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Editoriales sobre Vieques
No más bombas
THE MIAMI HERALD - EDITORIAL
11 de diciembre de 1999
Marca Registrada © 1999 THE MIAMI HERALD. Todos los derechos
reservados.
El acuerdo propuesto por el presidente Clinton de eliminar
gradualmente los bombardeos de la Marina de Guerra en la isla
de Vieques es, típicamente, insuficiente y tardío.
La semana pasada ofreció poner fin a los ejercicios con
fuego vivo en la isla puertorriqueña y cerrar el campo
de tiro en cinco años, aunque las prácticas de tiro
con bombas inertes se reanudarán en la primavera.
En circunstancias diferentes, digamos 10 años antes
de que los Estados Unidos incumplieran con otros compromisos,
esta oferta hubiera sido aceptable,
Pero los puertorriqueños ya tuvieron demasiadas promesas
de Washington, y con derecho reclaman el inmediato y definitivo
cese de los ejercicios.
Si el presidente Clinton accede a las demandas, como debería,
por lo menos existe un precedente para que así lo haga.
En circunstancias similares, el ex presidente George Bush abandonó
los ejercicios con fuego vivo hace nueve años en la isla
hawaiana de Kahoolawe.
Los puertorriqueños
obtuvieron una victoria considerable
THE ORLANDO SENTINEL - EDITORIAL
7 de diciembre 1999
Marca Registrada © 1999 THE ORLANDO SENTINEL. Todos los derechos
reservados.
Ante una protesta predecible, el presidente Bill Clinton dio
instrucciones a la Marina de Guerra para que reasuma el entrenamiento
limitado en la primavera, pero prohibiendo el uso de bombas reales
y recortando otras actividades.
También planea el gradual cierre de la base en los próximos
cinco años.
Los puertorriqueños tendrían que sentirse satisfechos
con esta propuesta, que contempla muchas de sus preocupaciones
por la seguridad del campo de pruebas. Sin embargo, han elegido
rechazar la decisión presidencial y continuar su protesta.
Actualmente, sólo la inmediata y completa retirada de
los militares estadounidenses podría satisfacer a los
críticos más severos.
Pero cerrar la base no representaría una negociación.
Más aún, una acción tan extrema podría
perjudicar la capacidades militares de los EE.UU.
El plan de Clinton apunta a un sensato termino medio.
Los puertorriqueños han puesto en relieve la influencia
política que pueden generar. La voz del pueblo de Puerto
Rico sobre la cuestión de Vieques -que muchos pensaban
estaba siendo ignorada por Washington- fue escuchada.
Tras un razonable período de tiempo para hacer otros
arreglos, la Marina de Guerra evacuará Vieques, abandonando
la isla de los puertorriqueños.
En lugar de continuar la protesta, los puertorriqueños
deberían reconocer que han obtenido una considerable victoria.
Progreso en Vieques
THE HARTFORD COURANT - EDITORIAL
8 de diciembre de 1999
Marca Registrada © 1999 THE HARTFORD COURANT. Todos los derechos
reservados.
La orden que impartió la semana pasada el presidente
Clinton de que la Marina de Guerra ponga fin a las prácticas
de tiro con munición real en la isla puertorriqueña
de Vieques dista bastante del cese inmediato de los bombardeos
reclamado por los residentes. Pero prepara el terreno para el
completo retiro de la Marina dentro de cinco años, lo
que representa un paso en la dirección correcta.
El plan de Clinton deja que el gobernador de Puerto Rico, Pedro
Rosselló y la Marina de Guerra trabajen en los detalles...
Es probable que las conversaciones no resulten apacibles....
pero el plazo de cinco años establecido por el presidente
brinda una oportunidad para que ambas partes suavicen sus posiciones.
Entretanto, la Armada tiene programado realizar otra sesión
de entrenamiento con bombas no explosivas en marzo. De acuerdo
con las órdenes de Clinton, la Marina de Guerra debe negociar
los términos de los bombardeos con el gobernador. La Armada
ofrece $ 40 millones en ayuda económica para demostrar
que quiere reparar sus relaciones con la isla.
Ese es un progreso con respecto al pasado.
Existe esperanza de que la populosa isla alcance cierta paz
luego de 58 años de pruebas con bombas.
La decisión de la
Armada fue una granada sin estallar
THE FLORIDA TIMES-UNION - EDITORIAL
8 de diciembre de 1999
Marca Registrada © 1999 THE FLORIDA TIMES-UNION. Todos los
derechos reservados.
Las opciones de entrenamiento de la Armada se están
reduciendo, tras la salomónica decisión presidencial.
El presidente Clinton dijo que la Marina de Guerra podrá
continuar el entrenamiento en la isla de Vieques durante cinco
años, conforme lo recomendó una comisión
presidencial.
Sin embargo, aclaró que la Armada y los Marines no podrán
usar proyectiles reales. Deben emplear armamento inerte.
Oficiales militares han sostenido con frecuencia que necesitan
emplear fuego vivo para un entrenamiento de combate realista.
La decisión de Clinton escucha a los políticos
de Puerto Rico que se oponen al continuado uso de Vieques. Pero
esos mismos políticos se quejarían a viva voz si
la Armada decidiera cerrar la base de Roosevelt Roads, en la isla
principal.
Por el momento la Marina de Guerra puede continuar con el entrenamiento
simulado. Entretanto, debe buscar otra área de entrenamiento
o tratar de apaciguar a los locales.
La solución de Clinton incluye también un aporte
de $ 40 millones a Puerto Rico.
Por ese precio, la Marina debería por lo menos conseguir
el título de las tierras restantes en Vieques y reubicar
a los residentes, eliminando de esa manera el conflicto.
Eso sería menos costoso que mudar este sitio de entrenamiento,
que tiene características únicas, a otro lugar.
La decisión del comandante en jefe puede ayudar a que
su esposa gane algunos votos más, pero a expensas de las
personas que él envía a áreas hostiles.
Sitio peligroso
BOSTON HERALD - EDITORIAL
7 de diciembre de 1999
Marca Registrada © 1999 BOSTON HERALD. Todos los derechos
reservados.
En un sitio peligroso, desprevenidos, hace cincuenta y ocho
años, 2300 soldados, marineros y civiles perdieron sus
vidas en Pearl Harbor porque la Flota del Pacífico de los
EE.UU. no estaba preparada para la guerra. Vergonzosamente, el
presidente Clinton decidió la semana pasada enviar a los
jóvenes americanos a un sitio peligroso, sin preparación.
El portaaviones USS Eisenhower, sus escoltas y un grupo anfibio
de Marines no podrán realizar ejercicios conjuntos empleando
munición real antes de ser enviados al Mediterráneo
en febrero. ¿Por qué? Porque el presidente cedió
ante la presión de los manifestantes de Puerto Rico que
quieren el cese del entrenamiento con fuego vivo en la cercana
isla de Vieques. Esta isla es el único lugar en la Costa
Este en el cual los aviones, los navíos y los Marines pueden
practicar en forma conjunta empleando munición real.
"No", dijo. La Marina probablemente puede encontrar
otro lugar, pero Vieques debe ser usado mientras tanto. La liberación
de los terroristas puertorriqueños que estaban en prisión
muestra que el presidente haría cualquier cosa para ayudar
a su mujer a conseguir el voto puertorriqueño en su campaña
por la senaduría de Nueva York. Limitar el necesario entrenamiento
militar para perseguir tal fin es una barbaridad.
Primero la política,
después los militares
NEW YORK POST - EDITORIAL
4 de diciembre de 1999
Marca Registrada © 1999 N.Y.P. HOLDINGS, INC. Todos los derechos
reservados.
Comprendemos absolutamente la razón por la cual los
residentes de la isla puertorriqueña de Vieques, y los
americanos de herencia puertorriqueña en general, quieren
que se ponga fin a los ejercicios de entrenamiento militar que
se han estado realizando en su vecindario durante cinco décadas.
Ese es demasiado tiempo para convivir con aviones que caen en
picada, bombas que explotan y los correspondientes juegos de fuego
vivo.
Al mismo tiempo, resulta difícil de imaginar que se
pueda enviar deliberadamente jóvenes americanos a situaciones
militares peligrosas sin el apropiado entrenamiento.
Pero esa es precisamente la orden que el presidente Clinton
le dio ayer al Pentágono. Así es, ordenó
que el grupo de batalla de un portaaviones de la Marina de Guerra
de los EE.UU y la unidad de expedición de transporte marítimo
del Marine Corps que lo acompaña sean despachados el año
próximo -sin un apropiado entrenamiento - al Mar Mediterráneo.
Es cierto que el presidente le otorgó al Pentágono
cinco años para que complete el cese gradual del uso de
Vieques, pero los activistas que iniciaron la protesta sobre este
tema manifestaron de inmediato que cualquier demora en el cierre
del campo de entrenamiento es inaceptable para ellos.
Entre ellos, por supuesto, se encuentran los líderes
de la comunidad puertorriqueña de Nueva York, quienes aclararon
que su apoyo a la candidatura senatorial de Hillary Rodham Clinton
está condicionado al cierre del campo de entrenamiento
de Vieques. Ya.
¿Alguien quiere apostar sobre cual será la decisión
de nuestro presidente?
La oferta de Clinton merece
ser estudiada
SUN-SENTINEL, FT. LAUDERDALE - EDITORIAL
4 de diciembre de 1999
Marca Registrada © 1999 THE MIAMI HERALD. Todos los derechos
reservados.
A primera vista, la oferta del presidente Clinton al pueblo
de Vieques parece tentadora. A cambio de aceptar una versión
limitada de los juegos de guerra, la pequeña isla obtendrá
un paquete de ayuda económica de $ 40 millones. La Marina
de Guerra también acordó abandonar Vieques en un
plazo de cinco años, salvo que los residentes locales quieran
que permanezca.
La oferta de Clinton sobre Vieques, realizada el viernes, fue
inmediatamente rechazada por el gobernador de Puerto Rico, Pedro
Rosselló, un firme propulsor de la estadidad. Rosselló
calificó a la oferta presidencial como "inaceptable
para el pueblo de Puerto Rico y el pueblo de Vieques".
Pero serán en definitiva las 9300 personas que viven
en Vieques quienes decidan qué resulta aceptable. Los residentes
de Vieques han vivido a la sombra de los juegos de guerra durante
60 años, y son ellos quienes han sufrido las consecuencias.
El presidente Clinton demostró moderación al
no ordenar la reapertura del campo de tiro de la Marina.
El Pentágono se opuso a esta solución, y resulta
difícil discutir el argumento de que las tropas de los
EE.UU. deben estar listas para el combate cuando son enviadas
a potenciales áreas de conflicto.
Sin embargo, el Pentágono no pudo probar que Vieques
es el único sitio donde la flota atlántica puede
entrenar con fuego vivo. Tampoco demostró mucha sensibilidad
por las preocupaciones de los residentes de Vieques.
La decisión de Clinton le otorga a la Armada y a Puerto
Rico más tiempo para negociar y alcanzar un posible acuerdo
en un tema controvertido. Realizar ahora entrenamiento con fuego
vivo en Vieques, cuando la mayoría de los puertorriqueños
se opone, habría sido invitar a una desobediencia civil
generalizada y la posible resistencia violenta en el Estado Libre
Asociado de los EE.UU.
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