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COMENTARIO
THE WASHINGTON TIMES
Liquidando Vieques
por Christopher M. Lehman
17 de diciembre de 1999
Marca Registrada © 1999 THE WASHINGTON TIMES. Todos los derechos
reservados.
Una vez más, la administración Clinton está
por liquidar un asunto importante para la seguridad americana
a cambio de contribuciones de campaña y votos. La lista
se hace más larga cada mes, y sólo nos queda esperar
que lleguemos a la elección del 2000 sin más daños
irreparables para América.
Secretos nucleares en poder de China, contribuciones ilegales
a la campaña, el perdón a los terroristas puertorriqueños
que asesinaron ciudadanos americanos... ¿y a continuación
qué? La respuesta es miles de acres de excelentes bienes
raíces en el Caribe.
El presidente Clinton declaró que considera "incorrecto"
que los militares estadounidenses usen un campo de entrenamiento
militar en la isla puertorriqueña de Vieques y dio instrucciones
a su asesor en seguridad nacional para que resuelva el problema.
Cuando este pérfido acto fue hecho público, la administración
Clinton inició un juego de distracción y engaños
para minimizar y tornar confuso el tema. El gobierno ordenó
un estudio, pero todos sabían cuál era el resultado
que el presidente quería.
No obstante, los hechos son simples. Los Estados Unidos poseen
22.000 acres de tierra en la escasamente habitada isla de Vieques,
cerca de la isla de Puerto Rico. Hace 58 años, la Marina
de Guerra de los EE.UU. compró las tierras a un precio
justo de mercado y desde entonces ha usado esa propiedad como
campo de entrenamiento para alistar a las unidades del Ejército,
Marina, Fuerza Aérea y Marines. La Armada poseía
otro campo en la cercana isla de Culebra, pero la devolvió
a Puerto Rico en 1976.
El campo de tiro que quedó en Vieques es "invaluable"
e "irremplazable", según líderes militares
del servicio activo y retirados. Si no tienen acceso al área
de entrenamiento, las fuerzas con base en la Costa Este no podrán
realizar las prácticas necesarias para el combate moderno.
En ningún otro lugar de la mitad oriental de los Estados
Unidos existe un lugar donde se puedan realizar la totalidad de
los ejercicios combinados de armas. Este es el único sitio
en el cual barcos, submarinos, aviones de caza, bombarderos, anfibios
y tropas de infantería pueden entrenar en forma conjunta
usando munición real en escenarios realistas.
Existe otra importante realidad que no se puede dejar de tener
en cuenta. La isla de Vieques posee bellas playas, aguas óptimas
para la práctica del buceo submarino y de superficie (snorkelling)
y miles de acres de terrenos de primera para construir balnearios
. Es el sueño de cualquiera que se dedique al desarrollo
de negocios inmobiliario. Otro hecho insidioso que debe ser considerado
es que el gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosselló, es
copresidente de la campaña presidencial de Al Gore y fue
uno de los principales recaudadores de fondos para el Partido
Demócrata. Es un FOB, friend of Bill (amigo
de Bill Clinton), y un amigo de Al (Gore).
Todo comienza a tener sentido. Un presidente que admitió
que cuando era joven "detestaba" a los militares, ahora
piensa que es "incorrecto" que los militares estadounidenses
entrenen en tierras que son propiedad de la Marina en las cuales
ésta ha venido entrenando durante los últimos 58
años. Un gobernador de Puerto Rico que es el principal
recaudador de fondos de Bill Clinton y Al Gore quiere que la Marina
se vaya de Vieques. Hillary Clinton y Al Gore quieren los votos
del 1,4 millón de puertorriqueños que viven actualmente
en el área de Nueva York. Janet Reno, la Procuradora General
de Clinton, declaró que no era partidaria de enviar agentes
del FBI a retirar a los ocupantes ilegales que se encuentran en
campo de tiro porque sería una "situación dificultosa
e inmanejable".
Una administración que no tiene a nivel de gabinete
ningún asesor de seguridad que haya servido en las fuerzas
armadas juzgó que nuestra nación no necesita un
campo de entrenamiento militar que nuestros militares han declarado,
con unanimidad, "irremplazable". Todo tiene sentido.
Lo que no encaja es que el jefe de operaciones navales y el
comandante del Marine Corps no resignaron su protesta ante esta
charada.
El 3 de diciembre, estos dos distinguidos y condecorados oficiales
militares fueron llevados a la rastra a la sala de prensa del
Pentágono para respaldar este acto de malversación
de Clinton. Ellos dijeron que el campo de entrenamiento de Vieques
era un "patrimonio irremplazable, la joya de la corona del
fuego vivo y el entrenamiento combinado de armas", y apoyaron
la oferta de Clinton de ofrecer la evacuación de Vieques
en tres a cinco años.
Hay más. Aparte del abandono del campo de entrenamiento,
el presidente propone dar al pueblo de Puerto Rico $ 40 millones
en un paquete de ayuda y gastar cientos de millones de dólares
en la limpieza de la isla.
Clinton ya probó que carece de vergüenza y que
nunca renunciará. Pero el jefe de operaciones navales y
el comandante del Marine Corps son dos hombres buenos y honorables
que han dedicado sus vidas a la defensa de nuestro país.
Por el bien de sus tropas y el de nuestra nación, deberían
decirle al presidente "no" en el tema Vieques. Deberían
renunciar antes que apoyar semejante entrega.
Chistopher M. Lehman se desempeñó
como asesor de seguridad nacional del presidente Ronald Reagan
entre 1983 y 1985.
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