importante en el Cuerpo de Mujeres del Ejército.

Durante la Guerra de Corea, los soldados puertorriqueños desempeñaron un papel vital en los principales enfrentamientos armados. Entre los más notables se encuentran 43,434 puertorriqueños del Regimiento 65 de Infantería. Fueron enviados en una mmisión de rescate de una división de la Marina que se encontraba atrapada en el interior de Corea del Norte, evitando así un desastre de grandes dimensiones. Su comandante, el General William W. Harris, posteriormente se refirió a la operación diciendo: "Ningún otro grupo étnico demuestra mayor orgullo en sí mismos y su herencia que el pueblo puertorriqueño. Tampoco he encontrado nunca ningún otro que muestre mayor dedicación y determinación en apoyo a los principios democráticos que defiende Estados Unidos. Muchos puertorriqueños han luchado hasta la muerte en defensa de esos ideales".

Por su servicio en Corea, Fernándo Luis García se convertió en el primer puertorriqueño en recibir la Medalla de Honor del Congreso. Sacrificó su vida por sus compañeros al lanzarse sobre una granada de mano para recibir todo el impacto de la explosión.

En Vietnam, los puertorriqueños también demostraron su valor y lealtad. Igual que en Corea, el pueblo puertorriqueño sufrió pérdidas en batalla proporcionalmente mayores a cualquier de los estados de la nación. Durante el conflicto, tres puertorriqueños recibieron la condecoración máxima de la Medalla de Honor del Congreso en reconocimiento por su heroísmo.

Eurípides Rubio murió al reubicar una granada de humo -- que servían para que los pilotos de los bombarderos pudieran localizar las posiciones enemigas -- justo detrás de las líneas del Ejército Vietnamita de Liberación. A pesar de haber recibido múltiples heridas de balas, logró ubicar la granada de humo estratégicamente para identificar al enemigo y pagó con su vida por su audacia. Gracias a su valor, los pilotos de Estados Unidos pudieron ubicar y lanzar sus bombas sobre la posición exacta del enemigo.

Carlos James Lozada también dio su vida en Vietnam. Durante un repentino ataque, él sólo logró mantener al margen el avance de las tropas norvietnamitas permitiendo así que el resto de su compañía contara con el tiempo necesario para retirarse y ponerse a salvo. El sacrificio de su vida salvó la de sus compañeros.

Héctor Santiago-Colón, otro soldado en Vietnam, fue el cuarto puertorriqueño en recibir la Medalla de Honor. Cuando lanzaron una granada de mano en su madriguera, la apretó contra su estómago para salvar a los demás hombres que lo rodeaban.

Estos hombres son héroes, pero son sólo cuatro de los muchos puertorriqueños a los cuales rendimos honor este año, y todos los años, en el Día de los Veteranos. En los últimos 100 años, la isla de Puerto Rico ha contribuído 197,100 hombres y mujeres a las fuerzas armadas de los Estados Unidos. En ese período, 6,220 han sufrido heridas en combate y 1,225 puertorriqueños han dado sus vidas sirviendo a su patria.

Puede encontrar los perfiles de los puertorriqueños que han recibido la Medalla de Honor del Congreso en la página de Puerto Rico Perfiles del Herald.

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