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THE MIAMI HERALD
Sube el clamor por la alta tasa de cáncer en
Vieques
Un grupo de 65 viequenses demandó a la Armada
por Juan Tamayo
12 de diciembre de 1999
Marca Registrada © 1999 THE MIAMI HERALD. Todos los derechos
reservados.
VIEQUES, Puerto Rico - Aunque la Marina norteamericana está
tratando de reiniciar sus prácticas de bombardeos limitados
en Vieques, las crecientes alegaciones de que residuos tóxicos
de los explosivos han ocasionado cáncer entre los residentes
de la pequeña isla, lo que eventualmente podría
forzar el cierre total de la instalación.
Unos 65 enfermos de cáncer y propietarios de Vieques
presentaron la semana pasada una demanda por $109 millones contra
la Marina acusándola de ``haberlos expuesto a sustancias
tóxicas y peligrosas con los bombardeos navales y aéreos''.
El índice de cáncer en Vieques según informes,
es 26 por ciento mayor que el de Puerto Rico en su totalidad.
Los médicos dicen que los viequenses también sufren
de altos índices de defectos de nacimiento, enfermedades
de la piel, asma y otras enfermedades respiratorias.
"En una isla tan pequeña con una sola fábrica,
la única explicación es el polígono de tiro'',
dijo el doctor Rafael Rivera Castaño, un epidemiólogo
de Vieques que quiere que la Marina se vaya de la isla.
La Marina niega tajantemente la acusación. "No
hay ninguna prueba que vincule nuestras actividades con nada de
eso'', dijo la vocera de la Marina, comandante Karen Jeffries.
Es difícil obtener información confiable sobre
la relación entre los bombardeos y la salud de los habitantes
de la isla puesto que ni el Departamento de Salud de Puerto Rico
ni la Marina ha supervisado la calidad del aire, el agua o el
suelo de Vieques.
Los viequenses alegan que, con el pasar de las décadas,
las bombas y los proyectiles de los cañones de los barcos
han prácticamente aplanado lomas completas y han contaminado
el aire, el agua y el suelo con los residuos tóxicos de
los explosivos.
El cromo, un metal usado en las municiones, y el RDX, uno de
los explosivos militares más comunes, han sido calificados
como ``posibles carcinógenos humanos'', por el departamento
de tóxicos de la Oficina de Protección Ambiental
(EPA) de Estados Unidos.
"No hace falta ser un genio para saber que esas sustancias
no son buenas para la salud'', dijo Ron Jones, profesor de la
Universidad Internacional de la Florida que estudia la contaminación
con metales pesados.
"Yo sé que mi cáncer vino del polígono'',
dijo Edwin Menéndez, un residente de Luján que ahora
tiene 20 años y está saludable pero que ha sufrido
seis rondas de cirugía, radiación y quimioterapia
para tratarle cáncer testicular y del pulmón.
Los investigadores de la Oficina para la Inscripción
de Sustancias Tóxicas y Enfermedades fueron a Vieques el
mes pasado y acordaron estudiar si los vientos pudieran estar
empujando los residuos tóxicos de las zonas de bombardeo
a las áreas residenciales.
Ahora la oficina está reuniendo cualquier información
disponible sobre la calidad del aire, el agua y el suelo de Vieques,
y posteriormente le pedirá a la EPA y a la Junta de Calidad
Ambiental de Puerto Rico que enriquezcan su estudio en lo posible.
El contraalmirante Andrew A. Granuzzo, máximo responsable
sobre ecología de la Marina, dijo al Congreso en julio
que los militares cooperarían con la oficina de sustancias
tóxicas de Estados Unidos "aunque no hay ninguna razón
para creer que las acciones de la Marina tienen que ver con el
problema'' de la presunta alta incidencia de cáncer en
Vieques.
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