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Puerto Rico Perfil: Luis Muñoz Marín

31 de diciembre de 1999
Marca Registrada © 1999 THE PUERTO RICO HERALD. Todos los derechos reservados.

A mediados del siglo XX Puerto Rico experimentó un período crítico en su historia. Desde la década de los años 40 hasta los 60 vivió una transformación económica, social y política. Lo que había sido una isla empobrecida y agraria se convirtió en una urbana e industrializada; el orden social estrictamente estratificado desapareció, permitiendo el surgimiento de una clase media fuerte con grandes posibilidades de avance social y económico; y el pueblo, bajo la tutela colonial de Estados Unidos obtuvo el derecho a regir su propio gobierno interno.

Luis Muños Marín fue la fuerza motriz tras esos cambios. Entendía las necesidades y deseos del pueblo de Puerto Rico y trabajó estrechamente con funcionarios federales en Washington para satisfacerlos. Consiguientemente dio comienzo a un período de reforma muy importante en la isla logrando que el pueblo se acercara más al alcance de su auto-determinación.

Cuando Muñoz Marín nació el 18 de febrero de 1898, su vida y liderazgo en el ámbito político parecía predeterminado. Por ejemplo, su primer año de vida fue uno de los más turbulentos en la historia de Puerto Rico a medida que la isla vivía lo que el historiador Arturo Morales Carrión designó como el rito de desarrollo de "esperanza y trauma" de la transición entre el dominio español al norteamericano.

Por otro lado, su padre, Luis Muños Rivera, fue otro gran líder político. Se ubicó entre el grupo de intelectuales, incluyendo a José Celso Barbosa, que promovieron la auto-determinación para Puerto Rico a fines del siglo XIX. De hecho, Muñoz Rivera negoció con España y alcanzó cierta medida de autonomía para Puerto Rico en 1897. Cuando la isla se convirtió en una posesión norteamericana, Muñoz Rivera ideó un proceso que incluia "un breve período de ocupación militar; la declaración de Puerto Rico como territorio, pero con poderes plenos de auto-gobierno; y poco después, la estadidad". (Morales Carrión, Puerto Rico: A Political and Cultural History)

El joven Muñoz Marín, cuyo destino habría de ser convertir en realidad el segundo paso del plan de su padre bajo el nombre de Estado Libre Asociado, pasó los primeros 30 años de su vida fuera del ámbito político, incluso, fuera de Puerto Rico. Estudió en la Universidad de Columbia en Nueva York y se convirtió en un destacado poeta y periodista. Durante ese período entabló los etrechos lazos con Estados Unidos que habrían de servir de base a su vida pública. Acumuló una larga lista de contactos personales en Estados Unidos y pudo criticar políticas del gobierno de Estados Unidos sin ser acusado de ser anti-norteamericano.

Muñoz Marín regresó a Puerto Rico permanentemente en 1931 y dirigió el esfuerzo por liberar a la isla de las condiciones de pobreza extrema que caracterizaron los años de la Depresión. Para lograr esto, puso en efecto un programa con dos enfoques. Primero, trabajó con Washington para crear mayor consciencia en Estados Unidos sobre la situación en Puerto Rico convirtiéndose en el "niño predilecto" de las políticas del Nuevo Trato y fomentando así la creación de programas de ayuda federal para la isla. Segundo, inició un esfuerzo a nivel comunitario para reformar la economía y debilitar el poder de los latifundistas ausentes y los grandes intereses azucareros. Al hacer esto creó las base para la integración de Puerto Rico al siglo XX en el ámbito económico, social y político.

Después de la Segunda Guerra Mundial - y el nombramiento en 1945 del primer gobernador nacido en Puerto Rico, Jesús T. Piñero - Muñoz Marín vio la oportunidad de presionar para mayor progreso. Mediante sus esfuerzos en 1948 el pueblo de Puerto Rico eligió su gobernador por primera vez. Muñoz Marín fue el candidato con mayor apoyo y no perdió tiempo redefiniendo el puesto de la gobernación de una totalmente controlada y al servicio de los intereses de Washington a otra reflejando la voluntad del pueblo.

La década de los años 50 fue una de gran prosperidad en Puerto Rico a medida que los subsidios federales negociados por Muñoz Marín bajo el nombre de "operación manos a la obra " (Operation Bootstrap) impulsaron el desarrollo de una economía fuerte e industrial. Al disminuir los niveles de pobreza y necesidad en la isla, la interrogante de su estatus político pasó a convertirse en una prioridad. Muñoz Marín se enfrentó a un dilema. Su preferencia personal era la independencia para Puerto Rico. Sin embargo, se daba cuenta que tal opción habría acarreado el retiro del apoyo norteamericano cuando más se necesitaba. Por lo tanto concibió una nueva fórmula entre la estadidad y la independencia logrando auto-gobierno interno en Puerto Rico a la vez que se continuaban recibiendo incentivos tributarios y otros programas de ayuda federal. Después de años de negociaciones y persuasión en la isla y en Washington, el 25 de julio de 1953 se creó el Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

Con esa separación del concepto colonialista, Puerto Rico se convirtió en un centro para la "democracia de izquierda" en América Latina y muchos escritores e intelectuales que huían de regímenes totalitarios encontraron albergue en la isla durante las décadas de los años 50 y 60. Reconociendo el papel que estaba desempeñando Muñoz Marín en el futuro de toda la región, el Presidente Kennedy le confirió en 1963 la Medalla del Congreso de la Libertad.

Luis Muñoz Marín murió en 1980 dejando tras de sí un Puerto Rico transformado. Durante su vida encaminó la isla del siglo XIX hacia el siglo XX. Hoy, con la llegada del siglo XXI, el pueblo de Puerto Rico está preparado para decidir su próxima etapa de desarrollo.

Gracias a Muñoz Marín y su reconocimiento de lo que la isla necesitaba 50 años atrás, hoy existen claras opciones entre la unión permanente con Estados Unidos a través de la estadidad y la independencia. Ambas soluciones involucran dificultades y sacrificios, pero tal como ha demostrado la crisis en Vieques, el estado político actual de Puerto Rico acarrea serias limitaciones. El pueblo puertorriqueño carece de voz en el Congreso para lograr cambios efectivos en favor de sus intereses, y el pueblo de Estados Unidos está perdiendo entusiasmo en los programas de subsidios a la isla con carácter indefinido.

En su tiempo, Luis Muñoz Marín creó las bases para un Puerto Rico próspero. Hoy el pueblo de Puerto Rico cuenta con una oportunidad única de valerse de la inspiración de su legado para avanzar hacia un futuro de verdadera auto-determinación.

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