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THE ORLANDO SENTINEL
El Congreso toma conocimiento de las necesidades de
Puerto Rico para continuar su guerra al narcotráfico
por Maya Bell
5 de enero de 2000
Copyright © 1999 THE ORLANDO SENTINEL. Todos los derechos
reservados.
SWEETWATER Aunque la Navidad ya pasó, el antiguo
procurador fiscal general de Puerto Rico entregó al Congreso
el martes pasado una lista de deseos en la que manifestaba que
el estado libre asociado no está preparado para seguirle
el paso a los narcotraficantes, quienes ya transformaron a la
isla en una zona de preparación para la cocaína
y heroína que posteriormente se envía a los Estados
Unidos.
Sin embargo, esta situación no se produjo por falta
de acción.
José Fuentes Agostini, quien renunció como principal
oficial de seguridad de Puerto Rico la semana pasada, manifestó
que los soldados estatales y federales comprometidos en la lucha
que desarrolla la isla contra las drogas, establecieron un excelente
centro de inteligencia, pero que se ven frustrados por un sistema
judicial federal sobrecargado, el escaso personal y la falta de
equipo de respuesta.
Expresa asimismo que cuando llegue el mes de marzo, la fuerza
de tareas antidrogas de la isla tal vez deba sentarse a observar,
cual si fuera un espectador pasivo, cómo los aviones repletos
de cocaína despegan desde las selvas colombianas.
En ese momento comenzará a operar desde Puerto Rico
un nuevo radar capaz de detectar aviones que se desplacen en una
región distante. Dos de estos radares "reubicables
sobre el horizonte" ya se están utilizando en Texas
y West Virgina, y el tercero que está en el Caribe, ayudará
a los agentes antidrogas a mantenerse informados de los movimientos
que se llevan a cabo en las zonas calientes de América
del Sur.
"Estaremos al tanto de cada movimiento que realicen los
aviones desde las selvas colombianas, pero, ¿cómo
responderemos?", pregunta Fuentes a la Comisión de
la Cámara sobre Reforma de Gobierno, durante una audiencia
que se desarrolló en el Sur de Florida y en la que se trató
el tema del tráfico de drogas en Cuba y Puerto Rico. "No
contamos con las capacidades necesarias".
Una de las soluciones que sugirió es que las fuerzas
antidrogas de Puerto Rico puedan utillizar ocho helicópteros
Blackhawk que están asignados a la Guardia Nacional de
Puerto Rico.
Estos helicópteros dotados con dos motores, son ideales
para volar sobre el océano durante períodos prolongados,
explica Fuentes. Sin embargo, compartir los Blackhawks con la
guardia nacional, que los utiliza principalmente en los entrenamientos,
no resultará barato. Una hora de vuelo tiene un costo aproximado
de US$ 2.200, y cada helicóptero tendría que estar
equipado con dispositivos infrarrojos para que realmente sirviera
a los fines de la vigilancia.
Las embarcaciones de la Guardia Costera que custodian el Caribe
tampoco están bien equipadas, dice Fuentes. El personal
de a bordo puede fácilmente detectar a los pequeños
botes que se dirigen a Haití para descargar la droga que
más tarde se transporta a la República Dominicana
y posteriormente contrabandeada en embarcaciones de madera a Puerto
Rico para su fácil distribución en los Estados Unidos.
Sin embargo, atraparlos es una historia totalmente diferente.
Los guardacostas no pueden perseguir botes que naveguen a más
de 50 millas por hora. Por lo tanto, agregó a su lista
de deseos, nueve botes inflables "rápidos", uno
de por cada guardacostas pequeño activo. ¿Su costo?
Aproximadamente US$ 150.000 cada uno.
Fuentes también solicitó la instalación
de dos nuevos juzgados federales y magistrados para Puerto Rico,
con lo que se aumentaría el número a nueve. Uno
de los siete juzgados federales de la isla ha estado vacante durante
siete años, lo que originó una carga de trabajo
atrasado que ha paralizado prácticamente a todos los casos
civiles y lesionado gravemente a los penales.
También solicitó que se cuadruplique el número
de oficiales de inmigraciones, aumentándolo de 40 a 160.
Fuentes explica que 95 por ciento de toda la droga que llega por
barco a Puerto Rico es transportada por extranjeros ilegales de
origen colombiano o dominicano, y sin embargo, los oficiales de
inmigraciones de los Estados Unidos insisten en que los problemas
de las drogas y los extranjeros ilegales no están relacionados
entre sí.
Los pedidos de Fuentes no fueron ignorados. El presidente de
la comisión, Representante Dan Burton, R-Ind., que acometió
contra el gobierno de Clinton porque eliminó los esfuerzos
antidrogas en el extranjero para concentrarse en los programas
de prevención y tratamiento internos, prometió enviar
una carta al Presidente Clinton y a otros funcionarios del gobierno
en la que describirá las necesidades de Puerto Rico.
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